La Jornada jueves 3 de diciembre de 1998
Disiente de un artículo sobre la UNAM
Señora directora: Al leer el diario que usted atinadamente dirige, doy con el artículo de Abraham Nuncio titulado: ``Urge una UNAM nacional''. Quiero expresar mi desacuerdo en varios puntos. En primer lugar, creo que la intención del articulista es descalificar el carácter nacional de la UNAM de manera solapada. Admite, para empezar, que dicho carácter se sustenta en ``su prestigio académico e influencia cultural en la vida del país'', y añade que ``escatimarle lo uno y lo otro sería no sólo un exceso sino una mezquindad'', pero concluye, contradiciéndose, que ``en términos de competencia... la UNAM no representa demasiado frente a las universidades públicas y privadas dentro y fuera de la capital''. ¿En qué quedamos, por fin? ¿Tiene o no tiene prestigio e influencia la UNAM en otras instituciones similares? Continúa refiriéndose a la UNAM afirmando que ``su radio real de influencia es sumamente estrecho''. Lo dudo. En cuanto a la ciudad de México, las cifras de la matrícula, la calidad de la investigación, el nivel de la enseñanza, la existencia de emeritazgos más que merecidos, la oferta cultural... en una palabra: el liderazgo académico evidente desmiente esta sí mezquina alusión a una estrechez (¿de óptica del articulista?). En todos esos aspectos, la Universidad sigue siendo ``real y pontificia...'' Pero luego, la emprende también contra las universidades de provincia, negando entre otras cosas, sin fundamentarlo, el ``desarrollo del mérito académico'', la ``plena libertad de cátedra'', etc., etc. Mi experiencia como profesora invitada en tan sólo dos de ellas: las universidades Autónoma de Puebla y Autónoma de Ciudad Juárez, me ha permitido apreciar exactamente lo contrario: alto nivel académico en el área de humanidades; amplia labor editorial; permanente difusión académica a través de congresos, conferencias; eficaz labor de catalogación y rescate de acervos bibliográficos, etc. Todos los defectos y carencias desembocan, según el articulista, en que sólo haya una institución efectivamente nacional: el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Recientemente impartí dos conferencias en el ITESM/M y puedo abonar, y agradecer, sus excelencias. Pero ¿no sería mejor desear la eventual cooperación académica entre éste y las universidades públicas, que descalificar a éstas para magnificar a aquél? Crítica, por último, el autor, que la UNAM no cuente con oficinas regionales para atender trámites de titulación (¡cuántas serían y cuánto costarían!)...
Puntos de vista cuestionables, sin duda...
Dra. Margarita Peña, Consejera Universitaria Propietaria por la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM
Respuesta de Abraham Nuncio
Querida Carmen: La doctora Margarita Peña, consejera universitaria propietaria de la UNAM, critica mis puntos de vista sobre el carácter de su institución, que también ha sido la mía, en el artículo titulado ``Urge una UNAM nacional'' publicado en nuestro diario. Le doy respuesta. Te suplico le proporciones albergue.
Omitiré el espíritu defensivo de la doctora Margarita respecto a la UNAM. Más me interesa precisar mis ideas donde ella, sin duda, leerá una réplica a las suyas.
Dice la doctora Peña que mi propósito es descalificar solapadamente el carácter nacional de la UNAM. No creo que sea así. El título del artículo es bastante claro. Y el argumento: si la UNAM es nominalmente nacional debe serlo en la vasta realidad del país. Digo que esto vale para todas las instituciones que antes derivaban el título de nacionales por el hecho de ser capitalinas. Esto no puede ser más así, por grande que sea su prestigio y ascendiente social o cultural. Puse el ejemplo de La Jornada. Es un periódico que aspira a ser nacional, independientemente de su prestigio periodístico, su muy considerable tiraje y la influencia política y social que tiene en la vida de México. Pero, vaya, cuenta con corresponsales en las ciudades importantes (que le cuestan, y más ahora que está tan cara la vida) y ha abierto diarios regionales. ¿Con qué objeto? Supongo que con el de estar in situ para ampliar su cobertura y darle bases a su aspiración de diario nacional.
