La Jornada 4 de diciembre de 1998

Zedillo: la economía nacional, dotada de una nueva solidez

Rosa Elvira Vargas, enviada, Ebano, SLP, 4 de diciembre Ť De nuevo crítico con los que en el pasado ``engañaron, hicieron demagogia y falsas promesas a los campesinos'', pero también enfático al asegurar que en México ``todo mundo tiene derecho a pensar como le dé la gana'', el presidente Ernesto Zedillo reiteró su convicción de que el gobierno tiene obligaciones sociales ineludibles, pero que ante todo es preciso mantener finanzas públicas sanas. Es decir, mantener congruencia entre lo que se gasta y los ingresos que se reciben.

Apenas unas horas antes de que en el Distrito Federal se anunciara, a través de la Secretaría de Hacienda, la determinación de hacer un nuevo ajuste al proyecto de presupuesto ante la irrefrenable baja en los precios internacionales del petróleo, el mandatario resaltó que se trabaja con el Congreso para encontrar vías que compensen las pérdidas en los ingresos públicos y al mismo tiempo, hacer un esfuerzo muy eficiente de austeridad.

En un homenaje al líder agrario potosino Graciano Sánchez, el Ejecutivo dijo que el gobierno mantiene grandes deudas pendientes con los campesinos, las cuales deben ir saldándose con los instrumentos de la política social y agropecuaria.

Por ello, expuso que se trabaja con los legisladores para lograr que el gasto social siga creciendo el próximo año. Aseguró tener ``la más completa confianza'' en que a través del diálogo respetuoso entre poderes se llegue a los acuerdos necesarios para alcanzar esos objetivos pero ``sosteniendo al mismo tiempo la tan indispensable salud de las finanzas públicas''. Sólo así podrán fortalecerse las bases del crecimiento económico y de los sectores productivos, lograr una expresión regional del desarrollo, conseguir nuevas inversiones productivas y crear nuevos empleos.

Resaltó que la economía nacional está dotada de una nueva solidez, por la cual las dificultades que hoy llegan de fuera ``no han detenido ni detendrán el crecimiento de la economía nacional''. Antes, rememoró, cuando esa solidez no existía, condiciones como las actuales habrían significado una profunda crisis y la pérdida masiva de empleos. Eso no va a ocurrir, aseguró, gracias a que se tienen bases más fuertes.

Entre futbol y regaños a Silva Nieto

Temprano llegó Zedillo a Tampico para luego en helicóptero trasladarse a esta población de la Huasteca, donde en grandes planicies se desarrolla el proyecto Pujal Coy. Hoy se dotó a los campesinos de las últimas 5 mil hectáreas de las 30 mil a las que el gobierno comprometió en 1995. Tierra, dijo Zedillo para quienes ``durante muchos años demandaron corregir una injusticia que se cometió hace ya varias décadas y que había sido motivo de conflicto, de enfrentamiento e incluso de violencia y de desafío a las instituciones de la República''.

Hizo suya la expresión del Pedro González Gómez, quien al referirse a la convulsa situación política de otras épocas en la región, había dicho que vivieron 20 años de atraso y de falsas expectativas, pero que los campesinos han aprendido que al que mira para atrás, cuando va sembrando, se le enchueca el surco, y de paso pidió que no desaparezca la Secretaría de la Reforma Agraria porque su labor no es sólo entregar tierra sino ayudar en la organización, desarrollo y capacitación de los hombres del campo.

En este sentido, el mandatario dijo que es fundamental iniciar una reforma productiva en estas tierras para que el júbilo de hoy no se transforme mañana en frustración. Les llamó entonces a participar en el diseño de los proyectos productivos, pues las soluciones que se conciben desde las instancias burocráticas sin consultar a los productores, ``siempre han sido un fracaso''.

Para todo ello, apeló a la unidad y al respeto de las diferencias, pues ``cada uno tiene derecho a pensar como le dé la gana, claro, siempre en el marco de la ley''.

Ya de salida y al saludar a la gente, el Presidente escuchó peticiones y denuncias; le bromearon sobre las posibilidades de triunfo de su equipo favorito, el Necaxa, y cuando alguien lanzó vivas a los Pumas de la UNAM, Zedillo dijo al aire: ``éste fue el de la botella; ya hallamos al que le dio un botellazo al Tuca''.

Campesinos de Pánuco denunciaron que les quitaron el Procampo por no tener certificados parcelarios y gente de Estación Velasco le pidió con urgencia agua potable; otra señora le dijo que en ese mismo lugar se fueron casi todos los maestros y los niños necesitan educación. Ante eso, el mandatario pidió al gobernador Fernando Silva Nieto que interviniera, a lo que éste le respondió que lo vería ``el día 15'', porque para entonces regresará a la zona, Zedillo le dijo apremiante que tenía que ser ya, y que le pedía enviara de inmediato a personal de la Secretaría de Educación del Estado.

Antes de llegar al solar donde estaban los helicópteros del Estado Mayor Presidencial, el mandatario se detuvo a saludar a decenas de niños sonrientes que toman clases en la primaria Indígena Benito Juárez y que a su paso coreaban, ``¡rojo, azul y amarillo, los niños de Ponciano reciben a Zedillo!'', pero que también al paso le pedían mesabancos y pizarrones para su escuela. Al despedirse, el propio mandatario les inventó una porra a los pequeños para enviarlos ya a seguir sus clases: ``¡Al salón, a estudiar, si no el cero les va a tocar''!

En Soledad de Graciano Sánchez, homenaje a este líder y fundador de la Confederación Nacional Campesina, revolucionario y maestro rural, al pie de su aún inconclusa estatua, el propio Zedillo justificó esto y dijo que él mismo pidió que fuera así, porque para cuando esté terminada no podrá venir. Sin embargo, se encontró con el líder de la CNC, Heladio Ramírez, quien habló en la ceremonia, acompañó al Presidente y cuando ya se despedía algo le comentó que éste le respondió: ``¿qué crees que ando de vago como tú? Tú viajando y yo en las broncas''.

Aquí también empezó la infructuosa lucha de los reporteros potosinos por conseguir una entrevista con el Presidente. Tajante, dijo no, cuando uno le pidió la oportunidad de preguntarle y más tarde, en el encuentro con integrantes de la iniciativa privada, la insistencia de varios periodistas y los incidentes provocados al intentar disuadirlos hizo que el propio vocero presidencial, Fernando Lerdo de Tejada, tuviera que darles una explicación de la negativa de Zedillo a dar ``declaraciones de banqueta''.

Con los empresarios, el Presidente reiteró lo que vendrá en 1999: una situación internacional especialmente difícil.