Torneo el 23 y 24 de noviembre, en el Camino Real

El backgammon, síndrome de Peter Pan

Arturo Cruz Bárcenas Ť Jugar backgammon es una pasión. Es un pasatiempo popular entre la comunidad judía --y a nivel mundial entre los más diversos sectores--, y en el seno familiar, aparte de la educación de los niños, se enseña a practicarlo. ``El juego es como el síndrome de Peter Pan. No quieres crecer. El jugador no acepta ni afronta responsabilidades; se la pasa jugando. No conozco otra actividad humana en la que puedas adivinar el futuro. Sabes, en contadas ocasiones, lo que va a pasar'', dice Rafael Correa Greaves, quien junto con Jorge I. Vargas Herrera organiza el Torneo sun roof México de backgammon, el 23 y 24 de noviembre, en el centro privado Le Club.

Insiste este émulo de Dostoievsky, quien también fue un jugador empedernido, en que hay momentos en que ``se sabe que viene el 5, el 4, el tiro X... ¡y sale! Como que lo sientes en tu estómago. ¡Es increíble! También es una forma de sadomasoquismo. Si alguien te está ganando, te está golpeando, literalmente. Es una mezcla increíble de todas las pasiones, donde demuestras mucho tu manera de ser. Si eres una persona corta de sentimientos, ruín, egoísta, mezquina, o si eres más suelto, más noble, también se nota. Es impresionante.

``Como lo conocemos ahora, el backgammon lo adaptaron los estadunidenses hacia los años 20. Traducida, la palabra quiere decir que te atrapan. Tú o yo tenemos que sacar una ficha del tablero. Ganas cuando sacas todas las fichas. Puede durar 2 segundos, 20 minutos. Una partida puede durar según los puntos a los que juegues''.

Nos indica Correa Greaves que en el Oriente se han encontrado familiares antiguos de los tableros de este juego, que en México tuvo un auge impresionante hacia mediados de los 70 y 80. Y lo mismo ocurrió en Francia, en Estados Unidos, pero después decayó, quizá por la crisis.

--¿Tú eres profesional?

--No, porque no vivo de esto. Me gusta. Es una pasión, es algo mágico, una pasión.

--¿Qué has dejado por el juego?

--Sí, sí, sí... cosas muy valiosas.

--¿Dinero, dejar de ver una mujer bonita?

--Sí, sí, sí... y deja de eso; hay personas que dejan su salud. El tiempo, completamente, se pierde. Ves el reloj y ya pasaron cuatro horas. ¿Dónde se fueron las horas? Y sigues jugando y ya te dieron las quién sabe qué horas. ¿Y otro? Y ya te amaneció. No. no. es algo... es un escape...

--¿Es un vicio?

--Es como todo. Te debes medir, para que realmente sea un esparcimiento. Si todo el día estás pensando en esto, si descuidas a la familia o el trabajo, pues no, sí te afecta. Todas las monedas tienen dos lados.

--¿Quiénes lo juegan más, los hombres o las mujeres?

--Los hombres, pero ha habido mujeres muy distinguidas. Ochenta por ciento son hombres.

--¿La organización del torneo?

--Nos hemos tardado unos seis meses.

--¿Espera un nuevo auge del backgammon?

--Ojalá sea el inicio de una serie consistente.

La invitación indica que se requiere de saco y corbata y que se prohíbe cruzar apuestas. Cuotas: campeonato: $600; intermedia: $300. Teléfono para informes: 549-4671. Habrá coctel de bienvenida, entre otros atractivos, en el hotel Camino Real.