La Jornada 6 de diciembre de 1998

Cárdenas: a un año de gobierno, la ciudad de México ya no se vende, ya no es botín

Miguel Angel Velázquez Ť Cuauhtémoc Cárdenas acepta el reto y señala que si fuera el candidato a la Presidencia de la República por el PRD, la mejor campaña sería su trabajo en la ciudad, pero también reconoce que el supuesto alejamiento del jefe de gobierno de los ciudadanos es más que nada una falta de comunicación que deberá corregirse. En los proyectos, en las ideas, en los haberes y los deberes, el gobernante hace cuentas del primer año de gestión y advierte que la ciudad de México, por lo pronto, ya no se vende, ya no es un botín.

-Su gobierno de pronto se llena de silencios. No hay respuestas, por ejemplo, para las críticas recurrentes del PRI... --Mire, hay muchas cosas que a veces no se contestan porque se piensa que no valen la pena por el contenido mismo del señalamiento. Hace unos días, pocos, si no me equivoco, hubo una declaración del presidente nacional del PRI en el sentido de que la ciudad se haga cargo del presupuesto de la Universidad. Perfecto, si nos quieren pasar la universidad, veremos como le hacemos, estoy seguro que lo haremos mejor que el gobierno federal. Nos la pasarán con los recursos tan insuficientes como los que le han asignado. Lo que me pregunto es si el señor Palacios cree que la UNAM no es una universidad nacional. Nos tendríamos que hacer cargo del Centro de Astronomía de Ensenada, por ejemplo. Se me hace muy absurdo pensar en que él quiera que la Universidad de Querétaro pase al municipio de Querétaro, digo, a lo mejor ese es el esquema en el que está pensando, se me hace de lo más brillante para quien dizque fue rector.

Pero en fin, que venga la Universidad para acá, y el Politécnico, y la UAM, y estoy seguro que el gobierno de la ciudad manejará con mejores formas y con las prioridades adecuadas la educación superior, cosa que el gobierno federal está despreciando y está dejando sin recursos, porque la educación superior no le interesa como proyecto, no le interesa que los mexicanos nos preparemos para enfrentar los retos de la globalización, por ejemplo, porque si queremos enfrentarlos con éxito, necesitamos una población educada y preparada.

Hay un breve lapso sin palabras. Cárdenas retira los codos de la mesa y se recarga en la silla. Sonríe malicioso, sabe que acertó el golpe.

Ni abusos ni corrupción

--¿Cómo siente su comunicación con la gente?

--Siento que tenemos que hacer un esfuerzo para que haya mejor comunicación, pero sin duda yo podría decir que a ninguno de los funcionarios que yo he designado se les ha acusado o se nos ha acusado de estar involucrados en hechos de corrupción, no se nos ha acusado de cometer un abuso por tener una posición de autoridad. Para nosotros eso es muy importante. Más allá de que tengamos que cumplir con la obra pública, con los programas sociales, y en el buen manejo de los recursos, no se nos ha acusado de abuso o de atropello, y esto marca una diferencia, sin duda, con los gobiernos anteriores en el Distrito Federal.

--Pero se entiende, en alguna de sus actitudes, que hay alejamiento con la gente.

--Yo creo que no. Si así se ha entendido yo creo que es una equivocación de la interpretación y quizá una omisión, una equivocación nuestra el no haber podido dar otra impresión.

--Señor, ¿me puede definir su estiloÉ?

--Bueno, yo trato de estar cerca de la gente, de estar enterado de sus problemas, de trabajar con mis colaboradores, de que ellos tomen la iniciativa, de que hagan lo que tienen que hacer sin que tengan que estar dando cuentas o pidiendo permiso. En ese sentido, yo dejo la responsabilidad en manos de mis compañeros porque a mí me gusta conducirme así, me gusta tomar decisiones cuando tengo que tomarlas y dejar que otros las tomen cuando las decisiones no me corresponden a mí, necesariamente.

--Pero que se nos digan cosas desde los discursos al apapacho, no cree usted que hace falta algo de eso.

