GARCIA MARQUEZ EN GUADALAJARA
Mónica Mateos, enviada, Guadalajara, Jal., 29 de noviembre Ť Cuando al fin parecía que el cazador se había dejado cazar, escapó por una rendija. Gabriel García Márquez, experto en huir de las grabadoras de los reporteros, había aceptado detenerse y charlar acerca de su recién adquirida revista Cambio.
-Díganos algo acerca de la revista que acaba de comprar.
-Es que si se los cuento, se entera la competencia.
-Díganos lo que se pueda decir.
-¿Algo que se pueda decir?
-Sí, señor.
-Que trataremos de hacer la mejor revista que sea posible. Y es verdad, es decir, no lo estoy diciendo como un lugar común.
Sonrió, a pesar del acoso de las grabadoras que rodeaban su rostro. Entonces recibió otra pregunta:
-¿Se quiere convertir en un empresario, siendo escritor?
La sonrisa desapareció. Sin quitar la vista de la reportera que lo interrogaba, le soltó:
-Tú, que eres periodista, no digas eso, que lo que tiene nuestra revista de distinta a las demás es que toda está hecha por periodistas. Los propietarios son periodistas y el dinero se ha ganado todo con las máquinas de escribir.
Molesto, se abrió paso entre quienes apenas alcanzaron a saborear lo que sigue siendo un legendario imposible: entrevistar aunque sea de banquetazo al codiciado Premio Nobel 1982.
Fueron las únicas palabras que dijo en público García Márquez al hacer acto de presencia en el homenaje que le brindó la Feria Internacional del Libro, de Guadalajara, a Jesús de Polanco, dueño del diario español El País y del grupo editorial Aguilar-Santillana, así como de varios canales de televisión y estaciones de radio.
Antes, el autor de Cien años de soledad había sido recibido con gritos de sus fans, que acudieron a aplaudirlo en persona. Provoca la misma euforia que su colega Carlos Fuentes, y más en esta FIL 98 donde ya es tradición desde hace un par años la presencia de ambos autores.
Durante la entrega de la presea al mérito editorial (que a partir de este año instituye la FIL), le tocó a Carlos Fuentes hablar de la labor prometeica que durante 40 años ha realizado el empresario español, al robar a los dioses, como Prometeo, el fuego para dárselo a los hombres: ``El fuego es la letra, es el libro, la comunicación, la crítica, la verdad. Jesús de Polanco es uno de los grandes protagonistas de la condición política española, ni tan sencilla como a veces la vemos desde América, sino sembrada de abrojos, rodeada de abismos y amenazada de regresiones nostálgicas autoritarias y ambiciones golpistas''.
Por eso, ha sido factor determinante en los años de la transición y de la consolidación democrática de España, agregó el autor de La región más transparente.
``Como editor echó abajo todas las barreras contra las publicaciones de libros prohibidos por la dictadura y puso al día una tarea que aún no termina, pero que debe apreciarse como un monumental esfuerzo por devolverle la voz al libro y por llenar el vacío de 40 años de silencio''.
Fuentes señaló que De Polanco no limitó su voluntad editorial a la península: ``Tendió un gran puente de España a Hispanoamérica, le dio un impulso incomparable a la nueva literatura hispanoamericana, restableció la circulación de libros que fue sustento del llamado boom de los años sesenta y que fue interrumpida brutalmente por la agresión realizada por los gorilatos del Cono Sur contra todo lo que oliera a libros, imaginación e ideas.
``Hoy que hemos pasado de las dictaduras perfectas a las democracias imperfectas y del boom al bumerang, el editor le ha abierto la puerta a esa nueva constelación de escritores, la más esmaltada de nuestra historia, la más variada, la más abundante y abarcadora de países, donde la creación literaria era antes escasa y dominada por muy pocas figuras, y la que cuenta con más y más excelentes escritoras (...) que escribe la zona de sombras que por largo tiempo fue en nuestros países machistas la sensibilidad, la imaginación, la problemática, los agravios de esa mitad de la fuerza de trabajo latinoamericana, que son sus madres, esposas, hijas, amas de casa, profesionistas, obreras, maestras y lectoras'', puntualizó Fuentes.
Por su parte, Jesús de Polanco se definió como un empresario cuyo mérito ha sido rodearse de colaboradores -``que son los auténticos creadores''- que le han ayudado en la lucha porque la cultura llegue mas allá; ``es una guerra permanente donde la trinchera es el libro, así conseguiremos un futuro mejor''.