La Jornada 22 de noviembre de 1998

En Chiapas, pugna política y militar que debe resolverse en esos términos: Ku, del PRI

Enrique Méndez Ť El conflicto en Chiapas es un problema político y militar que ``debe resolverse en esos términos'', sin mediaciones y con una amplia participación de la sociedad civil y de las comunidades, aseguró el secretario de Acción Indígena del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Enrique Ku Herrera.

El priísta consideró que ante los contratiempos en las pláticas entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), el Congreso debe decidir ahora si mantiene su esfuerzo de coadyuvar o no -``los legisladores se están convirtiendo en comparsas del movimiento''-, mientras que el gobierno tiene que expresar su voluntad de negociar directamente con los zapatistas y proponer a los rebeldes tiempos y lugar para un encuentro con ellos, antes del primero de enero de 1999.

De no generarse ese diálogo directo, anunció, el CEN del PRI propondrá la discusión plural de las leyes indígenas estatales e instrumentar las mesas para la reconciliación y desarrollo de las comunidades chiapanecas ya planteadas por el partido, como una salida política al conflicto.

-¿La solución militar que usted plantea eliminaría la posibilidad de una salida pactada?

-No, porque la única salida posible es la que parta de una intensa negociación. No hay otra, por más provocaciones e interferencias que haya para evitar que ese diálogo se dé, como -ya vimos- ocurrió en San Cristóbal.

De acuerdo con la opinión del diputado federal, quien forma parte de la comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados, el que se haya complicado la entrevista entre la Cocopa y la comandancia del EZLN refleja que hay grupos interesados en que un acuerdo de paz coincida con los tiempos político electorales del 2000.

``Al mismo tiempo, vemos poco interés de las partes acerca de los asuntos indígenas. Por ejemplo, consideramos que el EZLN se alejó un poco de la defensa de las comunidades, y ello sólo genera indiferencia entre la sociedad'', afirmó.

En ese contexto, planteó que la representación de los problemas de los indígenas no deben asumirla por completo los zapatistas. ``Mientras esto siga siendo así, no se avanzará a una solución negociada, y ni la ley de derechos y cultura indígenas ni un eventual diálogo serán la respuesta'', dijo.