--No lo sé, posiblemente eso sea una percepción. Qué bueno que me lo dice, posiblemente haya faltado, más que apapacho, cercanía e información.

--Un ejemplo sería el caso de Atlampa...

--No, ese fue un problema muy concreto que no creo que refleje un todo, porque ese mismo día y otros días he estado por otros rumbos de la ciudad y la situación es totalmente distinta. La ciudad tiene problemas, evidentemente. Hay asuntos que las autoridades, empezando por mí, quizá no atendemos en la forma en que alguna gente espera que se atienda y esto es válido decirlo para delegados, secretarios, para cualquier funcionario que tenga que tratar con el público, con diferentes sectores de la población y a veces no se les dan las respuestas que esperan y bueno, surgen problemas que han sido pequeños en cuanto no han desbordado los límites para llegar a un entendimiento y no hemos tenido ningún problema que cause inestabilidad o conflictos mayores al propio gobierno.

Al jefe de gobierno le emociona hablar de la gente, del servicio que debe prestar el servidor público y de las acciones que se deben tomar para cumplir ese cometido. Ahora habla del presupuesto de 1999, advierte que en él no hay trampas para favorecer a nadie ni negocios en beneficio de los funcionarios, advierte que se trata de dineros con los que se pretende hacer mejor la vida de los citadinos.

``En el caso del presupuesto reciente, el gobierno lo ve como la responsabilidad de facilitarle la vida a la gente, la convivencia social, resolverle los problemas que pueden parecerle pequeños a un funcionario o a una persona ajena, pero que pueden ser muy grandes para un individuo, para una familia, y el gobierno tiene la obligación de tratar de atender ese tipo de situaciones.

``Eso es lo que busco con el presupuesto de 1999 para el gobierno de la ciudad, esa es la intención que se tiene al no elevar los pasajes del Metro, del trolebús o el no elevar el predial para los que menos tienen, que son 70 por ciento de la población, o de no elevar la cuota de agua para quienes consumen menos de 30 metros cúbicos por bimestre, que evidentemente son quienes tienen una situación económica menos desahogada. El gobierno tiene la obligación de facilitarle las cosas a la gente, ojalá pudiéramos hacer más acciones con ese tipo de contenidos.

--¿Y ese 33 por ciento al pasaje?

--Bueno, hace dos años que no se elevaba el pasaje en el transporte concesionado. Subió la gasolina, que es un factor determinante en los costos del transporte, suben las refacciones, el costo de los vehículos, los salarios, bueno, todo eso se tiene que tomar en cuenta para fijar las tarifas y habrá que entender que si bien el gobierno puede destinar algunos recursos para aliviar la situación general de la población, un particular no tiene la capacidad del Estado.

--El precio del petróleo sigue cayendo, ¿habrá necesidad de replantear algunas metas en su proyecto financiero?

--Si el gobierno (federal) corta las participaciones, de acuerdo con la información que nos han dado, estamos partiendo de un volumen de participación en los impuestos federales que nos permitan cumplir con el programa que hemos propuesto; si en el camino el gobierno recorta no sólo al Distrito Federal sino a todos los estados de la República, en ese momento habrá que hacer los ajustes que sean necesarios, ojalá no se dé esa situación.

--¿Y este sería uno de los obstáculos? ¿Cuáles son los que ha encontrado?

--La desorganización administrativa, la corrupción de afuera y de adentro y el tener que navegar a contracorriente con un proyecto nacional que no comparte ni el gobierno de la ciudad ni la gente que quiere que haya empleos, inversiones para que esto impacte en la economía. La gente quiere mayores ingresos, mejores salarios y bueno, la política federal va justamente en sentido contrario a esos objetivos.

--Y esto, ¿qué tanto le ha impedido cumplir metas?

--Más que impedirnos, nos ha condicionado el trabajo y eso, evidentemente, no facilita las cosas. Por fortuna esta es una ciudad con enormes potencialidades: en su gente, en sus recursos turísticos, en la infraestructura económica con la que ya cuenta, todo el aparato productivo que tiene la ciudad, además de que genera la cuarta parte de la producción nacional.

