Masiosare, domingo 22 de noviembre de 1998



PRD: DRAMA EN LA SUCESION

El fantasma de las impugnaciones

Alberto Aguirre M.

A pesar del ``acuerdo político'' aceptado por sus principales figuras, la sombra de posibles impugnaciones a los aspirantes a suceder a López Obrador no se ha esfumado. El siguiente es un recuento del último capítulo

Cuatro semanas de polémica. El drama de la sucesión de Andrés Manuel López Obrador como dirigente nacional del PRD apenas empieza.

Rota la unidad interna por la aparición del candado que imposibilitaría a Jesús Ortega, Amalia García y Laura Itzel Castillo, un ``acuerdo político'' de la cúpula perredista y su ``consejo de ancianos'' ha abierto el camino para nueve aspirantes.

Pero ese acuerdo -fundamento del reglamento de elecciones que regulará el proceso- fue calificado por unas voces como ``destructor de la legalidad''. Otras más anuncian que cuando los tres integrantes del CEN soliciten su inscripción como candidatos, serán impugnados.

Las instancias donde podría debatirse el asunto ya se agotaron.

La confrontación que tanto se quería evitar está perfiladaÉ aunque algunos precandidatos harán una última apuesta en favor de la unidad.

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En las últimas semanas Jesús Ortega, Amalia García y Laura Itzel Castillo estuvieron en el centro de la polémica.

``Un acuerdo político de la cúpula partidista, logrado el martes 10 pareció despejar el camino, aunque el reglamento de elecciones propuesto por el CEN todavía debe pasar la prueba del Consejo Nacional'', reportó Masiosare la semana pasada.

Ese acuerdo -que contó con la inusual coincidencia de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y López Obrador- fue tomado por el CEN y los integrantes del Consejo Político Consultivo en los siguientes términos:

El artículo 19 -con su fracción III- no puede ser retroactivo en su aplicación, pues si así fuera, el PRD estaría faltando a un precepto constitucional.

La unidad del partido es uno de los valores máximos. Y en aras de mantenerla, debe reconocerse el derecho que tiene cualquier militante de votar y ser votado en procesos electivos.

Una revisión del texto estatutario -artículo 36- deja ver que para ser presidente del partido sólo debe cumplirse con el requisito de cubrir una antigüedad mínima de tres años. Incluso, existe un artículo transitorio -el cuarto-, el cual indica que quienes a la fecha de la expedición del estatuto estén afiliados al partido se les tendrá por cubierto ese requisito.

La inscripción para competir en la renovación de la nueva dirigencia es ``consolidada'' (es decir, por planillas de consejeros) y no ``unitaria'' (sólo de presidente y secretario general); de tal forma que la planilla mayoritaria tiene derecho a escoger quiénes la encabezarán.

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``Hay que cerrar filas, levantar la mira, no darle cabida a la politiquería, hacer a un lado intereses personales y de grupos, y dar prioridad al interés superior del partido, que es el de instaurar la democracia en toda la nación''.

Así definió López Obrador el reto de la renovación de la dirigencia perredista en la apertura del Consejo Nacional -el pasado viernes 13-, donde se definió el reglamento de elecciones.

``Por nuestra parte, garantizamos imparcialidad'', prometió el tabasqueño en un mensaje que decepcionó a muchos, pues esperaban un posicionamiento suyo respecto a la polémica del artículo 19.

Este consejo se caracterizó por una inusual -por numerosa- asistencia. Estuvieron más de 90% de los 236 consejeros acreditados.

En la agenda estaba sólo la resolución del Reglamento de Elecciones Internas, que será la base de la convocatoria. Estaban perfiladas las dos posturas: una, que defiende la interpretación textual del estatuto, el cual impediría la participación de Jesús, Amalia y Laura Itzel; la otra, que apela a la no retroactividad para salvar el escollo.

Antes, se conoció la renuncia de Mario Saucedo a la presidencia del Consejo, quien así quedó en libertad de iniciar su precampaña.

El debate lo abrió la senadora Rosalbina Garavito: ``Estamos destrozando la legalidad del partido'', se quejó. Y argumentó sólidamente en contra del ``Acuerdo Político''.

Incluso, sugirió la realización de un Congreso Extraordinario, a fin de eliminar los candados.

