El ajuste obligará a casas de estudios a reconsiderar prioridades: ANUIES
María Esther Ibarra/ II y última Ť La decisión de cancelar el presupuesto de inversión a las cuatro instituciones federales --UNAM, UAM, UPN e IPN-- no responde a políticas de organismos internacionales, que pugnan porque las universidades de los países en desarrollo dejen de hacer investigación y se concentren exclusivamente en tareas docentes.
``Esa medida fue una consecuencia de una determinación difícil de cómo lograr un sistema universitario homogéneo, a través de asignar recursos a la casas de estudio estatales que tienen diferentes niveles de desarrollo que las federales'', recalcó Julio Rubio Oca, secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
La aclaración responde a que tanto la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) como el Banco Mundial han recomendado que los investigadores de las instituciones de educación superior participen más en funciones de docencia.
En este sentido se le pregunta, en entrevista con La Jornada, si esa recomendación implica que el país deje de fomentar la investigación que realizan las universidades públicas para con ello importar tecnología.
Desde su perspectiva, no es una vía para, poco a poco, desmantelar la investigación que llevan a cabo en mayor porcentaje esas instituciones federales. En este sentido insta a hacer un lado las ``versiones dicotómicas'' de que el dar clases resta tiempo a los académicos para la investigación''.
En el contexto de las restricciones presupuestales al sector educativo superior, Rubio Oca reitera que éste será el más castigado por la carencia absoluta de financiamiento para sus actividades de inversión. ``Por lo que --consideró-- se dejarán de adquirir, entre otras cosas, insumos y equipos para investigación, lo que repercutirá en la paralización de obras y la cancelación de proyectos y programas académicos. Sin embargo --agregó--, la investigación es un medio y no un fin en sí mismo''.
Es decir, explicó, ``en cualquier institución de educación superior, la generación y aplicación del conocimiento se deben entender como un medio para formar mejor a los jóvenes y mantener actualizado al personal académico. Otra cosa sería si se tratara de un centro de investigación, donde ésta sí tendría sentido considerarla como un fin''.
--Pero en la UNAM, por ejemplo, existen centros e institutos de investigación, cuyas funciones están perfectamente delimitadas.
--Efectivamente, pero están enmarcados dentro de una institución de educación superior, cuya misión primera es formar recursos humanos. Por ello, la investigación debe cumplir con este propósito al propiciar que quienes la realicen hagan al mismo tiempo su tareas e impartan clases.
En opinión de Rubio Oca, lo que requieren los investigadores es organizar su agenda para destinar tiempo a la docencia, a la investigación y a la gestión universitaria.
Por lo tanto, acotó, ``quienes somos investigadores tenemos un compromiso con las actividades docentes y no podemos considerarlas como una carga o un distractor''. Para Rubio Oca la participación de los investigadores en el área de docencia garantiza que los profesores estén actualizados y evita poner en marcha -``como lo hemos hecho en las últimas décadas''--programas de capacitación de profesores.
Es más , aseguró, ``si se analiza la historia de los premios Nobel, éstos siempre han dado clases en los primeros años de la licenciatura. De tal suerte, que no podemos concentrarnos simplemente en el posgrado o en las últimas etapas de la licenciatura''.
Y agregó: ``Hay que propiciar que quienes tienen el mejor bagaje de conocimiento y una trayectoria de calidad, estén navegando en los programas de estudio a todos los niveles, desde los primeros años de la licenciatura hasta las etapas terminales de los programas de posgrado y en la dirección de tesis de doctorado, funciones que deben recaer en los investigadores''.
Rubio Oca insiste en que la participación de los investigadores en tareas docentes es vital porque ``no siempre en el primer año de los estudios de licenciatura, les proporcionamos a los estudiantes cursos con los mejores profesores. Ese primer año --donde está concentrada una parte muy importante de la matrícula-- es determinante para reforzar o destruir las vocaciones'', expuso.
Reiteró que con cero pesos para inversión, las cuatro instituciones federales tendrán que hacer ajustes a sus presupuestos internos. En el caso de la UNAM, citó como ejemplo, su sistema bibliográfico --que ``es el más importante no sólo en el país sino en Latinoamérica''--tiene el peligro de enfrentar rezagos de magnitudes importantes. En la UAM, su rubro de obras por igual resultará afectado, sobre todo cuando apenas este año logró concluir sus instalaciones propias para la Rectoría.
``Estamos ante una situación verdaderamente difícil, porque la falta de esos recursos, los 2 mil millones de pesos que -- repitió-- son como una cuarta centésima del producto interno bruto, ocasionará rezagos, cuyos efectos serán cuantitativa y cualitativamente mayores a los actuales''.
``Nos gustaría tener el proyecto de presupuesto federal disgregado para poder identificar en dónde habría posibilidades de ajustes, para complementar los recursos del sector educativo'', indicó.