La Jornada lunes 30 de noviembre de 1998

Astillero Ť Julio Hernández López

No son pocas las preocupaciones importantes que hoy tiene el gobierno federal. De entre ellas destacan la reaparición amenazante del salinismo (como factor político activo) y el empantanamiento del caso Fobaproa, asunto éste que cuenta con el añadido del desbarrancamiento verbal de José Angel Gurría y el tensamiento global de las relaciones con los panistas (antiguos aliados) y los perredistas (adversarios en crecimiento).

Fin de sexenio adelantado. Crisis temprana. Desorden y descuido. El presidente Zedillo contra el mundo. El y sus cruzados. Puentes incendiados. Caminos minados. La soledad de Palacio. El encierro en sí mismo. La visión mía y la de mis subordinados.

El ex presidente incómodo

Agazapado durante cuatro años, Carlos Salinas de Gortari -o más precisamente, el salinismo, es decir, el conjunto de intereses y complicidades económicas y políticas que encabeza el ex presidente- ha medido tiempos y terrenos para reaparecer. Lo ha hecho de manera cuidada, premeditada. Textos preparados especialmente para desarrollar sus tesis exculpatorias. Versiones y diversiones. El mundo según Salinas. Tanto que hizo por los mexicanos que los poderosísimos intereses desplazados le han organizado, en venganza, una prolongada e injusta campaña de desprestigio y acoso. Pobre ex presidente. Redentor nuestro. Pagando en el exilio las culpas de todos nosotros. Véanlo si no, mexicanos, en esas magníficas fotografías: la familia feliz, los hijos ya crecidos con el más reciente, el estilo de la casa (nostalgia por el país perdido). Pobre señor ex presidente.

En el fondo, lo real es que Salinas (el salinismo) ha decidido emprender la reconquista de México. Entiende el grado de descomposición política y social que vive el país y los graves riesgos que hay en lo económico. Por ello, ha decidido aplicar la fuerza concentrada que posee: medios de comunicación, empresas y empresarios, vínculos eclesiásticos, control sobre un buen número de ``amigos'' importantes, colocados varios de ellos en el propio gabinete zedillista.

Tiempo para el retorno, porque todo tiene un final ``¿o no?''. Y en ese tiempo medido está contemplada la exigencia de deslindes. Los que han sido zedillistas deben comenzar a ver hacia el futuro que de tan inmediato ya quema. Salinistas fueron, zedillistas han sido, ¿qué preferirán ahora? ¿Amarrarse a un presente que velozmente se está convirtiendo en pasado, o al proyecto del jefe original, acaso el único de entre los dos que tiene, en realidad, un proyecto?

Uso y abuso del verbo

José Angel Gurría ha acabado sepultado por el peso de su propia historia. Desde siempre, y a mucho orgullo, el tecnócrata tampiqueño se ha movido en las aguas de la frivolidad verbal. Ocurrente, gracioso, lleno de buen humor, el actual secretario de Hacienda estaba convencido de que bastaba con negar y negar algo, o afirmar y afirmar lo contrario para salir del embrollo que le planteasen adversarios de diversa índole.

La historia de él, y de sus congéneres, está llena de ese abuso de la incongruencia. Con la mayor tranquilidad del mundo han llenado las páginas de los periódicos y los espacios noticiosos electrónicos con declaraciones totalmente diferentes de lo que en realidad realizan. Con ese abuso verbal se construyó el camino lleno de esperanza y realizaciones que desde el poder anunciaban a los mexicanos y que, en los hechos, ha quedado convertido justamente en todo lo contrario, en pobreza e injusticia, en inflación y descontrol económico.

En este contexto, es explicable el Gurría que estalló luego de torear mal durante horas a diputados que le pedían precisión numérica en los datos que presentaba respecto al Fobaproa. Fue la desesperación ante el fracaso de los métodos usados con éxito en ruedas de prensa, entrevistas a modo y conferencias bajo pedido. Frente a diputados exigentes, obcecados, implacables, la frivolidad no funcionó.

Fobaproa, interminable dolor de cabeza

Dañado de manera evidente, José Angel Gurría podría ser el punto en el que se concentre el rigor presidencial de no ceder ante la presión de sus opositores. El sostenimiento de Gurría (tocado como jarrón estrellado) habrá de llevar a un periodo de inestabilidad económica, pues los partidos opositores (el PRD en primerísimo lugar y el PAN en menor medida) han encontrado en el secretario de Hacienda y sus exabruptos parlamentarios un excelente argumento para tensar más su relación con el gobierno federal.

La comisión de la verdad

En ese entrampamiento, resulta interesante la propuesta hecha por Andrés Manuel López Obrador respecto a la integración de una comisión de la verdad. El texto de la misiva busca recuperar las vías de la política como ejercicio de la tolerancia y la búsqueda de soluciones y no de la prolongación de los enconos y los nudos.

A pesar de que se busca el diálogo sin intermediarios de la directiva perredista con el presidente Zedillo, quien dio respuesta fue el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa.

La aceptación, en principio, de la idea de una comisión de la verdad podría llevar -si no se trata de otra treta dilatoria como la de los acuerdos de San Andrés: primero acepto y después me desdigo- a avizorar una luz de salida en el oscuro túnel del Fobaproa.

La (¿pre?) candidatura de Cárdenas

La senadora Amalia García ya había comunicado desde meses atrás a los directivos del PRD su postura en favor de Cuauhtémoc Cárdenas como futuro candidato presidencial. Aún más, la zacatecana ha sostenido que esa candidatura debe hacerse explícita, sin disfraces, para ir aglutinando en su derredor lo que deberá conformar un frente amplio, cuyo objetivo central sea la derrota del PRI en el 2000.

García ha sido la principal tejedora de una red de alianzas en los estados del país, en la que han participado diversos personajes locales que han pasado del PRI al PRD. El ejemplo más conocido, y más exitoso, de esa política de alianzas ha sido la de la propia tierra de Amalia, Zacatecas, con Ricardo Monreal como migrante aceptado por el PRD y llevado luego al gobierno estatal.

La postura de la senadora García, en favor de Cárdenas y no del diputado Porfirio Muñoz Ledo, con quien se entendía que habría más relación política, le permitirá a Amalia transitar con mayor facilidad el tramo que falta para que el PRD elija a su nuevo presidente nacional. Si la alianza Cárdenas-García es como parece, la senadora tendría muchas posibilidades de ser la sucesora de López Obrador.

Astillas: Miguel Osorio Marbán ha dejado el PRI, en el que ocupó infinidad de cargos directivos a nivel nacional y del que fue una especie de historiador, para pasar al PRD y, en particular, para apoyar la campaña de Félix Salgado Macedonio en busca de la gubernatura de Guerrero. Osorio Marbán fue desarrollando una marcada actitud disidente en el proceso interno del PRI en el que resultó ganador, en medio de distintas impugnaciones, René JuárezÉ Más que puesta la alcaldesa de Cuautitlán, Ruth Olvera, para ser la candidata del PAN a gobernadora del estado de México. En el acto en que anunció su decisión de buscar tal postulación, Olvera tuvo una asistencia transportada en unos 50 autobuses y la presencia de un notable grupo de presidentes municipales y diputados locales y federales.

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