Se ha cumplido con el programa planteado desde el principio

Entonces eso hace que aquí haya una vitalidad que hace que es lo que mantiene a flote la ciudad. Por otro lado, hay un flujo de inversión muy importante, esto es, que los servicios financieros que ofrece la ciudad se siguen expandiendo. Vemos nuevas empresas que vienen a establecerse en forma continua, inversiones en edificios de oficina, inversiones en grandes centros comerciales, inversiones en proyectos privados de vivienda, todo esto hace que la ciudad se mueva y que la situación sea menos difícil que en otras partes del país.

--¿En su proyecto para la ciudad, en qué etapa vamos?

--Estamos en el primer año de gobierno, en el primer tercio de esta administración, se ha hecho todo lo que se tenía que hacer, se ha cumplido, en términos generales, con el programa planteado al principio. Vamos a tener un subejercicio al final de este año fiscal por obras que no se han llevado al cabo, y es explicable.

``Por un lado, porque esas inversiones no eran necesarias, como la compra de trenes del Metro, que hemos encontrado no era necesario comprar 30 o 40 trenes que se había previsto en la administración anterior y que significaban unos 400 millones de dólares.

``De la misma forma, el gobierno anterior contrató un crédito para construir plantas de tratamiento de aguas residuales y nos hemos encontrado que la Comisión Nacional del Agua todavía no tiene proyectos definitivos para poder construir esas plantas, que ha habido que cambiarlas de localización; que al hacerse la revisión de los proyectos en vez de tener la necesidad de tratar 70 metros cúbicos, habrá que tratar sólo 45, lo cual significa una disminución en la dimensión de las plantas y en las inversiones necesarias, y bueno, no vamos a gastar si no tenemos que gastar, pero esos son dineros de crédito que si no son utilizados no generan intereses en cuanto al ejercicio mismo de capital. En este crédito se contrató con tanta anticipación que ya estamos pagando algunas comisiones, ya los habían pedido y no sabían que iban a hacer''.

--Hay quien dice que para poder sostener los precios de los servicios, del Metro, por ejemplo, se tendrá que echar mano del endeudamiento y que el retraso en la inversión tiene tintes electorales.

--Definitivamente no. Los créditos no se pueden usar para gasto corriente o para hacer frente a otras necesidades, que no sean las de invertirlos en obra pública, es decir, ese dinero va a ir a la obra pública.

``Nos encontramos con una deuda diseñada de modo tal que a partir de 1999 se tiene que empezar a pagar el principal; este año hemos pagado alrededor de mil 200 y tantos millones por servicio de la deuda y el año entrante serán 5 mil. ¿Por qué? Porque hasta este año se pagaron sólo intereses. A partir del próximo año, así se diseñó, nos corresponde ya pagar el principal, entonces, si no tuviéramos que pagar el servicio de la deuda, incluyendo intereses y capital, no tendríamos que pedir ningún recurso producto del endeudamiento''.

Por lo que hace a la cuestión política Cárdenas asegura: ``Nosotros tenemos que meter todo el dinero que podamos lo más pronto posible en la inversión que eleve la calidad de vida en la ciudad, sea en la obra pública o en los programas sociales que son una de las prioridades que tiene y debe tener la ciudad.

``Si yo aspirara a ser candidato del PRD (a la Presidencia) no sería cuestión de guardar la inversión para cuando eso suceda. Para mí hacer obra, resolver los problemas sociales, elevar la calidad de vida en la ciudad, eso sería mi mejor campaña, no el salir en anuncios de periódicos o de revistas, o en reportajes dándome autocebollazos. Si yo quisiera hacer campaña, la mejor campaña es trabajar por la ciudad''.

--Usted dijo frente a los legisladores locales que primero habría que poner la casa en orden, limpiarla, ¿ya lo logró?

--Bueno, está mucho más en orden que como la encontramos, no hemos podido corregir todo lo necesario o todo lo de- seable, pero sin duda hay un cambio sustancial en la forma de como se maneja el gobierno. Ya la administración no está orientada a vender y a considerar a la ciudad como un botín, esto es definitivo.