La Jornada 27 de noviembre de 1998

Niega Payán que el diálogo con el EZLN haya fracasado por los incidentes

Andrea Becerril Ť Más allá de los incidentes ocurridos durante el reciente encuentro entre la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) no puede hablarse de fracaso, porque lo importante es que finalmente hubo diálogo, ``ya sin reproches, ni alusión a los desaciertos y excesos de una y otra parte, con el ánimo de avanzar hacia la paz en Chiapas'', consideró el senador del PRD, Carlos Payán Velver.

En entrevista, el legislador dijo que la Cocopa enfrenta horas de definición, ya que su respuesta a la petición del EZLN de colaborar en la consulta nacional sobre la Ley de Derechos y Cultura Indígenas marcará la relación con los zapatistas. En su caso personal, explicó que quiere permanecer en esa comisión legislativa, pero lo evaluará, pues ``al margen de la pasión y el enojo hay que ver si las acciones de uno pueden servir para el camino de la paz''.

Agregó: ``Lo estoy analizando y haré además las rectificaciones necesarias'', ya que ``al desacierto de los zapatistas al llamar racista a la Cocopa y no permitirnos hablar, yo respondí con otro desacierto, al calificarlos como polpotianos''.

El legislador apuntó que ``todo hombre de bien está obligado a rectificar cuando considera que sus juicios no fueron correctos'', y en ese sentido, precisó que sin importar que la contraparte incurra en insultos, porque ese es un problema del otro, es incorrecto responder también con insultos.

Expuso que se sentiría mal si no hubiera actuado como lo hizo en San Cristóbal de las Casas, el pasado día 19, cuando expresó públicamente su protesta por las recriminaciones de la delegación del EZLN a la Cocopa, por la acusación de que los legisladores actuaban de manera racista y porque no se les permitió hablar y menos explicarse.

Sin embargo, Payán Velver afirmó: ``Me siento mal por el exceso, por haber contestado una ofensa con otra, que no ayuda en nada en las relaciones entre la Cocopa y el EZLN''.

Con varios días y noches de por medio, Carlos Payán advirtió que no refrenda los calificativos de polpotiana y antidemocrática a la dirigencia del Ejército Zapatista. ``No corresponden a la realidad y no los continuaría suscribiendo'', precisó.

El legislador resaltó que desde un principio reconoció que el levantamiento zapatista tiene profundas raíces originadas en la explotación, el atraso y la desigualdad en que se mantiene, no de ahora sino de siempre, desde hace 500 años, a los indígenas chiapanecos, cuya situación ha ido empeorando.

En otra parte de la entrevista, rechazó que el PRD o los integrantes de la Comisión de Concordia y Pacificación lo hayan presionado o recriminado por las declaraciones que fueron conocidas en México y varios países del mundo. ``No, lo que he recibido son muchas muestras de solidaridad de mis amigos; son ellos quienes me han repetido: estuvo bien la protesta, pero se te pasó la mano''.

Payán dio otra fumada a su cigarro y resaltó que en el segundo encuentro de la comisión legislativa con los comandantes Tacho, David y Zebedeo, y el mayor Moisés, él les dijo que antes había suscrito sus demandas, las suscribía en ese momento y las seguirá suscribiendo.

Después, agregó, ``hice entrega al mayor Moisés de una navaja de bolsillo que llevaba y le dije: aquí te entrego mis armas. Con ello les estaba dando un mensaje que trataba de aclarar los despropósitos''.

-¿Lo entendieron así los zapatistas?

-Creo que sí, no hubo por lo menos reproches; tampoco del lado de la Cocopa, y el mayor Moisés recalcó, quizá en alusión a las críticas de un día antes, que los zapatistas así son: ``Nosotros así somos, así hablamos, pero estamos por el diálogo y la paz'', nos recalcó, y eso es lo que debe resaltarse.

Hizo luego un análisis de lo que fue la reunión de los días 20 y 22, después de casi dos años sin comunicación entre los legisladores y la dirigencia del EZLN.

