Gran acogida de acapulqueños al tercer Festival de Cine Francés
Raquel Peguero, enviada, Acapulco, Gro., 22 de noviembre Con una respuesta apoteósica del público hacia las 15 películas francesas proyectadas aquí -de la cuales, ocho encontraron distribuidor para México- y un amplio interés latinoamericano para llevar filmes mexicanos a esa otra parte del continente, concluyó hoy el tercer Festival de Cine Francés, que durante cuatro días convocó, en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, a alrededor de 20 mil acapulqueños.
Tras la desigual y hasta desilusionante selección de películas del programa oficial, la mejor oferta cinematográfica se vio en el mercado paralelo -que presentó 35 filmes-, abierto exclusivamente para distribuidores de América Latina, y que este año reunió a profesionales de Chile, Argentina, Perú y Venezuela. Bruno Berthermy, delegado general de Unifrance Film, señaló que aunque era difícil especificar con exactitud las ventas que realizaron, en relación con el año pasado, ``el volumen de negocios se incrementó de 150 mil dólares a un millón''. Agregó que 40 por ciento de los negocios fueron hechos con ``la televisión de paga, que es la que necesita para su programación películas que se hacen para el cine''.
Berthemy agregó que la justificación del festival no está dada sólo en lo comercial: ``hay que pensar también en lo profesional, porque el impacto promocional para el cine francés es muy grande''. Dijo que su ideal no está en la venta de películas, sino en la distribución, que le gustaría fuera de 15 filmes al año.'' Esta bien vender, pero es mejor cuando las películas llegan a las salas y no se vean sólo en la ciudad de México''.
De la selección oficial, cinco películas llegaron al festival con distribuidor en México, por lo que podrán verse durante el año próximo. Son: Taxi, de Gerard Pirés; Lautrec, de Roger Planchon; Clase de nieve, de Claude Miller; La vida soñada de los ángeles, de Erick Zonca, y Place vendome, de Nicole García. Aquí fueron compradas Bimbolad, de Ariel Zetoun; Quedémonos juntos, de Jean-Paul Salomé, y El aburrimiento de Cédric Kahn. Estas tres últimas fueron adquiridas también para Perú, Colombia y Ecuador.
De las películas mexicanas que participaron en el mercado, ninguna se fue para Francia, porque no vienen distribuidores de ese país, ``pero es algo que consideraremos para la próxima emisión'', aseguró Berthemy, quien indicó, a titulo personal, su interés por que el festival permanezca en Acapulco. Aunque ``es una decisión de Unifrance, que se tomará antes de que termine el año'', indicó, luego de referirse nuevamente al problema que tiene el festival con la Secretaría de Hacienda sobre la retribución de un millón de pesos, por concepto IVA.
Los distribuidores latinoamericanos, que por segunda ocasión tuvieron cita aquí, planearon una estrategia de distribución común para el cine francés y para el mexicano. Hasta el momento, el Instituto Mexi- cano de Cinematografía (Imcine) ha tenido pláticas para la venta de casi 30 películas, 25 de las cuales serán distribuidas por un empresario chileno, que está negociando los derechos para toda América Latina. Argentina, por su parte, mostró interés en comercializar en su país tres cintas: El cometa, de Marisa Sistach y José Buil; Por si no te vuelvo a ver, de Juan Pablo Villaseñor, y Cilantro y perejil, de Rafael Montero. Esta última también se esta negociando con Colombia, que además quiere llevarse Un embrujo, de Carlos Carrera.