La Jornada 26 de noviembre de 1998

Minar credibilidad del IFE en comicios presidenciales, meta priísta: García Villa

José Antonio Román Ť Con su retiro del Consejo General del IFE, el PRI desarrolla un estrategia para ``desacreditar'' al instituto con el fin de que éste llegue minado en su credibilidad a las elecciones presidenciales del año 2000, afirmó Juan Antonio García Villa, representante del Poder Legislativo ante ese órgano electoral.

Dijo que desde el punto de vista técnico, el IFE puede vivir sin el PRI, pero qué mejor que estén todos los actores o protagonistas incorporados a los distintos órganos electorales. Por ello, agregó, hizo un llamado a que el Revolucionario Institucional medite y deponga su actual actitud y se reincorpore a al seno del organismo.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda, sostuvo que la actitud priísta es sumamente contradictoria e incongruente. Por un lado, dijo, pide respeto a la legalidad, pero por el otro socava la credibilidad del instituto, que ha costado mucho trabajo construir y que es resultado de su apego a la legalidad.

Incluso, mencionó que ha sido el PRI quien critica y descalifica a aquellos actores políticos que se levantan de la mesa y que interrumpen el diálogo político. Y hoy, es precisamente ese partido quien hace lo mismo que ha criticado, demostrando un alto grado de inmadurez.

Ambos legisladores panistas fueron entrevistados por separado en los pasillos de la Secretaría de Gobernación, donde participaron en varias reuniones. Coincidieron en que la intención del PRI es minar la credibilidad del IFE, con lo cual violan también la disposición del Código Electoral de que los partidos se abstengan de socavar las instituciones públicas del país.

Hay que recordar que en la sesión extraordinaria del pasado 16 de noviembre, el PRI decidió abandonar indefinidamente el Consejo General del IFE ante la decisión de la Junta Directiva de turnar a la Comisión de Fiscalización la queja del PRD para investigar los gastos de financiamiento público del tricolor en el proceso electoral de 1994.

García Villa señaló que en realidad lo que molesta al PRI es la imparcialidad con que se han conducido los consejeros electorales y, en general, el Consejo General del IFE. Prueba de ello, dijo, es que el proceso electoral de 1997 ha sido el más transparente, el que menos inconformidades ha generado y que provocó finalmente, en términos generales, la confianza de la ciudadanía en el IFE y su trabajo.

En tanto, el diputado Santiago Creel, quien también se desempeñó en algún momento como consejero electoral, apuntó que las instituciones públicas del país están abiertas a que las diferencias sean dirimidas dentro de los cauces de la ley, pero no a través de hacer todo un escándalo público, desgastando a las instituciones que --como el IFE-- ha costado mucho construir.

``Como de un plumazo, el PRI quiere echar para atrás esto y regresar a las viejas épocas de la autoridad electoral en manos del gobierno. Eso ya no puede ser, tenemos que consolidar la autonomía del IFE, respetando lo que ahí se decida y a los miembros integrantes del Consejo General, y sobre todo mostrando respeto a la institucionalidad del país'', apuntó el ex consejero Creel Miranda.