DINERO Ť Enrique Galván Ochoa

  • Empresarios en rebeldía
  • Gobierno y PAN, solitos
  • Gabriel Zaid, Julio Scherer

    Si el presidente Díaz Ordaz, hace 30 años, hubiera accedido a separar de sus puestos a los jefes policiacos del Distrito Federal, quizá habría desactivado el movimiento estudiantil y jamás habría ocurrido la matanza de Tlatelolco. Era gente menor, desechable; ¿quién recuerda sus nombres hoy en día? Sin embargo, con ciega obstinación los sostuvo y dio motivo a una de las páginas negras de la historia reciente. En un contexto muy distinto, la situación se repite 30 años después. Ahora el Presidente se ha impuesto la tarea de sostener a funcionarios del sector financiero, acusados de violar la Constitución. Como los jefes policiacos en tiempos de Díaz Ordaz, se trata de gente menor, prescindible, pero, para infortunio del país, su actuación de algún modo ha quedado implicada en algo que los partidos de oposición juzgan como uno de los mayores cochupos financieros y políticos de la historia: el Fobaproa. Personajes oscuros hasta que salieron a la luz pública en distintos momentos de los sexenios de Salinas y el actual, Guillermo Ortiz, Martín Werner, Eduardo Fernández y Javier Agurrinaga, se han convertido en un obstáculo para la salida de problemas importantes. Ahora el tema Fobaproa se complica con el de los impuestos. Hay que admitirlo: Díaz Ordaz nunca perdió el apoyo de los hombres del dinero; hoy, en cambio, en su mayoría están alejándose y aún enfrentando a la presidencia.

    El aliado

    Con mesura, pero con firmeza, los grandes empresarios -a excepción de los banqueros rescatados- ya pintaron su raya. Se oponen al aumento de la gasolina, al impuesto telefónico y demás propuestas del presupuesto para 1999. No quieren que se sacrifiquen sus empresas por el Fobaproa. Sin embargo, el gobierno ha venido a encontrar un aliado en la cúpula del PAN. Ustedes recordarán que hace un par de meses el panismo nacional se reunió en Puerto Vallarta. Sus dirigentes recibieron un triple mandato: 1) No al Fobaproa; 2) No a convertir sus pasivos en deuda pública y 3) No a la impunidad. Al parecer, la cúpula le ha vuelto la espalda a sus propias bases. El instituto que propone para sustituirlo se le parece mucho; están solicitando 28 mil millones de pesos para el rescate bancario, es decir, en los hechos lo reconocen como deuda pública, y en cuanto a la impunidad, llegaron a lo inaudito: proponen que sea el Presidente de la República, con la aprobación del Senado (dominado por el PRI), quien designe a los directivos del nuevo Fobaproa. Incluyen, ni más ni menos, al gobernador del Banco de México y al presidente de la Comisión Nacional Bancaria. Es seguro que personas de la talla de Gabriel Zaid y Julio Scherer, a quienes el PAN trataría de incorporar, no prestarán sus prestigios para convalidarlo.

    Todo el oro del mundo

    Business Mexico, la revista de la Cámara Americana de Comercio, publica la lista de los pagarés que Ortiz y Werner habían librado a favor de los bancos, al 31 de marzo de este año. Son sólo algunos de los principales beneficiarios, pero hay más:

    Serfin$ 54 mil 931 millones
    Banorte44 mil 703 millones
    Bancomer35 mil 616 millones
    Banamex31 mil 011 millones
    Santander27 mil 650 millones

    Buzón E: [email protected]