La Jornada 25 de noviembre de 1998

Peregrinaje religioso a la tumba de José Alfredo en Dolores Hidalgo

Pablo Espinosa Ť Dolores. Tumba. Canciones. Brindis. Plazas nuevas. Placas. Videos. Marketing. Y cultura nacional.

Ayer se conmemoró, en Dolores Hidalgo, en varias ciudades del mundo y en la capital mexicana, el primer cuarto de siglo luctuoso de uno de los emblemas nacionales.

A Dolores Hidalgo, Guanajuato, reporta el corresponsal Juan Manuel Carrillo, llegaron de todas partes del país, en peregrinaje religioso, al pie de la tumba del autor de, entre otras frases cuasi aforismos, cuasi haikús, ``llegó borracho el borracho'', breves multitudes. Ausentes, en cambio, los artistas de la tele y el cine. Aunque se habían anunciado luminarias, familiares de José Alfredo se quedaron esperando a los famosos y en ausencia de los ``grandes'', informa el colega Carrillo, cantaron Juan Pedro, un niño de 8 años, originario de Silao, doña María Asunción, mujer campesina de Ocampo, María Elena, hija de Lola Beltrán y Carmen Cardenal, todos ellos al pie del mausoleo encima del cual se lee, retando al tiempo: ``La vida no vale nada''.

Los famosos prefirieron acudir, en cambio, a donde estaban los reflectores, las cámaras, las libretas, los prestísimos chicos de la prensa: anteanoche en -dirían los clásicos- conocido restaurante del sur de la ciudad de México desfilaron Lucero, Marco Antonio Muñiz, descendientes del compositor, ``invitados especiales'', meseros, clientes, funcionarios y buena parte de una novísima clase política: los magos del marketing, los beneficiarios del bisne del espectáculo.

El motivo de la reunión tenía visos de homenaje, recordatorio, conmemoración pero resultaron evidentes, a final de cuentas, las intenciones mayoritariamente pecuniarias. Se presentó ``el disco del siglo'', bajo el título José Alfredo Jiménez... Y sigue siendo el rey, álbum doble con dos docenas de canciones de José Alfredo Jiménez a partir de grabaciones originales del autor, manipuladas electrónicamente de manera que El Rey aparece haciendo duetos por igual con el tenor Plácido Domingo que con inventos de la industria como Lucero, Cristian, Thalía y Di Blasio, entre otros supuestos músicos.

Mientras se pone a la venta, cosa que ocurrirá el 30 de noviembre, el mercadeo inició con el ``lanzamiento'' --es decir la profusión forzada en radio y tele-- de un ``sencillo'': la canción Si nos dejan a dúo entre José Alfredo y Lucero.

Mientras tanto, en el este de Los Angeles fue inaugurada la Plaza del Mariachi, en Garibaldi fue develada una placa y ayer, en el Museo de Culturas Populares (Hidalgo 289, Coyoacán), se inauguró la exposición Y sigue siendo el rey, homenaje a José Alfredo Jiménez.