Una propuesta de debate sobre la reorganización de la sociedad global del próximo siglo. Así se presenta el libro que reúne los trabajos de un científico y un funcionario alemanes, un físico-matemático cubano y un sociólogo mexicano-alemán, quienes se lanzan a ofrecer ``una solución radical a los graves problemas y contradicciones de la economía global''.

En el libro, de reciente aparición, se plantea que la reorganización de la sociedad se dará mediante la democratización profunda de las principales esferas de la vida humana: económica, política, cultural y militar.

Los textos de Fin del capitalismo global. El nuevo proyecto histórico fueron reunidos con el afán de avanzar en el debate sobre uno de estos aspectos, el ``más difícil'' de la reorganización de la sociedad: el económico.

En esa línea, el ensayo de Peters ofrece ``los contornos de un modelo económico'' que podría convertirse en ``una solución radical a los graves problemas y contradicciones de la economía global''.

¿El resultado posible? ``El reemplazo del mercado, del precio y de la ganancia, por una economía basada en el valor del trabajo humano y técnicamente en las computadoras, la sociedad descansará sobre una economía que opera sobre la base de la justicia social que es la precondición para la convivencia pacífica y hermanada''.

En su texto, el cubano Raimundo Franco ``nos ayuda a comprender más a fondo las posibilidades y límites objetivos de la organización de convivencia política que llamamos democracia''.

En tanto que Stahmer ``aporta un avance muy significativo en cuanto a la viabilidad matemática-práctica de conducir una economía sobre los valores del trabajo en lugar de los parámetros habituales de la economía de mercado, tales como precios, tasas de ganancias, etcétera''.

Surgido de un intercambio de ideas iniciado en 1992 entre Dieterich y Peters, el libro cobró forma cuando sumaron al funcionario alemán Carsten Stahmer y al científico cubano Raimundo Franco. De esa manera, explica Dieterich en entrevista, se logró ``redondear'' la propuesta.

Convencidos de que ``la democratización en lo político ya se ha pensado muchas veces'', los autores concentraron sus esfuerzos en la propuesta económica donde ``teníamos el atraso más grande''.

Dieterich explica: ``Pensamos que para ser creíbles debíamos tener una propuesta económica''. En ese camino fue fundamental la aportación del prestigiado funcionario alemán Stahmer, quien demuestra la viabilidad de la propuesta. Es, dice Dieterich, ``el plato fuerte de, digamos, la primera ronda de discusión''.

El tercer camino no es camino

Dieterich sostiene que la continuidad del neoliberalismo significaría ``tener un sistema más represivo todavía, una serie de dictaduras policiacas''. Una alternativa, presente en los triunfos socialdemócratas en Europa, ``es suavizar un poquito el nivel de concentración de la riqueza, lo que conocemos como el tercer camino. Es lo que la socialdemocracia en Europa, hace 50 años, llamaba un capitalismo con rostro humano o lo que Lula llama el mercado con corazón''.

-¿Es viable esa propuesta?

-El problema es que el mercado con corazón tiene sentido nada más en el primer mundo, no en el tercer mundo, porque para repartir el pastel se necesita tenerlo primero, y el tercer mundo no lo tiene. El tercer camino no cuestiona la injusticia estructural del sistema y en América Latina, por ejemplo, no puede funcionar.

Algo conseguirá el tercer camino, según el coautor del libro: ``Le va a ganar a Washington y Europa cinco o seis años de gobernabilidad''. Nada más.

Después, dice, vendrá una nueva crisis y la gente se va a desencantar. Entonces la salida será ``la represión'', o bien otra propuesta que sustituya a ``la zanahoria neoliberal''.

En una parte de su texto, Dieterich sostiene que a partir de 1994 asistimos a ``una fase ascendente de las fuerzas populares-democratizadoras'' en todo el mundo y enumera a un amplio abanico de fuerzas que van de la Coalición del Olivo italiana a los zapatistas mexicanos.

En la entrevista, Dieterich afirma que se debe considerar que el suyo es un ensayo breve: ``La realidad de Europa obviamente es muy distinta a la de América Latina, pero me parece que en el fondo estas manifestaciones reaccionan a una situación: que el modelo de acumulación económica que llamamos neoliberal y sus elementos correspondientes en lo cultural y lo ideológico se han agotado, y que cada vez más sectores de la sociedad civil mundial no quieren seguir ese modelo''.

El ``denominador común'' que Dieterich encuentra en manifestaciones tan diversas es que ``la sociedad, tal como está constituida hoy en día, ya no satisface a las mayorías... y tampoco a las minorías críticas''.

La propuesta de un nuevo proyecto histórico aparece, explica Dieterich, cuando se ha agudizado el conflicto entre las dos facciones fundamentales de la élite mundial.