Con todos los atributos educativos de la UNAM -por supuesto menos de los que debiera tener-, en la competencia cotidiana, insisto, le va a la zaga al ITESM cuyo carácter nacional es más palpable. La razón es simple: culturalmente, el ITESM irradia desde sus 27 campus lo que la UNAM no logra irradiar desde su condición de ``real y pontificia'' (sic). Seguimos siendo provincianos y la UNAM nos queda demasiado lejos pudiendo tenerla cerca. ¿Que le costaría? Claro. Pero una institución nacional no tiene por qué ceñirse a los fondos residuales que le otorga el Estado. Sobre todo cuando su obligación es descentralizarse.
En cuanto a las universidades estatales, me temo no poder ofrecerle a la doctora Margarita Peña pruebas dacti- lográficas de su pobreza académica. Ella, que ha sido invitada a dos, la niega. Yo, que sé que la mayoría no destina ni el cinco por ciento de su presupuesto a la investigación científica y humanística, lo afirmo. Quizá la ANUIES, por ejemplo, pudiera darnos una cifra mayor. Si me equivoco, lo reconoceré públicamente. También la ANUIES nos pudiera ilustrar acerca de la colaboración entre las instituciones de enseñanza superior públicas y privadas. En este sentido me declaro ignorante.
Abraham Nuncio
Carta a Cuauhtémoc Cárdenas, de locatarios del mercado Jamaica
Señora directora: Con un saludo respetuoso; si es posible, le agradecemos la publicación en la sección El Correo Ilustrado de su prestigiado diario, del reconocimiento que hemos enviado, con esta misma fecha, al:
C. Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas
Jefe de gobierno del Distrito Federal
Presente:
Comunicamos a usted con gran alegría y satisfacción que hoy se iniciaron los trabajos de reconstrucción definitiva del mercado ¡Jamaica vive!, a trece años de ser damnificados por los sismos de 1985. Tuvimos que esperar a un gobierno elegido directa y democráticamente por los ciudadanos del Distrito Federal, para responder satisfactoriamente a la demanda de los comerciantes jamaiquinos de reconstruir su mercado, incluyendo en sus nuevas instalaciones un estacionamiento suficiente para nuestra clientela, y así estar en condiciones de competir en mejores posibilidades con las grandes cadenas comerciales.
Otro gran acierto de su administración, en lo que respecta a nuestro mercado y sus zonas aledañas, es que los problemas de seguridad publica que teníamos antes, los delitos que se cometían por las bandas organizadas que ahí operaban, prácticamente se han reducido a ``cero'', resultando que las grandes festividades tradicionales que hemos llevado a cabo, han arrojado ``saldo blanco'', lo que es un orgullo para todos nosotros y lo debe ser para su gobierno.
Señor ingeniero, en mi nombre y de mis compañeros, reciba usted nuestro más alto y respetuoso reconocimiento por ambos logros con que nos ha beneficiado su administración:
Muy respetuosamente.
C. José Nelson Madrigal Gómez, coordinador genera del Mercado de Jamaica
Universitarios rechazan la reducción del presupuesto
Señora directora: Agradecemos la publicación de la presente en El Correo Ilustrado, del diario que dirige.
Señor Presidente:
¡La Universidad no se rinde ni se vende!
Señores diputados:
No aceptaremos una nueva reducción al presupuesto educativo. Nosotros los universitarios tenemos dignidad y saldremos a ganar, luchando, convenciendo.
El modelo económico y tecnocrático ya se acabó. Estamos construyendo el futuro.
¡Que vivan siempre los Pumas de la Universidad!
Saludos
Adolfo Llubere, Alexis Forcada, Antonio Alcántara, Víctor Valero, Leyla Méndez , Enrique Villa, Gabriel Sánchez, Edgardo Clemente, Filiberto Contreras
Solicita ayuda para localizar su automóvil
Señora directora: Agradeceré la publicación en su prestigiado diario para denunciar el robo de mi automóvil, un Volkswagen modelo 1997, tipo sedán, placas 850-JLY de color negro. Es nuestro único patrimonio, indispensable para mi esposo, que tiene limitaciones físicas. Esperamos contar con su apoyo. Para cualquier información que nos permita dar con su paradero, favor de llamar a los números telefónicos 584-9116 o 618-4776. De antemano, muchas gracias.
Atentamente
María de los Angeles Fuentes Vera