ASTILLERO Ť Julio Hernández López
El presidente Zedillo tenía razón ayer, en Colima, al pronunciarse contra quienes pretenden ver color de rosa el alrevesado y negro panorama económico nacional e internacional.
A centenares de kilómetros de donde se pronunciaba la nueva acometida oratoria presidencial en defensa de la asfixiante política económica en curso, un personaje barbado se montaba sobre los hacendarios ojos un par de espejuelos color de rosa: ``México gana'', dijo con brevedad publicitaria para sintetizar los beneficios del programa económico restrictivo que el gobierno federal pretende imponer a los mexicanos en 1999.
México gana, dijo José Angel Gurría, el secretario de Hacienda, luego de referir ante diputados federales las circunstancias internas y externas adversas que están llevando al gobierno a aumentar precios y tarifas en productos básicos como la gasolina y la tortilla, y a proponer aumentos en impuestos, como por ejemplo el de servicio telefónico.
La avasallante victoria nacional (de acuerdo a las estimaciones del siempre alegre secretario, cuyas frases ligeras son ya proverbiales) llevará a los mexicanos a tener más pobreza, a incrementar los índices delictivos y a rasgar aún más el tejido social. Pero, ``México gana''.
Tal visión triunfalista permea todo el discurso oficial. La nación deshaciéndose, pero los tecnificados conductores de la política económica están totalmente convencidos de que su accionar es correcto y hasta patriótico. No hay otra salida, aseguran una y otra vez, como si en el expediente nacional no hubiese el registro de las múltiples ocasiones en las que, prometiendo lo mismo, alegando lo mismo, se llegó a los mismos resultados de inflación, recesión, devaluación, empobrecimiento.
En tal línea de argumentación, el presidente Zedillo aprovechó la visita de ayer a Colima para reiterar su convicción de que sus decisiones económicas son correctas, aunque en estos momentos parezcan y sean dolorosas, y para nuevamente enderezar críticas contra quienes se oponen a tales decisiones.
La tesis del Presidente es que, si él viese las cosas ``color de rosa'', y tomase decisiones a partir de tan suave percepción cromática, entonces se abstendría de recetar a los mexicanos los difíciles tragos actuales pero, debido al equívoco de visualización, entonces vendría una crisis económica grave, y las consecuencias serían mucho peores.
Por ello, el Presidente considera demagogos y oportunistas a quienes piensan diferente, y estima falsas y convenencieras las posturas que le son adversas.
Habrá que ver cuáles de todas esas características le endilgaría el Presidente a un secretario que considera que con todo el desbarajuste actual, y con las medidas que ahogan hoy a todo el paísÉ ``México gana''.
Ni clerical, ni confesional, ni de derecha
El PAN ha recibido un regalo envenenado. Su presidente nacional, Felipe Calderón Hinojosa, podrá compensar el vapuleo que ha recibido de varios de sus compañeros -por los malos resultados electorales recientes- con la satisfacción de haber sido nombrado vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana.
Lo malo para el jefe de la plantilla de ``niños'' que ha conducido al blanquiazul a derrotas comiciales que hubiesen sido evitables, a juicio de algunos de sus correligionarios, es que el nombramiento internacional coloca al PAN en un posicionamiento que ha tratado de rechazar con insistencia en los últimos años.
Por ello, el secretario de Relaciones Internacionales del comité nacional panista, Carlos Salazar, ha planteado, según nota de Juan Manuel Venegas publicada en La Jornada, la petición de que el citado organismo cristiano cambie de nombre. La pretensión de que el producto cristiano cambie de etiqueta aunque no de contenido, se origina en el deseo panista de que no se les identifique como un partido clerical, confesional o de derecha. El PAN es, asegura Salazar, un partido de centro demócrata. Amén.
El sano escepticismo
Las noticias policiacas espectaculares han comenzado a perder fuerza debido a la gran frecuencia con la que los hechos anunciados como positivos resultan a la postre meras manipulaciones políticas grupales o esfuerzos amañados de autoridades que desean aparentar resultados positivos para justificar sus tareas.
Por ello es que los ciudadanos mantienen siempre una necesaria dosis de escepticismo cuando se enteran de acciones impactantes y cuando escuchan declaraciones grandilocuentes de procuradores, jefes policiacos y demás plantilla de presuntos combatientes contra el crimen. El ciudadano ha sido golpeado informativamente con asiduidad por detenciones, revelaciones, filtraciones y delaciones que luego son contradichas, rehechas o confirmadas, en una espiral para cuyo seguimiento se requiere una aplicación doctoral.
Así, la redada contra policías delincuentes es un hecho que en primera instancia parece altamente plausible. Pero luego entran las naturales desconfianzas de origen político.
El golpe dado el lunes pasado pareciese más bien pretender convalidar las políticas definidas en Bucareli sobre la materia y, en particular, la llegada del subsecretario Jesús Murillo Karam. Pronto veremos si acaso los expedientes comienzan a perder fuerza, las acusaciones se desvanecen y la algarabía de hoy se convierte en una más de las maniobras noticiosas que tanto se han producido en los años recientes, sobre todo de 1994 a la fecha.
Desde luego, nada será tan grato para los ciudadanos como comprobar que las autoridades del ramo están trabajando a fondo y de verdad, sin derivaciones futuristas ni promociones grupales.
Astillas: Se autocalifica Roberto Madrazo Pintado como un precandidato fuerte para la Presidencia de la República. Todavía más fuerte sería, en esa línea de especulación, la precandidatura de Carlos Cabal Peniche para que fuese secretario de Hacienda si el gobernador de Tabasco llegase a Los PinosÉCarlos Rojas enarbola la bandera de la resistencia civil en Tlaxcala, donde siguen las protestas de un grupo de priístas que no dio el salto a tiempo para acomodarse con el candidato que el tricolor presentó a nombre del PRD y que finalmente ganó la gubernaturaÉ Ha declarado oficialmente el presidente del Episcopado Mexicano, Luis Morales, que la Iglesia católica no aceptaría la designación de intermediaria en el conflicto chiapaneco. La posición formal es clara, pero no es posible desconocer que, en los hechos, los aparatos políticos eclesiástico y gubernamental se mueven activamente en busca de soluciones que le permitan al papa Juan Pablo II mostrar sus dotes de negociador durante su visita a México. Tales movimientos son, como los verdaderamente importantes que realiza la Iglesia, silenciosos, subterráneos y sin anuncios oficiales de por medioÉ A propósito de Iglesia, es llamativa la cantidad de voces de la cúpula eclesial que se han manifestado, en distintos tonos y con diversos matices, contra la política económica en curso y en especial contra los aumentos de impuestos. Igual atención merece la oposición empresarial, pues los argumentos usados no se refieren sólo a las consideraciones meramente mercantiles o laborales, sino al rumbo entero del país y a la manera como es conducido.
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