``Desde un principio, yo plantee que era equivocado esperar resultados espectaculares o que se resolverían todas las cuestiones del diálogo con el gobierno. Anticipé también que lo poco que se lograra era suficiente. ¿Y qué se logró? Que pese a los incidentes de todos conocidos, al final nos pudiéramos sentar a platicar, sin reproches ni de un lado ni de otro por lo sucedido. En la segunda cita, los zapatistas se manifestaron por el diálogo, con el cumplimiento de las cinco condiciones en que han insistido, y pidieron a la Cocopa que colabore a la realización de la consulta. La comisión, a su vez, planteó la necesidad de establecer una agenda común y mantener una comunicación permanente. ¡Esto es lo positivo¡ Lo fundamental es que el encuentro se logró, pero desafortunadamente la información se ha recargado en los incidentes del primer encuentro'', precisa Payán.

Añadió que tampoco está de acuerdo en que se hable de un fracaso de la Cocopa, por el hecho de que la delegación del EZLN no aceptó los documentos que el gobierno pretendía hacerles llegar vía ese organismo de coadyuvancia. ``Creo que los zapatistas piensan, con toda razón, que la Cocopa no es intermediaria, y no porque no se requiera una instancia de intermediación entre las partes en conflicto, sino porque la Comisión de Concordia y Pacificación pertenece al Congreso de la Unión y, por tanto, al Estado''.

Por esa condición, ``es difícil que una de las partes, específicamente el Ejército Zapatista, acepte que un instrumento creado por el Estado sea intermediario entre el propio EZLN y la otra parte en el conflicto, es decir, el Ejecutivo''.

Para el legislador, la Cocopa entrará a situaciones definitorias, ya que debe hacer una reflexión amplia, muy cuidadosa, sobre si puede o no colaborar en la consulta nacional sobre la ley indígena, a la que ha convocado el EZLN, además de determinar si hay otras propuestas que formular a fin de continuar en esa búsqueda de caminos hacia la paz.

Payán Velver consideró que tiene sentido esa propuesta zapatista de una consulta en todo el territorio nacional, para que haya una respuesta amplia de la ciudadanía a favor de la paz y del proyecto de ley elaborado por la Cocopa. Eso está claro y lo que habrá de definir es lo que la comisión puede hacer en función de la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Justa en Chiapas, señala.

Por otro lado, señaló que era inadmisible permitir que la delegación zapatista insultara a los integrantes de la Cocopa, los llamara racistas y les impidiera responder, pero ``creo que mi respuesta también es inadmisible''.

-¿Cambió su visión sobre el movimiento zapatista?

-No. Sería absurdo que por un desencuentro cambie toda una tesis sobre la vida, la política y todas las cosas que uno desea para su país. No lo cambio en absoluto, dije claramente que no era una crítica a los indígenas.

-¿En qué sentido es el planteamiento de revalorar su permanencia en la Cocopa?

-Al margen de la pasión y el enojo hay que ver si las acciones de uno pueden servir para el camino de la paz. Lo estoy analizando, estoy haciendo estas rectificaciones porque me parece que son correctas. Un hombre de bien debe hacerlas, no importa que el otro nos haya insultado, ese es un problema del otro. Por supuesto, reivindico mi condición de hombre que necesita entrar en el diálogo y la negociación, no en insultos.También creo que hay que trabajar incansablemente por la paz, porque pese al discurso gubernamental, en Chiapas hay una guerra de baja intensidad.

-¿Cree usted en la posibilidad de que se reanude el diálogo de la comisión legislativa y el EZLN, y después de éste con el gobierno?

-Sí, el diálogo es esencial. En una reunión con Gerry Adams, él nos dijo que se puede uno pelear de muchas maneras, pero hay que continuar con el diálogo. Yo suscribo eso, lo grave es no poder discutir. Pero insisto, lo que ocurrió en San Cristóbal es un incidente lamentable pero superable.