Hay 14 querellas contra Pinochet en Chile, afirma el canciller Insulza
Reuters, Afp y Dpa, Londres, 28 de noviembre Ť El canciller chileno, José Miguel Insulza, se negó hoy a visitar a Augusto Pinochet por temor a ``reacciones negativas`` que pudieran producirse en su país, y se declaró convencido de que en España el ex dictador no tendría un juicio justo por la conmoción del caso.
Tras su llegada el viernes a Londres para abogar en favor de la liberación del anciano ex militar, el ministro de Relaciones Exteriores dijo que se abstenía de visitarlo ya que esto podría ``sembrar la discordia'' en Chile, pues su arresto del 16 de octubre ha revivido las pasiones entre sus fieles partidarios y enconados adversarios.
Lamentó que Londres se haya escudado detrás del procedimiento judicial y rechazado argumentos políticos, no obstante el nivel del caso, y acotó: ``Hemos sido amigos y aliados estrechos durante 175 años y, por supuesto, nadie puede garantizar que esto continuará así si el procedimiento judicial se prolonga más tiempo''.
Si bien el canciller se dijo opuesto a la ruptura de relaciones y negó que las fuerzas armadas hayan hecho una propuesta semejante en relación a Inglaterra y España, indicó que las relaciones no las determina el gobierno y que él no sabía cómo va a responder la gente, pues no se le puede decir con quién hacer negocios.
Admitió que el presente caso está deteriorando las relaciones anglo-chilenas y con España, sin embargo se abstuvo de comentar si a ese deterioro se debía el cierre del consulado británico en Valparaíso y la suspensión del envío de una nave de guerra que iba a participar en una exposición naval chilena.
Al insistir en que Pinochet debe ser liberado y que seguirá luchando, Insulza dijo que comprendía la emoción que sentían las víctimas de la dictadura, la preocupación sobre los derechos humanos, pero que ``el pueblo chileno tiene el derecho a decidir de qué manera se enfrenta con su pasado''.
Por ello, en declaraciones a la BBC pidió la liberación del ex dictador bajo el argumento de que en Chile no tiene inmunidad para ser juzgado y que hasta la fecha existen 14 querellas en su contra, y dijo que si le preguntaban si había procesos abiertos en su país, respondía que sí, pero que no sabía si iría a la cárcel.
Sostuvo que si Pinochet regresa a Chile va a tener un proceso legal, porque los procedimientos comenzaron con la primera querella presentada en marzo, pero reconoció que no ha sido acusado formalmente de ningún crimen y que es judicial la decisión de si va a comparecer a los tribunales.
El canciller chileno, quien durante la víspera sólo logró entrevistarse con su homólogo británico Robin Cook, dijo que no trataba de defender las limitaciones del proceso democrático de su país, que respetaba las opiniones de todo el mundo, pero que sólo a ellos, a los chilenos, les tocaba decidir y juzgar.
Posible ``acuerdo''
Por su parte, los diarios londinenses Sunday Telegraph y The Observer afirmaron que el gobierno británico estaba a punto de llegar a un ``acuerdo'' mediante el cual Pinochet podría volver a Chile para ser juzgado allí, de acuerdo con fuentes anónimas, y a su vez el Daily Telegraph dijo que la extradición dejaría un sabor a traición.
Ambos diarios destacan que el ``compromiso'' es visto como la mejor manera de evitar consecuencias diplomáticas y económicas que se suscitarían si el ex dictador es extraditado a España, y que de esta manera se resolvería el dilema que afronta el ministro del Interior, Jack Straw, quien tiene hasta el 11 de diciembre para decidir.
En otras declaraciones a medios españoles, Insulza manifestó que era poco probable que el ex dictador pueda recibir un juicio objetivo si es extraditado a España, donde el juez Baltasar Garzón demandó su extradición bajo los cargos de genocidio, terrorismo de Estado y torturas en relación a casos de españoles afectados.
``Me parece difícil que pueda haber un juicio objetivo sobre esta materia en España dado el alto grado de conmoción que este caso ha causado'', apuntó. Dijo creer que el ex gobernante de facto ``ha sido ya juzgado y condenado en España'', tras lo ocurrido hasta el momento.
El canciller José Miguel Insulza, quien sufrió persecución y exilio de parte del dictador, partirá el lunes a Madrid, donde dijo que espera reunirse con ``todos'' para discutir el caso Pinochet.
``Voy a España a conversar, a discutir sobre el caso, espero reunirme con todos, mientras que aquí --en Londres-- no pude reunirme, pero no voy a hacer ninguna petición concreta'', subrayó.
En Barcelona, el canciller español Abel Matutes anunció que Insulza será recibido el próximo martes por el presidente del gobierno José María Aznar, y explicó que él mismo se entrevistará con su colega sudamericano antes de la reunión con Aznar.
Pero, reiteró, el asunto de la extradición ``sólo está en manos de los jueces''.
Pese a todo, Matutes calificó de ``legítimas'' las gestiones de Insulza, y que la eventual liberación de Pinochet corresponde al gobierno británico.
Por lo demás, resaltó, ``tanto el gobierno chileno como el español tienen la firme voluntad'' de que las relaciones bilaterales no se deterioren debido a los procedimientos jurídicos contra Pinochet.
En tanto que en Gran Bretaña hay preocupación por parte de los fabricantes de armamentos por encargos chilenos, el diario español El País reportó que la armada chilena amenazó con excluir a España de un contrato para la construcción de dos submarinos tipo Scorpone, por un importe de unos 400 millones de dólares.