En el PAN, ``crisis interna'' y errores político-electorales, reconoce Calderón
Juan Manuel Venegas Ť El presidente de Acción Nacional, Felipe Calderón Hinojosa, reconoció que su partido enfrenta problemas, tensiones y confrontaciones internas que, en caso de no corregirse, los llevarán a cometer ``nuevos errores políticos y de estrategia'' y, en entrevista, aceptó que su liderazgo al frente del panismo está siendo cuestionado, sobre todo a raíz de los últimos resultados electorales, ``que deben ser motivo de seria preocupación para todos''.
De los resultados de los comicios que se efectuaron este año en 14 entidades, poco favorables para el PAN, dijo que asume ``la carga'' que a él le corresponde, ``y si alguien no quisiera asumir la suya, pues también (asumo) la de ellos'', y tras este posicionamiento de cara a sus correligionarios, a pregunta expresa, dejó entrever sus intenciones de buscar la reelección en la dirección de su partido en marzo de 1999. Si el PAN quiere, dijo, ahí estará y sólo espera el próximo mes para anunciar su decisión.
Ante el pleno del Consejo Nacional del PAN, Calderón Hinojosa presentó una amplia exposición en la que destacó que la actual coyuntura política del país ``es un espacio privilegiado para nuestros adversarios (PRI y PRD) para tratar de debilitar, dividir y desalentar a la militancia y a la dirigencia'' panista por lo que, advirtió, ``estos son momentos que ponen a prueba la fortaleza interna del partido''.
La sesión del máximo órgano de dirección del partido blanquiazul -que inició ayer en un hotel de la ciudad de México y que se prolongará durante todo este fin de semana- fue el marco para que los panistas abrieran el debate interno respecto su situación en el espectro electoral, su participación en el Congreso de la Unión y su posición en torno de la discusión del paquete económico del próximo año, incluyendo el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).
Fue a Calderón Hinojosa al que como presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) tocó hacer el balance, prácticamente anual del partido, y de entrada distinguió el escenario que marca el momento actual que viven los panistas:
``Las circunstancias que enfrenta el partido están marcadas por la contienda electoral local, la agenda político-legislativa nacional y la reforma estatutaria. La primera lleva al panismo a un entorno beligerante, de confrontación abierta a dos frentes, el PRI y el PRD; la segunda, la agenda política nacional, debiera llevar el sentido contrario, el de la búsqueda de consensos con esas y otras fuerzas políticas. El sentido aparentemente contradictorio de nuestra acción tensa al partido y lo confronta, se ponen en juego el interés nacional y el interés estrictamente electoral del partido.
``Esta tensión, propia de una institución que toma decisiones cada vez más trascendentes, se hace más intensa a partir de que sus miembros perciben la existencia de una correlación: el comportamiento político-legislativo incide en el comportamiento político-electoral (y) a su vez, el entorno político electoral influye en el ánimo y en la decisión del partido y sus legisladores'', apuntó el dirigente del CEN panista.
Los resultados que a todos preocupan
Calderón dedicó la mayor parte del discurso que ofreció a los consejeros nacionales del PAN a la situación política y electoral y los resultados obtenidos este año. ``Perdimos una gubernatura importante como es Chihuahua y ganamos otra, Aguascalientes, y logramos retener 5 de las 8 ciudades capitales cuyas autoridades municipales fueron elegidas este año. Sin embargo, los resultados de la última jornada electoral (8 de noviembre) son motivo de una seria preocupación para todos''.
Agregó que el desenlace de los comicios en Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas y Tlaxcala ``obliga a realizar una revisión seria y serena por parte de todo el partido, particularmente por quienes estuvimos involucrados. El balance electoral no es satisfactorio, como es evidente. Cada quien debe ser capaz de revisar qué fue lo que se hizo bien y en dónde fallamos. En el ámbito del CEN, asumimos plenamente la responsabilidad de esos resultados''.
Llamó a hacer un diagnóstico que les permita no incurrir en nuevos errores. ``Tan peligroso es achacarle todo el peso de los resultados a la perversidad del adversario, como ignorar su comportamiento antidemocrático y alimentar un ejercicio interminable de autoflagelación e inmolación pública, que animadamente cultivan nuestros adversarios, para debilitar al partido y desalentar y dividir a nuestros militantes, dirigentes y candidatos. Hay indudablemente un retroceso en lo que se refiere a la calidad democrática de los comicios que no debemos pasar por alto, pero también, sin duda alguna, hay fallas propias de carácter organizativo, estratégico y de gobierno que es indispen- sable corregir cuanto antes''.
Si el PAN quiere llegar fortalecido a las elecciones del 2000, advirtió, habrá que corregir esas fallas, toda vez que a pesar de las constantes reformas políticas y pese a las nuevas instituciones democráticas, persiste la canalización sin límite de recursos al PRI y la ``relación perversa'' entre gastos de campaña y capacidad de poner en marcha prácticas fraudulentas por parte del tricolor.
Al respecto, el Consejo Nacional del PAN decidió conformar una comisión de diagnóstico electoral, que se encargará de diseñar una ``nueva estrategia integral'' de cara a los comicios estatales del próximo año y presidenciales del 2000, con lo que se pretende hacer frente, incluso, a los excesivos gastos de campaña de los candidatos priístas.
Asimismo, subrayó, de ahora en adelante el PAN ``será más riguroso en la selección de candidatos, a cualquier nivel'', y fijó como tarea inmediata ``construir y fortalecer equipos totalmente profesionales en materia electoral, que tengan mayor poder de influencia y de decisión en el diseño y conducción de las campañas''.
Sobre estos cambios para ``el fortalecimiento panista'', el gobernador de Guanajuato, Vicente Fox Quesada, consideró que a Acción Nacional le urge ``dejar de ser el partido de la dirigencia, el partido de los panistas, para convertirse en un partido de la sociedad'', con penetración en todos los sectores del país.