``El sistema de posguerra tenía ciertos condicionamientos para impedir crisis, podríamos decir que era un régimen políticamente expresado en gobiernos socialdemócratas o de centro izquierda y el capital productivo industrial era el decisivo. En los setenta, por diferentes razones, eso cambia, y el capital financiero empieza a reestructurar el sistema keynesiano conforme a sus intereses, eso lo llamamos neoliberalismo. Aquí llegan los gobiernos de centro derecha que tienen la función básica de destruir el keynesianismo''.

Así como se agotó el keynesianismo, ``el neoliberalismo se ha agotado también'' y se ha agudizado la ``lucha de titanes'' entre los capitales financiero y productivo. Los últimos afirman que debe cederse algo a las mayorías, ``porque si no tenemos que sacar los tanques'', en tanto que la clase rentista, los banqueros, dicen: ``Para algo tenemos al Estado, la gente es tarea del Estado''.

Dieterich piensa que si la clase rentista sigue controlando las riendas de los gobiernos ``vamos a ver una represión durísima''.

Para los neoliberales, sostiene Dieterich, se trata de ``optimizar las ganancias pues la gobernabilidad la tenemos más o menos controlada''. A esto se suma la caída del socialismo y el resultado es ``una pacificación, una castración ideológica tremenda'' que se prolonga algunos años.

Sin embargo, actualmente Heinz Dieterich observa ``un renacimiento de la razón crítica'' en muchos países del mundo.

El camino posible

La propuesta de los autores es construir un sendero viable, legítimo y democrático, que debe pasar por ``convencer a las mayorías''.

Este es el momento de la palabra, del verbo, del discurso, sin excluir otras opciones, afirma Dieterich.

A lo largo de la historia, sostiene, hay varios ejemplos en ese sentido. Cita, por ejemplo, la instrucción de Fidel Castro a sus seguidores desde la cárcel después del asalto al Moncada. ``Fidel dice que lo más importante es distribuir su discurso La historia me absolverá, que era un plan exacto para toda Cuba. Insiste en que no traten de organizar más células, porque lo importante es divulgar el programa. Sabía que si no llegaba a las mayorías no iba a tener la fuerza para cambiar nada''.

La misma idea encuentra Dieterich en el momento en que Marx y Engels deciden publicar el Manifiesto del partido comunista o en la divulgación que Lutero hace de su propuesta.

``La gente está hambrienta de respuestas; el mundo está hambriento de teoría'', dice Dieterich.

Tres años antes de que estallara el movimiento de 1968, sigue el autor, se multiplicaron los círculos donde los estudiantes leían y debatían. ``Por eso el movimiento pudo movilizar a tanta gente y hoy diría que estamos en una situación similar. Los viejos esquemas de la izquierda -de capitalismo y socialismo, de dictadura del proletariado- ya no movilizan a nadie. Este es un discurso nuevo que permite la integración de toda la gente que, por el motivo que sea, está dispuesta a luchar por un mundo mejor, más democrático. Creo que esa es la fuerza del libro: las condiciones objetivas exigen teoría. Como decía Marx, la teoría se convierte en fuerza material cuando arraiga en las mayorías, y este es el momento''. (Arturo Cano)

Les agradezco de verdad este libro profético. Sólo he podido hojearlo por ahora, pero me parece muy valiente y lúcido, dentro de una utopía realista por necesaria. Hace tiempo que estoy convencido de que ese neoliberalismo del mercado total es tan homicida como suicida. Y como la humanidad es hija del dios de la vida, ha de reaccionar inevitablemente. Hacia la vida vamos.

Sigan, sigamos en la ``caminhada'', como decimos aquí en Brasil.

Pedro Casaldáliga

No te puedo decir que tan emocionado y encantado estuve al recibir el libro. En una breve revisión parece fascinante. Espero que una traducción al inglés esté en proceso -hace tanta falta. Espero que el título se haga realidad antes de que haya mucho más sufrimiento y agonía.

Noam Chomsky

Arno Peters. Científico alemán. ``Ha sido el único investigador en cuatrocientos años que ha logrado -con el apoyo material de la UNESCO- la elaboración de un mapa del mundo que no tiene distorsiones eurocentristas; este mapa mundi sustituye aquel que había sido desarrollado por el cartógrafo alemán Mercator (Gerhard Kremer) en 1569 y que desde entonces había sido de uso universal''.

Heinz Dieterich Steffan. Doctorado en Ciencias Sociales y Económicas en la RFA. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana. Presidente del Foro por la Emancipación e Identidad de América Latina.

Raimundo Franco Parellada. Doctorado en Ciencias Físico-Matemáticas en la RDA. Director del Instituto de Cibernética, Matemática y Física del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba.

Carsten Stahmer. Jefe de la División de Input-Output. Análisis, valores y sistema de satélite, de la Oficina Federal de Estadística de la República Federal Alemana. Profesor honorario para estadística social y económica en la Universidad de Heidelberg, RFA.