Le siguieron Manuel Ortega, impulsor de la precandidatura de Alfonso Ramírez Cuéllar, y Camilo Valenzuela, ambos en contra de la propuesta de reglamento y en favor de la aplicación del estatuto.

Luego vino un periodo de alegato entre los integrantes de la recién desaparecida Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia.

Uno de ellos se quejó que la opinión emitida por esa instancia -a raíz de la solicitud presentada por Eleocadio Rebollar- fue emitida sin su consentimiento. Lo desmintió Porfirio Martínez, secretario de la CNGV, quien mostró los oficios que le enviaron para comunicarle el procedimiento y convocarlo a las discusiones.

De paso, Martínez sostuvo que la CNGV no podía hacer ninguna interpretación del estatuto y que había emitido su opinión respetando esa premisa.

Luego subió al estrado Porfirio Muñoz Ledo, quien planteó un larguísimo punto de vista -una ``cátedra de derecho'', describieron algunos- sobre las fuentes legislativas. En resumen, dijo que al no haber antecedentes debía validarse el sentido del acuerdo tomado por el CEN y el Consejo Político de no hacer retroactivo el estatuto.

Engracia Moheno, presidenta de la CNGV, le cuestionó si debía aceptarse entonces la presencia ad perpétuam de los dirigentes en el CEN.

El coordinador de los diputados perredistas respondió que sólo podía aplicarse la restricción a él, a Cuauhtémoc Cárdenas y a Andrés Manuel López Obrador.

Camilo llamó ``huizachero'' a Muñoz Ledo (que en el lenguaje coloquial de los sinaloenses se entiende como tramposo) y por eso fue encarado por el senador Jorge Calderón. Tuvo que mediar Petra Santos para calmar los ánimos.

Subieron otros oradores al estrado. Jesús Zambrano opinó a favor del reglamento propuesto. Armando Quintero, en contra, invocó el ``espíritu de Oaxtepec''.

Tras dos horas de debate el resultado fue: 93 votos a favor de la aprobación del reglamento, 33 en contra y 12 abstenciones, entre las que se contaron las de Amalia García y Mario Saucedo.

Buena parte de los votos favorables fueron de consejeros partidarios de Amalia García y Jesús Ortega.

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Viernes 13 por la noche. Aún no concluye la sesión del Consejo Nacional, pero ya muchos de los consejeros se han ido.

Algunos van a un restaurante del sur de la ciudad para asistir a una cena organizada por el ``comité promotor'' de la precampaña de Jesús Ortega, quien este fin de semana encabezará un acto masivo en la capital del país.

Sus adversarios no se quedan atrás. Armando Quintero está hoy en Querétaro, a fin de dar a conocer su propuesta política. El jueves 19 un grupo de 20 diputados federales presentó la precandidatura de Laura Itzel Castillo. Carlos Bracho y Alfonso Ramírez Cuéllar ya se apuntaron.

Amalia García optó por las reuniones ``en corto'' y sus asesores le han recomendado no encabezar ninguna reunión masiva, sino hasta que se emita la convocatoria.

En las mismas anda Mario Saucedo, quien anuncia la presentación de su propuesta en un acto de masas, antes de que termine el mes.

En la semana trascendió que Amalia y Laura Itzel sostuvieron pláticas, tratando de cuajar una candidatura ``de género'', que naufragó por la persistencia de la senadora de ir a la cabeza.

También se supo de una reunión que sostuvieron Cuauhtémoc Cárdenas y los principales funcionarios del gobierno capitalino, en la que les prohibió terminantemente involucrarse en las precampañas.

En tanto, Porfirio Muñoz Ledo ha comunicado a los aspirantes que aún no decide a quién apoyará.

Controversia abierta

Ya encarrilado como los demás aspirantes, el senador Mario Saucedo asegura: ``La controversia sigue abierta. Y es muy importante que se resuelva lo más pronto posible para que no haya duda. Y si hay problema de violación estatutaria, buscar el camino... para poder competir todos''.

Insiste en que el CEN debe solicitar la opinión de la CNGV y recuerda que el mismo Jesús Ortega le había dicho que la pediría, antes de inscribirse como candidato.

Complementa: ``La dirección del partido debe ser un garante del respeto a los estatutos. No tomo partido en ningún sentido. Quisiera que no hubiera impedimentos''.

