Cumplió un año la nueva administración de la ciudad de México
El peso de 25 mil 185 días de predominio priísta en la administración pública del Distrito Federal, no impidió que los habitantes de la ciudad de México iniciaran una etapa de transición hacia la democracia, en el que su primer gobierno electo ha tenido que sor- tear todo tipo de obstáculos para romper los primeros eslabones de una cadena de corrupción e impunidad forjada durante casi siete décadas.
Entre los esfuerzos de consultas a la población, que contrastan con la imposición de políticas que caracterizaron a las administraciones priístas, en su primer año de gestión el gobierno electo superó, con el empeño de sus trabajadores, la fase de desorden y saqueo de archivos, evitó una ``catástrofe financiera'' propiciada por la insuficiencia presupuestal heredada de la última regencia --según palabras del secretario de Finanzas, Antonio Ortiz Salinas-- y comenzó ``la limpieza de la casa''.
Muy lejos de la asepcia de la que dio ejemplo la transición española a la democracia, en 1976, en la ciudad de México de 1998, los más importantes partidos políticos de oposición se han resistido a un tránsito nítido hacia otra forma de gobierno que conduzca a la alternancia.
El Revolucionario Institucional lo ha intentado todo, desde calificar de ``inepta'' a la administración cardenista, hasta declarar inconstitucional el presupuesto para este año, el cual fue elaborado por el equipo financiero de la última regencia. El PAN, por su parte, parece seguir una sola consigna: todo está mal y ``Cárdenas no cumple sus promesas de campaña''.
Sin embargo, las presiones desestabilizadoras como las de Antorcha Campesina, que en el DF se proclama como ``popular''; la insistencia de las organizaciones priístas para preservar el régimen corporativo del comercio ambulante, y el propio choque de intereses de un grupo de diputados perredistas en la Asamblea Legislativa, no han inhibido a los capitalinos a consolidar los primeros pasos hacia la democracia, con el respaldo de sus contribuciones, las multitudinarias acciones de rescate de los espacios públicos y aun con su paciencia y comprensión de los primeros actos de un gobierno distinto.
En un tiempo equivalente a 1.4 por ciento del periodo abarcado por las administraciones priístas, es decir, uno frente a 69 años, el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas detectó fraudes contra la hacienda pública local, estimados en por lo menos 300 millones de pesos por la Secretaría de Finanzas; redujo 25 por ciento el costo de la edificación de obras y abatió 15 por ciento los precios de adquisición de materiales, lo cual evitó este año un gasto de 600 millones de pesos, según la Secretaría de Obras y Servicios, y disminuyó 15 por ciento el precio de compra de insumos para el sector salud, de acuerdo con la dependencia del ramo.
En la Dirección General de Regulación Territorial se trabajó con denuedo para dar seguridad jurídica a los poseedores de 14 mil 800 predios, 127 por ciento más que en el año final de la última regencia. Se apoyó la actividad económica capitalina para generar alrededor de 100 mil empleos permanentes, y se alentó la apertura de 9 mil empresas de diferentes giros, informó la Secretaría de Desarrollo Económico.
Se inició el reordenamiento del comercio en la vía pública, al que han respondido 41 mil ambulantes de un padrón de 98 mil personas dedicadas a esta actividad en la ciudad de México, reportó la Subsecretaría del Trabajo, y también se echaron a andar las primeras acciones para regularizar y dotar de infraestructura a 212 concentraciones de 17 mil pequeños comerciantes establecidos a cielo abierto en zonas marginadas de 11 delegaciones de la ciudad.
En el primer año de gobierno se abrió camino a la reforma política del DF, que con la aprobación de la Ley de Participación Ciudadana ha dado paso a nuevas figuras de representación vecinal y formas participativas no practicadas en la naciente democracia capitalina, entre las que se encuentran el referéndum, el plebiscito y la consulta ciudadana.
Lleno de obstáculos abiertos y soterrados, en el primer año de la administración cardenista fueron removidos 18 funcionarios de los primeros círculos del gobierno local, en respuesta a las denuncias documentadas en la prensa capitalina, desde quienes fueron separados del cargo por un pasado público confuso, hasta los que no estuvieron a la altura de las circunstancias por diferentes motivos.
Recuerdos del porvenir
La actividad desarrollada en la Asamblea Legislativa del DF, donde la fracción perredista es mayoritaria, da una idea de la intensidad de la vida política en la capital del país.
En el primer año de la ALDF se llevaron a cabo 57 sesiones en cuatro periodos, dos ordinarios y dos extraordinarios. Se presentaron 65 iniciativas de ley; el pleno resolvió 20 dictámenes; los diputados de los cinco partidos representados hicieron uso de la tribuna en 842 ocasiones, con 345 del PRD. Se realizaron 64 foros, de los cuales 52 fueron convocados por perredistas, y los funcionarios gubernamentales acudieron a 92 comparecencias.
Los avances del primer año del gobierno surgido del voto ciudadano, sin embargo, no garantizan por sí mismos la viabilidad democrática del Distrito Federal ni la cancelación de un pasado que entretejió una maraña jurídica que, por sus resultados, se convirtió en un medio propicio para la corrupción y la impunidad, en una ciudad atrapada todavía en su futuro.
A los ritmos actuales de extracción y suministro, el agua será insuficiente para cubrir las necesidades de la población en el año 2010, según las proyecciones de autoridades y expertos en la materia, por lo que el gobierno capitalino inició un programa de supresión de fugas con tecnología de punta para reducir 37 por ciento del flujo total que diariamente se desperdicia por el descuido acumulado de décadas.
El desdoblamiento de la población capitalina implica la construcción de por lo menos 44 mil viviendas al año, en condiciones financieras que impiden a 66 por ciento de la población capitalina, que percibe menos de tres salarios mínimos, tener acceso al crédito bancario. En tanto, el gobierno del DF enfrenta las restricciones presupuestales impuestas por la crisis de la economía mexicana y las medidas adoptadas por el gobierno federal.
Pero aun cuando no fuera así, los espacios para la edificación de vivienda en la ciudad están limitados. Permitir la expansión de la mancha urbana hacia las zonas de preservación ecológica pone en riesgo las áreas de recarga de los mantos freáticos, de donde se obtiene 73 por ciento del agua que consume la ciudad.
Hasta hoy, la delincuencia mantiene como rehén a los habitantes de la capital, en un movimiento paralelo a la evolución del desempleo y la cancelación de oportunidades para los jóvenes del Distrito Federal, pues 49 por ciento de su población económicamente activa se ocupa en actividades informales, indican informes de la Subsecretaría del Trabajo, a cargo de Saúl Escobar.
A pesar de lo anterior, un hecho se mantiene firme en el anhelo de los capitalinos: votaron por un cambio hacia un gobierno participativo, en un trayecto en el que ``la democracia no se construye en un día'', como reconoce el secretario de Finanzas Ortiz Salinas, para que este presente sea un pasado con futuro.