El tonto del pueblo Ť Jaime Avilés
Todos contra Arguello
Por un lamentabilísimo error, del cual me declaro único responsable, en una entrevista publicada el miércoles 2 con el senador Héctor Argüello López, escribí que ``Pedro Gutiérrez Gutiérrez y Feliciano Calzada Padrón, (son) socios los dos de (Carlos) Cabal Peniche''. Esa desafortunada afirmación es de mi exclusiva autoría. La inserté en un párrafo que no pretendía sino redondear el contexto de la historia que estaba relatando.
Al día siguiente, en Villahermosa, Gutiérrez Gutiérrez, líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) en Tabasco, presentó una denuncia penal contra el senador Argüello y Jaime Avilés, como presuntos responsables de ``difamación''. Y ayer, en declaraciones a la prensa, Argüello aclaró que él nunca dijo que Gutiérrez Gutiérrez y Calzada Padrón fueran ``socios de Cabal Peniche'' sino ``empleados de Roberto Madrazo''.
En justicia, la acusación contra Argüello es, bajo todo punto de vista, infundada. El no tiene culpa alguna. Por lo que a mí respecta, le digo al tonto del pueblo, incurrí en una equivocación lamentable, por la cual me retracto públicamente y, tal como lo repetiré cuando comparezca, adelanto desde ahora que nunca tuve la intención de atentar contra la fama -de allí viene el término ``difamar''- de Gutiérrez Gutiérrez o de Calzada Padrón. Ahora bien, ¿quién es Pedro Gutiérrez Gutiérrez?
En enero de 1983, cuando Enrique González Pedrero asumió la gubernatura de Tabasco, Pedro Gutiérrez Gutiérrez, a quien sucesivas generaciones habían visto como ``fósil'' de alguna licenciatura, ocupó las instalaciones de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, al frente de un grupo de porros que hacía una década cuando menos impartía el terror entre los universitarios.
Era, dicen quienes lo recuerdan, una práctica habitual de esa banda delictiva. Presionaban para obtener cargos políticos, dinero, privilegios. Sin embargo, con González Pedrero por primera vez toparon con pared. El entonces flamante gobernador sacó a relucir una montaña de acusaciones penales que pesaban en contra de Gutiérrez Gutiérrez, por delitos tales como robo, amenazas, amenazas cumplidas, ultraje, etcétera. Puesto en fuga, se refugió en la ciudad de México, donde logró borrar sus huellas.
Pero en 1988 -lo relata Andrés Manuel López Obrador en su libro Tabasco: víctima del fraude electoral-, Roberto Madrazo, en ese momento senador electo por el PRI, ``rescató a Pedro Gutiérrez Gutiérrez'', cuenta López Obrador, y se lo llevó a Tabasco.
En los estertores de su sexenio, Miguel de la Madrid había sostenido una difícil negociación con Salinas a propósito de Tabasco. El heredero al trono de Los Pinos quería que Madrazo fuera su ``hombre de confianza'' en la Quinta Grijalva. Pero De la Madrid ganó con un argumento irrebatible: don Raúl Salinas Lozano, entonces senador de la República, había cultivado gran amistad con uno de sus compañeros en la Cámara: Salvador Neme Castillo. Y si el padre de todos los Salinas prefería a Neme...
Resuelta la sucesión, muy pronto Salinas volvió a negociar con De la Madrid que Roberto Madrazo fuera enviado a Tabasco como presidente del comité estatal del PRI. ¿El motivo? Fortalecer la campaña de Neme, porque su contrincante, un tal Andrés Manuel no sé qué, estaba organizando a los indígenas de la Chontalpa y su popularidad crecía a diario como candidato del Frente Democrático Nacional.
Con el apoyo del gobierno federal, y bajo la batuta de Madrazo, Neme le robó el triunfo a López Obrador, ``gobernó'' tres años como uno de los ladrones más desaforados que hayan pisado jamás las planicies del sureste, y en 1992 fue obligado a renunciar tras de una gigantesca marcha de indígenas que caminaron de Villahermosa al DF, conducidos por el actual presidente nacional del PRD.