Ni Saucedo ni Armando Quintero impugnarán el registro de ningún aspirante. Ambos subrayan que sólo quieren el respeto a la legalidad interna del PRD.

Y un proceso, agrega Quintero, donde no haya las actitudes ``sobradas'' como las que han mostrado Ortega y García.

El líder capitalino se refiere a la propuesta de la senadora para que ella y Ortega participaran en una ``primera vuelta'', por ser los aspirantes con más posibilidades. En esta consulta habrían participado unos cinco mil perredistas, si Ortega lo hubiera aceptado. ``A Jesús le preocupa el sentido del voto en el ámbito municipal'', dice la senadora en relación con la negativa del secretario general.

¿Una planilla?

Con otros perredistas, Armando Quintero opina que aún es tiempo de construir una planilla de unidad: ``Es lo óptimo. Creo que podrían explorarse las posibilidades de un gran acuerdo nacional en que tengamos la perspectiva a la presidencia de la República, la candidatura a la jefatura de gobierno, la presidencia y la secretaría general del CEN y la dirección del DF''.

-¿Sacrificaría su interés por la presidencia del partido?

-Si hay un acuerdo nacional estoy dispuesto a jugar el papel que se me asigne, el que seaÉ Creo que hay condiciones, si hay voluntad, y si no tienes la soberbia de creer que eres el salvador del PRD.

-¿Incluiría a todos?

-A todos.

-¿Jesús y Amalia?

-Un acuerdo de todo el partido.

Coincide con la propuesta de Laura Itzel Castillo, quien machaca con la idea de una ``dirección colegiada''.

Argumenta: se requiere la creación de una instancia colegiada, que adopte decisiones por consenso, en donde el presidente sea el vocero del CEN, con pleno respeto a las fuerzas del partido.

Por su parte, la senadora García se opone a cualquier procedimiento que sustituya la elección en urnas y se niega a un congreso electivo o una convención de delegados.

``Debemos reforzar el carácter democrático del PRD y, de frente a la ciudadanía, dar la imagen de un partido que puede practicar la democracia en su propia casa''.

Lo más que concede es que la directiva que resulte de la contienda asuma el cargo e inmediatamente convoque a un congreso extraordinario para definir las nuevas coordenadas internas, tal y como propuso Rosalbina Garavito.



Cuál izquierda

El debate lo abrió Jesús Ortega: ``Hay unos que hablan de la izquierda social. Yo me ubico del lado de la izquierda inteligente''.

El término, en sí mismo, incomoda a los que serán sus adversarios en la carrera por la presidencia nacional del PRD.

``No sé si se están midiendo los IQ, pero definitivamente no es una buena caracterización'', dice Mario Saucedo.

``Es inaceptable el calificativo. No debemos crear una división artificial, un debate que no existe. Sobre todo, porque estamos obligados a estar atentos de la realidad y a estudiarla.'', se suma Amalia García.

En la ruta, cada uno define y se ubica.

Dice Saucedo: ``Todos venimos de la izquierda. Sin hacer juicios de valor, ubicaría una izquierda legal, parlamentaria, de donde sale Amalia; una izquierda oficial, que es la que surgió, creció y se apoyó en sectores del gobierno, de la que emergió Jesús. Y una izquierda social a la que pertenezco''.

Amalia García caracteriza: ``Me identifico con la izquierda social. Mi militancia ha visto hacia ese lado. Pero mi participación política la veo vinculada con la sociedad. Y, sí, experiencia en los órganos legislativos. Me veo como parte de una izquierda democrática, la comprometida con el respeto a la diversidad de puntos de vista, con un equilibrio entre los poderes, con nuevos mecanismos que le abran paso a la participación de la ciudadaníaÉ''

Armando Quintero se engalla: ``El debate no es si alguien es inteligente y los demás dan la apariencia de que no. El debate es que hay principios, porque la inteligencia yo la mido con principios, yo me rijo con los principios del PRD''.

Laura Itzel Castillo proclama: ``Si a esas vamos, hay una izquierda permanente (carcajadas). Creo que hay que rescatar todo el misticismo revolucionario que dio origen a los movimientos sociales y a las organizaciones de izquierda en nuestro país. Soy de la izquierda nacionalista.

``Antes decíamos `socialismo a la mexicana', en esas seguimos...''