La Jornada 25 de noviembre de 1998

``México gana'' con el plan económico de 99, afirma Gurría

Antonio Castellanos Ť El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Angel Gurría, afirmó ayer ante los diputados que con el programa económico para 1999, que incluye el aumento al precio de la tortilla y la gasolina, así como el impuesto al servicio telefónico, ``México gana''. Y mostró su extrañeza por aquellos que ``dedican recursos y esfuerzos a denunciarlo''.

Manifestó que se equivocaron quienes pronosticaron una recesión y aseguró que es factible que el producto interno bruto crezca arriba de 4.6 por ciento en 1998, aunque reconoció que en 1999 el precio del petróleo se mantendrá deprimido, que el acceso al financiamiento estará restringido y que las exportaciones podrían reducirse, al desacelerarse las economías de los socios comerciales de México.

El funcionario defendió ante el pleno de la Cámara de Diputados la política de ingresos del régimen y expresó que el aumento en la recaudación con base en las medidas propuestas provendrá, fundamentalmente, de los sectores de mayor capacidad económica. No se trata, recalcó, de cuentas alegres; se habla con la verdad.

Afirmó que 82 por ciento de la recaudación adicional que se espera obtener provendría de 10 por ciento de la población con más altos ingresos y que el gasto público se concentrará en los sectores de menor ingreso. Se puede afirmar que el programa representa uno de los mayores esfuerzos en muchos años para mejorar la distribución del ingreso y confirma su objetivo social, acotó.

México gana, explicó, porque se atiende con realismo y transparencia los problemas. Crece el gasto social, en particular el dirigido al combate a la pobreza extrema y al desarrollo rural; se protege la generación de empleos y se toman medidas para promover la inversión tanto de las pequeñas como de las grandes empresas.

Gurría expresó que en 1998 fue necesario adoptar medidas difíciles ante el deterioro del entorno externo y hubo quienes las criticaron bajo el argumento de que se generaría una recesión. Sin embargo, añadió, hoy la proyección de 4.6 por ciento para el crecimiento de la economía será superada. En octubre se crearon más de 70 mil empleos y al 15 de noviembre se habían dado de alta en el Seguro Social 871 mil 929 trabajadores, puntualizó.

Sostuvo que ello confirma que si se toman medidas oportunas, por difíciles que sean, la confianza se fortalece en lugar de afectarse y enfatizó que el presupuesto propuesto pretende proteger el crecimiento, el empleo y el gasto social, porque parte de la premisa de que no puede haber una auténtica política social sin un fundamento económico real, sólido y estable.

Explicó que tres criterios norman el programa presentado por el Ejecutivo: evitar las crisis recurrentes, establecer condiciones para enfrentar los fenómenos adversos en los mercados internacionales y responsabilidad y prudencia para formular el presupuesto.

Sobre este último, Gurría indicó que si bien el gasto programable será el más bajo en las últimas dos décadas, el volumen de los recursos destinados al sector social será mayor en 1999 con respecto al año que concluye. Ello habla del carácter redistributivo del programa económico, planteó.

Equidad, elusión y evasión

El titular de las finanzas nacionales explicó que la revisión tributaria que se propone avanza en cuatro vertientes: equidad, fomento a la inversión, federalismo y recaudación. En relación con la equidad, es claro el reclamo de la sociedad para aprovechar los instrumentos tributarios con el fin de lograr ese objetivo.

Y abundó: ``El mejoramiento en términos de equidad se ilustra claramente con el impuesto telefónico. La propuesta se apoya en la estimación de que la recaudación provendrá mayoritariamente de los grupos de ingresos más altos de la población''.

Así, abundó, mientras que para 10 por ciento de la población con más altos ingresos este impuesto representaría poco menos de un punto porcentual de su gasto, para 50 por ciento con menores ingresos equivaldría a una décima de un punto porcentual. De esta manera, 48 por ciento de la recaudación por uso residencial sería aportado por el primer grupo, en tanto el segundo contribuiría con apenas 8 por ciento, precisó Gurría.

Consideró que el incremento de 15 por ciento a los precios de las gasolinas ofrece características muy similares. Es decir, concentra la recaudación en los estratos de más altos ingresos. El 79 por ciento del consumo de gasolinas lo realiza 30 por ciento de la población de ingresos más elevados, informó.

El secretario de Hacienda hizo ver que las reformas propuestas al impuesto sobre la renta también pretenden lograr mayor equidad. Se establece una nueva tasa de 37.5 por ciento a aquellas personas cuyo ingreso anual exceda de 1.5 millones de pesos y una de 40 por ciento para quienes ganan más de 2 millones de pesos, precisó.

Indicó que la equidad implica el combate de la evasión y elusión fiscales y las destinadas a incrementar la participación en la recaudación fiscal de quienes se desempeñan en actividades del sector informal. En las primeras, externó, es impostergable adecuar el régimen fiscal, fortalecer las facultades de fiscalización de la autoridad y adoptar una serie de medidas para estimular el cumplimiento voluntario de los contribuyentes.

Para concluir, invitó a los legisladores a avanzar con responsabilidad en beneficio de México y expuso que un sistema tributario que permita un financiamiento sano del gasto público es la mejor garantía para la estabilidad política y social del país; ésta, a su vez, es la condición sustantiva para alentar la inversión y el empleo.


Angeles Cruz Ť El recorte presupuestal en salud para 1999 impactará negativamente en la expansión de infraestructura y modernización de equipos del ISSSTE y la Ssa. La reducción en el rubro de inversiones del sector será de 23.5 por ciento real, indica el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación.

Así, aunque en términos reales los recursos asignados a salud y seguridad social en su conjunto aumentan 6.5 por ciento con respecto a 1998, las dependencias señaladas tendrán que conformarse con dar mantenimiento a las instalaciones actuales y equipar los servicios del primer nivel de atención.

En el IMSS, por el contrario, el programa de inversiones 1998-2000 comprende, entre otras partidas,14 millones de pesos, provenientes del préstamo del Banco Mundial al gobierno de México para apoyar la reforma del instituto. Por esta razón, el presupuesto de egresos para la construcción de clínicas y hospitales en el sector salud, en su conjunto, registra un incremento de 14 por ciento real con relación a 1998.

La propuesta gubernamental que actualmente es analizada por la Cámara de Diputados explica que el recorte a las inversiones en infraestructura en las instituciones que atienden a los trabajadores del Estado y a sus familias, así como a la población abierta, se debe a la prioridad otorgada a mejorar las percepciones del personal y a fortalecer el gasto para la adquisición de medicamentos y material de curación.

En un contexto de austeridad económica, señala, se decidió que tanto el ISSSTE como la Ssa difieran sus proyectos de expansión de infraestructura e incorporación y sustitución de equipos. Así, el presupuesto en esta materia para el próximo año asciende a 2 mil 757.4 millones de pesos, equivalente a una disminución de 23.5 por ciento real con respecto a 1998.

El proyecto de presupuesto plantea asignar 188 mil 790.3 millones de pesos al gasto en salud y seguridad social, con lo cual se atenderá la salud de 93.6 millones de personas (96.9 por ciento de la población total).