¿Qué fue de Gutiérrez Gutiérrez a todo esto? En 1988, antes de los comicios estatales, Madrazo lo instaló, con todos sus porros, en uno de los mejores hoteles de Villahermosa, y según recuerdan los periodistas del café Miraflores, ``hizo mil trapacerías y media'', participando en las típicas maniobras que requiere todo fraude electoral. Culminada su misión, Madrazo regresó al DF y Gutiérrez Gutiérrez se fue con él.
En 1993, cuando Salinas de Gortari le da luz verde, ahora sí, para vivir en la Quinta Grijalva, Madrazo retorna a Villahermosa y Gutiérrez Gutiérrez lo acompaña una vez más. El 20 de noviembre de 1994, durante las elecciones más cochambrosas en la historia tabasqueña, acogido de nuevo en un hotel de lujo al frente de sus hordas de golpeadores, Gutiérrez Gutiérrez apoya como siempre a su jefe. Y Madrazo, en premio, le da la CNOP. En febrero de 1998, por instrucciones del ``gobernador'', se anota como aspirante a la presidencia del comité estatal del PRI, al igual que Calzada Padrón, pero ambos pierden ante el senador Argüello López.
Acosado por los madracistas desde el primer día de su gestión al frente del PRI estatal, Héctor Argüello resistió cinco meses las infernales presiones, y en julio renunció al cargo, no a su partido. Esto no desalentó a sus perseguidores. Calumniado en la prensa y en la radio, aceptó a fines de octubre la iniciativa de López Obrador para constituir un Frente Amplio por la Democracia y contra la Represión en Tabasco.
El periódico La Verdad del Sureste, que dirige Víctor Manuel Sámano, comentó al respecto el 11 de noviembre:
``El sábado pasado, Andrés Manuel López Obrador (PRD), Juan José Rodríguez Pratts (PAN), José Eduardo Beltrán (Partido del Centro Democrático, de Manuel Camacho) y Héctor Argüello (PRI) sorprendieron a la clase política oficial: sin que nada se filtrara, de pronto dieron a conocer la integración del Frente Amplio... como un frente ciudadano.
``Sin duda lo que más llamó la atención fue haber encontrado a Héctor Argüello, aún en el PRI, al lado de conocidos personajes de PRD, PAN y PCD. Como era de esperarse, las reacciones oficiales fueron contra El Negro Argüello, aunque en las primeras horas se notó el tamaño del boquete: no acertaron a definir una posición y mientras un priísta decía en el extremo que `lo mínimo que merece es la expulsión' -¿y qué sería lo máximo?-, otros llamaron a ignorarlo para no hacer más grande el problema.
``Para quienes se dedican al análisis de prensa, los dos días que siguieron a la presentación del Frente son extraordinarios. En su edición de ayer (10 de noviembre), el diario Tabasco Hoy, bajo el seudónimo de Mario Ibarra publica lo siguiente: El Frente `tuvo un escasísimo, prácticamente nulo eco...'
``Sin contar las emisiones de radio y los comentarios de TV, imagínese el lector lo que para el columnista citado es un `escasísimo eco', si le decimos que después de una rápida revisión de cinco diarios locales sacamos las siguientes cifras: el lunes 9, detectamos que ocho columnistas escribieron contra el Frente, hubo nueve notas (firmadas por reporteros) contra esta iniciativa opositora, y sólo dos comentarios favorables, más o menos neutrales.
``Para el martes 10, las cosas se pusieron más interesantes: contabilizamos 16 columnas contra el Frente y a favor de Roberto Madrazo, nueve notas igualmente adversas y sólo una favorable. Sin contar a aquéllos que inopinadamente se sumaron al linchamiento verbal contra Argüello''.
Esa, pues, fue la actitud de la prensa tabasqueña, cuando Argüello López se alió con López Obrador. Pero los datos de La Verdad del Sureste palidecen ante el diluvio de ataques, condenas, insultos y calumnias que inunda los medios locales de ``comunicación'', desde que el senador disidente dijo lo que dijo el miércoles en La Jornada.
-¿Pues qué dijo? -pregunta la muchacha de los ojos tristes, que bebe agua de limón sentada junto al tonto del pueblo en El Imperio de los Sentidos.
