La Jornada 23 de noviembre de 1998

Se necesitan hoy 4 veces más horas de trabajo para comprar la canasta básica

Elizabeth Velasco C. Ť Mientras en 1987 eran suficientes ocho horas de jornada laboral para adquirir una canasta básica de alimentos, a finales de este año los trabajadores requerirán emplearse 34 horas en promedio para obtener los bienes de consumo más elementales, sin incluir satisfactores como vivienda, salud, educación, vestido, calzado y cultura, señala en un estudio el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM.

En tanto, la Universidad Obrera de México (UOM) advierte que el país se encuentra de nueva cuenta al borde de una crisis similar a la desencadenada con la devaluación de diciembre de 1994, debido a la dependencia estructural que mantiene la economía con el exterior, lo cual se traduce en un déficit en la balanza comercial de 738 millones de dólares en el primer semestre de este año, aunado al servicio de la deuda externa que, otra vez, es financiado en lo fundamental por la inversión de cartera constituida con capital volátil o especulativo.

``Tal política incentiva la fuga de capitales, como sucedió en 1994'', advierte la UOM, tras señalar: ``A la presente administración se le adelantó dos años la crisis de fin de sexenio, superando todas las previsiones del gobierno y estableciendo un nuevo récord''.

En tal contexto, indica la UOM, las perspectivas para los trabajadores no son nada halagüeñas. En particular, por la persistencia de las políticas económicas gubernamentales, en las cuales el recorte presupuestal y la desaparición del subsidio a los últimos productos básicos que tenían precio oficial (tortilla, pan y leche) afecta no sólo las condiciones de vida de los trabajadores, sino también repercuten en la desaceleración del crecimiento económico, al disminuir posibles inversiones productivas.

En tanto, gobierno y empresarios insisten en aplicar una política deliberada para mantener contenidos los salarios mínimos y contractuales -no ofrecen más que un incremento de 13 por ciento al mínimo (3.9 pesos por día), a partir de diciembre próximo-, pese a que la sistemática pérdida del poder de compra se acelera antes de lo esperado.

Al respecto, Luis Lozano Arredondo, Agustín Avila, Irene Bautista y Javier A. Lozano, economistas del CAM, indican que mientras en diciembre de 1987 se podía adquirir con un salario mínimo -de 6.47 pesos- 32.4 kilogramos de tortillas, 28.8 litros de leche Conasupo y 129.4 pasajes del transporte colectivo en la ciudad de México y su área metropolitana, en noviembre de este año sólo pueden comprarse con el actual minisalario -de 30.20 pesos- 8.8 kilogramos de tortilla, 6.6 litros de leche y 20.1 boletos.

La UOM indica que tan sólo el retiro del subsidio a la tortilla provocará que ese producto aumente hasta 3.50 pesos el kilo a principios de 1999, por lo que el incremento total ascendería a 366.6 por ciento, en relación con el costo que tenía en diciembre de 1994 . El salario perdería así 57.42 por ciento (traducido en kilos de ese artículo de consumo básico).

De acuerdo con los estudios del CAM, con el salario mínimo de 1998 apenas se compra 14 por ciento de lo que se adquiría en 1976, y para regresar al nivel de ese año los minisalarios tendrían que crecer 280 por ciento. Los investigadores de ese centro de la UNAM estiman que la inflación a finales de este año cerrará en alrededor de 21 por ciento.

Según los estudios de la UOM, en los últimos cuatro años el mínimo perdió 35 por ciento de su poder adquisitivo, y para recuperarlo se requiere un incremento de 147.13 por ciento.