Rechaza que el ajuste fiscal sea para cubrir el rescate financiero
Antonio Castellanos Ť Los ajustes al gasto público no pueden ser permanentes, afirmó ayer el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, y al defender el gasto de un billón 23 mil 438 millones de pesos para 1999, manifestó que es insuficiente para responder a los reclamos legítimos de la población.
El funcionario dijo a los diputados reunidos en el salón de plenos del Palacio Legislativo, que ``no hay espacio para que el beneficio de algunos se sustente en la marginación de otros'', y rechazó que el ajuste fiscal sea para cubrir el costo adicional de los programas de saneamiento financiero.
Los subsecretarios de Hacienda, Martín Werner y Tomás Ruiz, respaldaron al titular de la dependencia e indicaron que todas las propuestas para modificar el programa serán escuchadas, incluidas las referentes al impuesto al servicio telefónico. Se mantendrá el equilibrio fundamental de la economía para no poner en riesgo el empleo y el crecimiento, precisó Werner.
A este respecto, Gurría Treviño afirmó que se deberá respetar el nivel de ingresos que apruebe el Congreso. En caso de que se definan asignaciones mayores a determinados rubros, será necesario identificar otros a los cuales se les deba reducir su asignación, y expresó su seguridad de que el proyecto de presupuesto será enriquecido con las observaciones de los diputados.
Al dirigirse a los legisladores, el secretario indicó que la gobernabilidad democrática en México debe ir más allá de la administración de las tensiones y encontrar en la deliberación pública responsable el camino al bienestar. ``La función esencial del Estado se refleja en este presupuesto que promueve el crecimiento, el empleo y el gasto social'', recalcó.
El gasto público en 1999, agregó, fortalece el federalismo, el desarrollo social, el combate a la pobreza, el desarrollo rural integral, la seguridad pública, la seguridad social y la inversión.
Es claro, dijo, que no podemos proponer un incremento de los egresos sin asegurar su financiamiento, como tampoco podemos proponer un fortalecimiento de los ingresos sin atender su destino.