La Jornada 2 de diciembre de 1998

Nada ni nadie podrá evitar mi triunfo, augura Hugo Chávez

Afp, Dpa y Reuters, Caracas, 2 de diciembre Ť Al grito de ``se oye, se siente, Hugo Chávez presidente'', cientos de miles de venezolanos se congregaron esta tarde en el cierre de campaña del ex militar golpista, el candidato presidencial favorito según las encuestas, quien advirtió que ``nos nos van a robar las elecciones'', descartó un golpe de Estado y llamó a la unidad nacional después de los comicios del próximo domingo 6 de diciembre.

Portando boinas rojas, que son utilizadas por las fuerzas de asalto del ejército venezolano, y banderines, la multitud se agolpó a lo largo de 15 cuadras de la céntrica avenida Bolívar de Caracas, dominada por una inmensa tarima levantada al pie de las torres de El Silencio.

``Barreremos a todos los corruptos de la faz de Venezuela'', dijo Chávez ante unas 400 mil personas, en un discurso en el que recurrió a citas bíblicas y arengas patrióticas para ganar adeptos.

El ex teniente coronel, dado de baja por encabezar la fallida insurrección militar del 4 de febrero de 1992 contra el gobierno del entonces presidente Carlos Andrés Pérez, advirtió que ``haremos que se respeten'' los resultados de los comicios.

Los soldados venezolanos, aseguró, ``no se van a prestar para hacerle una trampa al pueblo''.

El ex militar, quien aseguró que ``ninguna brujería'' podrá contra el 60 por ciento de las intenciones de votos con que dijo contar, fustigó a sus adversarios de la clase política, que el fin de semana abandonaron a sus candidatos para apoyar al principal rival del ex militar, el independiente democristiano Henrique Salas Romer.

``Vengan conmigo, les abro mi corazón para salvar la patria'', dijo en un mensaje a los militantes de los partidos tradicionales, el socialdemócrata Acción Democrática (AD) y el socialcristiano Copei, en un intento por captar a los descontentos por el tardío apoyo a Salas Romer.

Revolución social

``Lo que estamos presenciando en estos últimos días de 1998 es una verdadera revolución social que recorre toda la tierra venezolana, una verdadera revolución que no podrá ser detenida por nada ni nadie'', afirmó Chávez en su discurso.

``Nada ni nadie podrá evitar el triunfo electoral del pueblo bolivariano el próximo domingo'', expresó.

El ex militar populista encabeza actualmente la intención de voto con una ventana que, según diferentes encuestas de opinión, oscila entre 5 y 30 por ciento frente a Salas Romer.

``Yo sé que Chávez no es Dios ni un mesías, pero va a intentar un cambio. Estamos cansados y queremos aunque sea una cara nueva'', dijo Amparo Fernández, una ama de casa de 35 años que vestía una playera que al frente decía ``Sin miedo'' y en la parte posterior ``Chávez presidente''.

Entre la gente que acudió al acto de cierre de campaña proselitista circulaba, entre tanto, un muñeco que representaba a Salas Romer, rodeado por los emblemas AD y Copei, y seguido por otro muñeco, el del ex presidente Pérez.

A la misma hora, Salas Romer concentraba a sus seguidores en la Plaza Monumental de Toros de la industrial ciudad de Valencia, cien kilómetros al oeste de Caracas, capital del estado de Carabobo, del que fue dos veces gobernador y que lo lanzó a la palestra política nacional.

En declaraciones previas a su discurso de cierre de campaña, Chávez, de 44 años de edad, aseguró que ``no hay ningún riesgo de golpe de Estado... eso es imposible ahora'', en alusión a advertencias de Carlos Andrés Pérez sobre supuestos preparativos golpistas para evitar que el político populista triunfe el próximo domingo.

El candidato de la coalición izquierdista y nacionalista Polo Patriótico añadió que la intentona de golpe de Estado en 1992 contra el ex mandatario ``fue una rebelión legitimada por el pueblo''

Sostuvo además el candidato favorito que ``en los cuarteles lo que hay ahorita es un sentimiento de alegría, hay optimismo'', y aseguró no ser ``el fundamentalista que piensan, que considera que los que están conmigo son los puros y los que están en el otro bando son el diablo''.

Este mismo miércoles, el ministro del Interior, Asdrúbal Aguiar, descartó igualmente la posibilidad de un golpe de Estado y aseguró que en las fuerzas armadas ``hay una unidad afectiva y efectiva alrededor del proyecto democrático'' que encabeza el presidente Rafael Caldera.

Salas Romer, por su parte, al recibir el respaldo de 140 de los 330 alcaldes de Venezuela --también cuenta con el apoyo de 14 de los 23 gobernadores estatales--, afirmó que la democracia debe ofrecer ``libertad, pero también autoridad, que nos dé orden, seguridad''.

El considerado candidato del empresariado dijo sentirse ya un ``ganador'' con el apoyo de último momento de AD y Copei.

Un ex presidente conciliador

Sin embargo, Carlos Andrés Pérez auguró que ``pocos votos irán a Salas Romer. El acuerdo de AD y Copei es producto del miedo. No van a tener éxito con esto''.

El ex mandatario se mostró incluso dispuesto a contactar a Chávez si éste gana la presidencia y se legitima como presidente democrático.

La ex Miss Universo Irene Sáez, a la que el socialcristiano Copei retiró su respaldo presidencial, aseguró a su vez que los venezolanos ``reaccionarán contra los pactos de última hora por debajo de la mesa'' contra Hugo Chávez.

Según analistas venezolanos, el éxito de Chávez no sólo se debe al apoyo que le dan los estratos más bajos y a parte del 80 por ciento de venezolanos que vive por debajo del nivel de pobreza, sino también a una porción de la clase media cuyo nivel de vida se ha ido deteriorando al ritmo de una inflación por encima de 30 por ciento anual en la última década.

En Washington, mientras tanto, el Departamento de Estado dijo que Estados Unidos reconocerá a Chávez si el ex líder golpista gana la presidencia, aunque el vocero James Rubin se negó a precisar si en ese caso Estados Unidos continuará negando la visa al ex militar.

En los últimos meses Hugo Chávez ha venido moderando su discurso político y ha esclarecido algunos puntos controvertidos de su eventual política económica, al afirmar que respaldará el actual sistema de bandas cambiarias que maneja el Banco Central, además de que intentará reducir el déficit fiscal aumentando la recaudación de los impuestos y atacando la corrupción en las aduanas.

El líder populista prometió también diversificar el modelo monoproductor petrolero que caracteriza a la economía venezolana y oponer una ``tercera vía'' al ``neo- liberalismo salvaje'', que han impulsado todos los últimos gobiernos venezolanos, lo que, según el ex golpista, ``ha provocado el empobrecimiento de los trabajadores''.