Este maravilloso cuento de Cortázar, en el cual miles de paseantes que regresaban a París después de un fin de semana en las afueras quedan varados horas interminables, me sirve de referencia para intentar explicar el hasta ahora inexplicable ``tapón'' que diariamente, a cualquier hora, se forma en Periférico Sur a la altura de Altavista en la Ciudad de México.
En cuanto uno logra pasar de allí el tráfico se descongestiona milagrosamente, como si nada hubiera pasado. Y lo más curioso es que este fenómeno vial es producido, no por los automóviles, sino por la ``guerrita'' que Televisa y TV Azteca han entablado a esa altura de la arteria vial...
Me voy a explicar: desde hace tiempo dos ``espectaculares'', uno de cada televisora, han quedado casi sobrepuestos ópticamente, delante el de Azteca.
Aprovechando esta singular coyuntura obviamente buscada, Eugenio Derbez se ha dedicado a promover su programa, burlándose del contenido del ``espectacular'' de la competencia. Así, cuando Christian Bach lucía sus pechos en el anuncio a todo color de su telenovela, Derbez se puso unos postizos para imitarla, incluso, el formato del anuncio. Lo mismo sucedió con Javier Alatorre y Paty Chapoy. Es innegable que el despliegue creativo de Derbez es francamente divertido y con muy mala lecheÉ El caso es que todos los automovilistas que por allí pasan no se resisten y aminoran la velocidad para ver que nueva cosa se le ocurrió a Eugenio... Hasta que a TV Azteca, supongo que harta de esa competencia, que sin duda le conviene enormemente, colgó una enorme foto del Papa, anunciando su visita a México y esperando que Derbez no se atreva a burlarse del guía espiritual de millones de católicos en el mundo.
Ahora, espero con ansia que Eugenio no se amilane y sea capaz, ingeniosamente, de encontrar un nuevo recurso que siga manteniendo viva esta guerra en las alturas, a pesar del caos vial que provoca todos los días.
El Club de los Optimistas
Ultimamente un enorme regocijo me invade cada vez que veo a ciertos funcionarios importantes de Hacienda haciendo declaracionesÉ
Gurría, Werner y Ruiz, siempre con la sonrisa a flor de labios, hablan de economía con el mismo desparpajo con el que otros hablan de sus vacaciones en Guyana y nos dicen -insisten e insisten- que todo va mucho mejor de lo que nosotros -pobres mortales sin títulos en Harvard- podemos creer.
El hecho es que si no habitara aquí, cuando los escuchara pensaría que es un lugar a toda madre para vivir.
La gasolina es cara, pero ¡muchísimo menos que en Finlandia!
La canasta básica sube y sube, pero ¡ni comparación con Vladivostok!
La tortilla está por las nubes, ¡pero es mucho más rica que las que hacen en Colombia!.
Los huevosÉ Mejor hablo otro día de ellos.
Tengo la sensación de que nuestros hombres en Hacienda, a escondidas, van por las tardes al ``club de los optimistas'', o bien nombraron como superasesor a Miguel Angel Cornejo sin que nos diéramos cuenta. El caso es que, todos los días, me siento más habitante de Disneylandia.
Mi ahijada Paula acaba de nacer. Su madre es chilena por nacimiento y nacionalizada mexicana por decisión. Ella está aquí después de un penoso exilio iniciado en 1973 y propiciado por el que hoy carece de inmunidad diplomática y que sin duda será juzgado por la larga cadena de crímenes de sobra conocidos.
A mí Inglaterra siempre me pareció un lugar exótico de donde salieron los Rolling Stones para nunca más volver, y hoy -con toda su pompa, su flema y sus tést es ya un lugar más entrañable.
A veces la justicia tiene buena mano, y la venda que supuestamente le cubre los ojos deja una pequeña rendijita en la que se puede ver la barbarie y actuar en consecuencia.
Pinocho enjuiciado es como empieza uno de nuestros mejores y perfectos sueños que tiene por fuerza que desembocar en un final apocalíptico donde el gorila en cuestión sea condenado...
Y esta historia está llena de héroes, que no son, por supuesto, ni las autoridades británicas que sólo están cumpliendo con una ley internacional, ni el juez Garzón, que sigue una causa, que otros, los verdaderos personajes de este drama, entablaron contra el horror y la desesperanza. Algunos de ellos, muy parecidos a la mamá de mi ahijada Paula.
La única manera en que se puede iniciar un nuevo orden democrático en Chile es a partir del encarcelamiento de quien partió al país en muchos pedacitos.
Estamos presenciando la inauguración de una nueva etapa para los dictadores de la tierra, en la cual el mundo será, para ellos, una inmensa cárcel.
Gracias a un acto de elemental justicia, mi ahijada llega a un mundo un poco menos imperfecto. Ojalá que a partir de ahora todos podamos vivir en la tierra de Nunca Jamás, y que los atropellos y la bestialidad no vuelvan a repetirse. A Pinochet, lo único que puedo desearle es: ¡Chile!
Acaba de presentar Alfaguara una insólita y maravillosa combinación: el último libro de poemas de Mario Benedetti, La vida, ese paréntesis, y el disco de Tania Libertad cantando esos versos.
Tania logra sorprenderme siempre, si no es con acentos afro-peruanos es con una voz a capella venida -sin duda- de un lugar mágico y fuera de este mundo. Y ahora lo logra de nuevo. Cantar a Benedetti no es fácil, porque no es un poeta fácil, con métrica inconstante y palabras tan cotidianas que a veces nos son ajenas. Tania simplemente lo borda...
Y en la voz de Tania, Benedetti alcanza una nueva dimensión, más pausada, más pensada, más llegadora...
Después de la presentación me fui a casa y en la oscuridad escuché de nuevo todo el disco para solamente reconciliarme un buen rato con la vida. ¡Bravo, Tania!
Para la próxima, prometo seis dedos.