La Jornada 25 de noviembre de 1998

El alza a los combustibles, para financiar el gasto social: Téllez

Salvador Guerrero Chiprés Ť Sin el nuevo precio de las gasolinas -``que generará más de 19 mil millones de pesos en 1999''- no sería posible financiar el aumento al presupuesto para la política social, el mantenimiento de los programas de atención a la pobreza extrema y el incremento de 175 por ciento en los recursos destinados a seguridad pública, sostuvo el secretario de Energía, Luis Téllez Kuenzler.

El aumento a la gasolina y el desliz mensual permitirán ingresos que representan 4.6 por ciento del gasto propuesto para el desarrollo social, precisó. Era indispensable el ajuste ``para cerrar la ecuación'' requerida en unas finanzas públicas sanas y un déficit financiable primordialmente con ahorro interno, como lo sugirió la propia Cámara de Diputados, añadió el funcionario.

En entrevista, informó que se comunicó con los ministros de energía de los países árabes, quienes le manifestaron estar dispuestos a mantener el acuerdo de controlar la oferta de crudo. Consideró que el fenómeno de contrabando de gasolina en el norte y sur del país -presentado por la televisión- es antieconómico. ``Creo francamente que no es una cosa que en la práctica esté sucediendo. Los costos del transporte de combustible, con un tanquecito, simplemente no pueden ser negocio''.

Ante profesores, funcionarios y estudiantes, Téllez dijo que el ``especial énfasis en el gasto social'', que atribuyó al proyecto de presupuesto del Ejecutivo, presenta un incremento de 3.2 por ciento, a pesar de que los ingresos petroleros están cayendo y prevalece un esquema de gasto programable total del sector público ``que es el más bajo que se haya tenido en los últimos años''. Dijo que parte del aumento es notable en los rubros de programas de pobreza extrema, con un aumento global de 13 por ciento en términos reales, recursos destinados al sector rural que se elevan en 7.3 por ciento por encima del aumento inflacionario.

``Un punto fundamental del presupuesto, y que sin lugar a dudas es preocupación de todos los mexicanos, principalmente de los que habitamos las zonas urbanas, es la seguridad pública, respecto de lo cual hay un aumento de 175 por ciento real comparado con 1998'', indicó Téllez.

Durante el seminario Desafíos y opciones del sector eléctrico mexicano: los retos del nuevo siglo, realizado en las instalaciones del IPN en Zacatenco, el secretario de Energía explicó que los aumentos al gasto social y en seguridad pública requerían de financiamiento a través de las dos fuentes posibles, como llamó a las contribuciones fiscales y a los ingresos que provienen del sector energético, a través de exportación del petróleo y las ventas internas de combustibles.

Por ello ``era necesario complementar estos recursos, tanto fiscales como energéticos, para poder financiar el gasto que requiere el país con otros recursos para al mismo tiempo cerrar la ecuación y tener un balance fiscal con un déficit de 1.25 por ciento del PIB. Esta ecuación, la única forma de cerrarla era tomando una medida compleja que sin lugar a dudas iba a suscitar controversias: aumentar los precios públicos; por eso hubo un aumento de 15 por ciento al precio de las gasolinas'', expresó.

Sin la medida, ``no hubiéramos podido cerrar el déficit como el que planteó el gobierno federal a consideración del Congreso de la Unión, y sin lugar a dudas el no tener unas finanzas públicas sanas y financiables con recursos que produce el país con el ahorro interno y el ahorro externo disponible'', el cual, pronosticó, será más caro que el utilizado en los tres últimos años.

De no hacerse así, insistió, se habrían presentado consecuencias sobre la tasa de inflación, en los costos financieros de las empresas ``y sobre el bienestar, los costos financieros y los costos de los bienes para las familias''. Estimó que el gasto que podrá realizarse con los recursos provenientes del aumento a las gasolinas representan, por sí solos, lo que se requeriría para dar educación básica a 3.5 millones de mexicanos.

``Son recursos necesarios que permiten una redistribución del ingreso, el aumento en el capital humano, ya que muchos mexicanos en este momento no tienen acceso a niveles de nutrición mínimos que requiere el desarrollo de cualquier persona'', justificó Téllez.