Argüello describió lo que toda la gente repite en Villahermosa: que en un banquete al que asistieron Madrazo, Arturo Núñez (coordinador del PRI en la Cámara de Diputados), Gina Trujillo (alcaldesa de Villahermosa), y los ``empresarios'' que se han enriquecido hasta el delirio gracias a la corrupción auspiciada por el PRI, el ex gobernador Mario Trujillo habló pestes contra la administración federal y afirmó que de cara a la sucesión presidencial, Madrazo es el precandidato capaz de reorientar el rumbo nacional, en contra de quienes creen que la política deben hacerla los ``doctores'' con fórmulas económicas, la miope imposición de criterios tecnocráticos y renegando de su partido.
-Eso no fue lo que yo leí en tu entrevista -dice el tonto.
-En la entrevista, textualmente, Argüello señaló que Tabasco es una prolongación del Grupo Atlacomulco, y que el discurso de Trujillo quiso expresar el malestar que sienten Hank González y sus amigos por la detención de Cabal Peniche y la marginación que sufren en el proceso preelectoral del estado de México. Dijo también que el ágape fue en el Centro de Convenciones de Villahermosa y que acudieron mil personas.
-¿Y no?
-Fue en el Hotel Hyatt, que está a 500 metros del Centro de Convenciones. De allí, los periódicos madracistas se aprovecharon para decir que ``Argüello se extravió en la realidad, debido a los problemas de salud que tiene''. Por otro lado, los organizadores del acto desmintieron lo de las mil personas. ``Fueron 250'', y además, dijeron, el que convocó no fue Madrazo sino una asociación de ex colaboradores de Mario Trujillo, lo cual sólo significa que este membrete pasó la factura, porque en Tabasco, dentro del mundo oficial, nada se mueve sin el consentimiento de Madrazo.
Ante los pobres ``desmentidos'', atentos a los detalles y no a la sustancia de las declaraciones de Argüello, cabe rescatar lo mucho que sus detractores pasaron por alto. Nadie negó que Arturo Núñez, hombre de las confianzas de Zedillo en San Lázaro, guardó silencio al escuchar los ataques al Ejecutivo federal. Nadie ha puesto en duda las relaciones que Mario Trujillo y sus colaboradores y amigos -Aristides Pratts Salazar, José Enrique Nadal Duhalt y Francisco Rubio Solís- sostuvieron con Cabal Peniche, de quien obtuvieron 250 millones de pesos para comprar 63 por ciento del hotel Holliday Inn el 27 de julio de 1993, con un crédito quirografario del Banco Unión, que hoy está en el Fobaproa. Según consta en la escritura pública respectiva, Trujillo adquirió 57 mil 480 acciones de la empresa Paradores de Tabasco SA de CV, dueña del hotel de marras.
Hoy, en el proyecto de ley que cocinan el ``gobierno'' federal y el PAN de Felipe Falderón Hinojosa -como lo llaman ahora en San Lázaro-, se pretende que seamos los ciudadanos los que paguemos esos 250 millones de pesos.
Pese a todo, avanza la decisión oficial de cerrar Conasupo. En los países donde ha habido hambrunas, dice Julio Boltvinik leyendo a Amyrtia Sen, premio Nobel de Economía 1998, el desastre se produjo no porque faltaran alimentos sino porque esos países no contaban con instrumentos como Conasupo... Si el ``gobierno'' no aumenta el presupuesto educativo, la UNAM tendrá dinero para operar hasta abril... México, alertó Jesús Silva Herzog, podría ampliar su déficit fiscal hasta 3 por ciento. Pero Hacienda respondió ayer: el déficit se mantendrá en 1.25. ``Qué tercos son'', dice el tonto. ``Si lo ampliaran a 3 por ciento, el país podría disponer de 90 mil millones de pesos extra. Pero Zedillo insiste en que todo el horror económico recaiga exclusivamente sobre los pobres...'' Rafael Tovar, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), ha perdido el apoyo de los artistas que en un principio avalaron, bajo diversas condiciones, la privatización de la Unidad Artística y Cultural del Bosque. No les cumplió.