ALERTA Y ATRACCION
Topiltzin Ochoa y Cayetano Frías, corresponsales, Colima, Col., 22 de noviembre Ť El volcán de Colima continuó arrojando materiales incandescentes este día y una ligera lluvia de ceniza que cayó sobre poblaciones aledañas sin causar daños ni representar riesgo para los habitantes. En tanto, a partir de las 10 de la mañana regresaron a sus hogares las 118 personas evacuadas del poblado Juan Barragán, en las faldas del coloso.
La erupción del volcán se ha convertido en un espectáculo y desde la noche del sábado cientos de personas acuden a observarlo desde los lugares no restringidos.
El Comité Científico Asesor no sesionó este domingo y por la tarde emitió un escueto comunicado en el que informa que la actividad volcánica se mantiene en los mismos niveles desde el pasado jueves.
Los derrames de lava y el derrumbe de piedras incandescentes son perfectamente visibles por la noche desde distintos puntos de los municipios Comala y Cuauhtémoc, por lo que cientos de personas acamparon sobre la carretera Comala-San Antonio, así como en el centro turístico de Carrizalillos para observar el fenómeno y tomar fotografías, como ocurrió en 1991.
Sin embargo, la circulación de civiles sigue restringida y sólo es posible acercarse hasta el poblado La Becerrera, donde siguen los controles del Ejército. Los camiones de la Secretaría de la Defensa Nacional y de transporte urbano, dispuestos para evacuar a la población comenzaron a ser retirados de ese lugar.
De acuerdo con el informe de los especialistas, en las últimas 24 horas el derrame de lava desde la cima del volcán avanza lentamente y hasta la mañana de este domingo alcanzaba una distancia de mil metros, aproximadamente.
En recorridos aéreos efectuados este día por científicos y periodistas, se observó material caliente, así como emisiones de gas y ceniza ligera que alcanzó al poblado Zapotitlán de Badillo, en Jalisco, y otras comunidades cercanas al volcán, pero sin causar daños a los pobladores.
Los habitantes de Juan Barragán regresaron hoy a sus hogares auxiliados por elementos de Protección Civil y del Ejército, luego de que el Comité Científico Asesor determinara reducir el área de riesgo a un radio de 5 kilómetros en territorio de Jalisco. Sólo continúa evacuada la población La Yerbabuena, en Colima, porque los derrames de lava se registran en esa dirección.
Jaime Arturo Paz García, director de Protección Civil de Jalisco, informó que aunque el semáforo volcánico continúa en amarillo, es decir, en situación preventiva, las condiciones de riesgo pasaron.
En Juan Barragán, municipio de Tonila, se instaló un centro de operaciones de campo, con personal del Ejército, Protección Civil y de la Cruz Roja de Ciudad Guzmán, enlazados por radio en una misma banda para tener capacidad de respuesta en caso de presentarse una nueva alerta.
Paz García explicó que ahí quedaron 24 elementos de Protección Civil y un pelotón del noveno batallón de Infantería, con sede en Sayula, que están preparados para responder a cualquier emergencia. Señaló que se está rehabilitando el camino que conduce de Juan Barragán a Pialla, pues por el momento es intransitable y se quiere tener como alternativa en caso de un nueva evacuación.
El director de Protección Civil de Jalisco explicó que los actuales derrames de lava del volcán de Colima surgen de un cráter que se formó por una explosión registrada en 1994 en la parte sur del cono volcánico. Dentro de ese cono existen otros dos cráteres producidos por explosiones en 1987 y en 1991.
La boca del volcán de Colima tiene un diámetro de 250 metros aproximadamente y el cráter que está arrojando lava es de 135 metros de diámetro por 60 metros de altura, según mediciones de los científicos. En este cráter se descubrió hace tres días un nuevo domo de lava joven de 50 metros de diámetro por 20 de altura, el cual al llenarse inició los derrames por las direcciones sureste, sur y suroeste.