El militar rompió en llanto tras conocer el veredicto de los lores
Reuters, Dpa, Afp y Ap, Londres, 25 de noviembre Ť Un silencio sepulcral, tenso, invadió la sala de la Cámara de los Lores, poco después de que el reloj marcara las 14 horas locales, mientras los magistrados comenzaban a ocupar sus lugares, pero instantes después, al conocerse el fallo adverso a Augusto Pinochet, el júbilo estalló.
Como una victoria fue considerada por una multitud de chilenos, abogados internacionalistas, defensores de los derechos humanos y simpatizantes europeos la revocación de la ``inmunidad absoluta'' de que gozaba hasta ahora el ex dictador chileno, y comenzaba la algarabía en una fiesta improvisada en la que no faltó champagne.
La expectación había ido creciendo poco a poco pues el fallo de los cinco jueces comenzó a ser conocido uno a uno, como en una especie de serie de penales de un partido de futbol, donde los dos primeros tiros fueron a favor de Pinochet, los dos siguientes en contra, y el último y decisivo --que contuvo la respiración-- lo sepultó.
La fiesta había comenzado tanto ante el Parlamento británico como frente al Grovelands Priory Hospital, en cuyo interior se encontraban Pinochet y su familia; allí el ex dictador recibió la noticia por televisión y le fue confirmada por sus abogados, por lo que no pudo evitar romper en llanto.
Aunque sus seguidores, que no pudieron ocultar su frustración e impotencia, afirmaron que habían recibido el veredicto con calma, e hicieron un llamado a continuar la lucha para conseguir su retorno a Chile, donde ni una hoja se movía sin su consentimiento, según dijo en una ocasión.
Ahora, cuando la suerte parece estar echada, la última palabra la tiene el ministro británico del Interior, Jack Straw, quien tiene de plazo hasta el miércoles 2 de diciembre para decidir si da lugar a la solicitud de extradición de España, donde el juez Baltasar Garzón acusa a Pinochet de genocidio, terrorismo de Estado y torturas.
``Tomaré mi decisión en el respeto del derecho y según el calendario previsto por la ley'', declaró Straw a la televisión británica tras conocer el fallo definitivo de los lores; el ministro todavía tiene la posibilidad de pedir la postergación de la fecha para emitir su pronunciamiento, si así lo requiere.
Un portavoz del gobierno inglés señaló que la decisión de Straw no será política, sino que ``estará basada en consideraciones estrictamente jurídicas''.
En cualquier caso, el ministro igual puede invocar consideraciones ``humanitarias'' y optar por expulsarlo del país, aunque ahora se halla ante presiones mayores.
Pero si el ministro se inclina porque continúe el proceso, entonces el caso sería tomado por el juez Graham Parkinson, y lo siguiente es que la instrucción podría ser muy larga, entre seis meses y un año, pues los defensores tendrían la posibilidad de apelar en numerosas etapas del proceso.
Amargo cumpleaños
Como quiera que sea, hoy Pinochet celebró su cumpleaños 83 con la mala nueva, cuya pesadilla comenzó con su detención el 16 de octubre ante requerimientos de Garzón.
Pero, fue una hernia lumbar lo que obligó al ex dictador a viajar a Londres, donde se operó en una clínica privada.
Lo cierto es que el ex gobernante de facto solía visitar a su amiga Margaret Thatcher para comer con ella galletitas y tomar el té.
Por eso, como ocurrió tras su detención, nuevamente hoy la ex primera ministra abogó en su favor al pedir al gobierno de Tony Blair que lo libere por ``compasión'', pues está ya ``viejo, frágil y enfermo''.
Thatcher dijo que el veredicto de los magistrados coloca la suerte del senador vitalicio chileno en manos del gobierno.
``Sigo estando convencida que es interés tanto de Chile como de Gran Bretaña permitirle regresar a Chile, lo que puede ser decidido por el ministro del Interior'', apuntó.
Al igual que la otrora dama de hierro, que antes había apelado al hecho de que Pinochet estuvo de su lado durante la guerra de las Malvinas, el líder de los conservadores, William Hague, exhortó al ministro Straw a que autorice el regreso de Pinochet a su país para que ``este asunto se termine''.
Mientras, hubo también estallidos de júbilo en Madrid, en donde el gobierno español de José María Aznar dijo que respetaba la decisión de la Cámara de los Lores de retirarle la inmunidad al ex dictador, que antes le concediera un tribunal superior, por lo que se ajustará a los ``procedimientos legales establecidos en el Reino Unido''.
Aznar declaró que no se han registrado amenazas contra intereses españoles en Chile por este caso y estimó que no los habrá, al tiempo que el ex gobernante Felipe González manifestó que ``25 años después digamos que Allende tenía razón, cuando decía que más temprano que tarde se abrirán las alamedas por donde pase el hombre nuevo''.
La Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento español instó al gobierno de Aznar a facilitar las gestiones judiciales y tramitar ``con la mayor diligencia'' la extradición a España de Pinochet.
A la par, el juez Garzón, quien tiene en sus manos el sumario sobre los crímenes de la dictadura chilena y la Operación Cóndor, expresó su beneplácito.
El gobierno de Suiza dijo que mantenía su demanda de extradición pero dando prioridad a España, a su vez Bélgica lanzó una orden de detención contra el ex dictador y Suecia anunció que estaba considerando pedir la extradición.