Solicita amparo Luengo contra el ``hostigamiento'' de la Procuraduría
Roberto Garduño Ť El abogado Eduardo Luengo Creel presentó una solicitud de amparo ante el juzgado décimo segundo de distrito en materia penal, para ``defender mis derechos que como ciudadano y como abogado tengo'' de acuerdo a los artículos sexto y séptimo de la Constitución que resguardan la libertad de expresión, y de esa forma enfrentar el ``hostigamiento y persecución'' de la Procuraduría General de la República (PGR).
El defensor de Raúl Salinas de Gortari se presentó a declarar el pasado 11 de noviembre ante el Ministerio Público en relación con los comentarios que criticaban la actuación de la fiscalía que sigue el caso de su cliente, los cuales provocaron una airada respuesta pública de la Procuraduría General de la República.
El día de la comparecencia, el penalista entregó una declaración escrita -a la que La Jornada tuvo acceso- y en la que explica que su solicitud de amparo no obedece a enfrentar ninguna acción penal, porque no se trata de un delincuente, sino a ``defender mis derechos como ciudadano y como abogado, de acuerdo a los artículos sexto y séptimo de la Constitución''.
Esos postulados refieren que ``la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público; el derecho a la información será garantizado por el Estado... Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia''.
Eduardo Luengo expresó entonces por medio de su declaración escrita que ``simplemente quiero hacer valer mi derecho constitucional'' frente a la actitud de la Procuraduría General de la República que ha ocupado, incluso, boletines de prensa para exclusivamente interpelar la postura del penalista.
Refiere en su explicación que no presentó el amparo por haber cometido algún delito, sino para enfrentar ``el hostigamiento y la persecución que pretende coartar mi derecho a declarar''.
A últimas fechas la PGR se ha inconformado con la actividad del defensor de Raúl Salinas, pues éste envió una carta pública a los medios de comunicación, en la que declaró ``que la abogacía no se ejerce de rodillas'' ante la autoridad.