La Jornada jueves 19 de noviembre de 1998
Apoyan el diálogo por la paz en Chiapas
Señora directora: Le agradeceremos publicar esta carta en apoyo al nuevo diálogo de paz.
Independientemente de nuestras diferencias, la gran mayoría de mexicanas y mexicanos deseamos un México en paz. Y una paz verdadera sólo será posible a través de un diálogo constructivo.
A ese tipo de diálogo aspira el encuentro que se llevará a cabo en San Cristóbal de las Casas, del 20 al 22 de noviembre, entre amplios sectores de la sociedad y varios dirigentes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Deseamos, por lo tanto, que ese encuentro transcurra de la mejor manera, sin hostigamientos ni represalias de ninguna especie. Deseamos, asimismo, que dicho encuentro ayude a crear las condiciones necesarias para la reanudación de las negociaciones entre el gobierno y el EZLN. Y, desde luego, para el cumplimiento cabal de los acuerdos resultantes, que es el primer requisito de una paz verdadera.
Héctor David Carrillo-Salón Victoria; Pacho-Maldita Vecindad; Enrique Falcón-Radio Chopo; Moroko-La Tremenda Korte y Liliana Ramírez-La Zotehuela
Aclaración de Diego Fernández de Cevallos
Señora directora: A mi reclamación respetuosa de ayer, en ese diario, se acompañó una respuesta cargada de injurias, incoherencias y falsedades de quien -insisto- se oculta en la redacción de Penultimatum.
Salvo una prodigiosa memoria de mi detractor -o de los reporteros tras los cuales también se cubre- he de suponer que un párrafo tan extenso y entrecomillado, que dice recoger lo que expresé, debe sustentarse en alguna grabación. ¿Podrían permitirme escucharla? ¿Podrían concederme el privilegio de carearme con quien me agrede? Al menos, ¿podrían decirme quién es?
Agradeceré la publicación de la presente y, de ser posible, la respuesta a mis interrogantes.
Diego Fernández de Cevallos
Respuesta de Penultimatum
Señora directora: Nuevamente, el licenciado Fernández de Cevallos se equivoca de destinatario. No es con la redacción de Penultimatum con quien debe carearse. Ni a quien debe pedir la grabación de lo que, según varios medios, expresó en Puebla. Sus agresores, si es que lo son por reproducir lo que dijo, están en otra parte y son fáciles de localizar si lee bien nuestra respuesta del lunes anterior. A ellos debe dirigirse en busca de aclaración.
La redacción de Penultimatum
Denuncia abusos de médicos del ISSSTE
Señora directora: Ruego a usted dar cabida a esta misiva pública dirigida a la señora Socorro Díaz Palacios, directora del ISSSTE.
El 26 de agosto del año pasado ingresé al hospital Darío Fernández debido al desplazamiento de una fractura de fémur. Sin embargo, durante una semana no se me atendió. Un médico de apellido Célis Pineda nos dijo que no había la ``osteosíntesis'' necesaria para el tratamiento. Ante esto se interpuso una queja ante la dirección del hospital y mi familia tuvo que conseguir el citado material.
Esto desató una larga serie de represalias, negligencias y maltrato por parte del personal de ortopedia, a cargo del siniestro médico Zacarías Velázquez, quien hasta el 3 de septiembre me colocó --de manera defectuosa-- 36 ``clavos'' en mi pierna, pero como ``castigo'' se me colocó frente al cuarto séptico, por lo cual se inició una serie de infecciones, pues es la base de los ``clavos'' se formaron pústulas de pus debido al descuido en el tratamiento postoperatorio.
Como ni Célis Pineda ni Zacarías Velázquez me volvieron a auscultar --sólo me atendieron residentes-- no se dieron cuenta que la infección no se encontraba a nivel de piel, como ellos la estaban tratando con ineficaces ``lavados mecánicos'', sino a nivel óseo; razón por la cual sufrí necrosis y una osteomielitis, por la cual no he sido dado de alta.
La lista de abusos es muy larga. Aquí únicamente le diré que nosotros pagamos el medicamento, pues en el hospital ``no había''. Yo pagué la xilocaína para soportar los dolores de los ``lavados mecánicos'' y que a mitad de una cirugía un médico de apellido Rivas ``olvidó'' administrarme anestesia, por lo que me desperté con inenarrables dolores, etcétera. Lo peor fue que a finales de septiembre un residente de apellido González le comentó a mi esposa: ``Dice el doctor Velázquez que si quiere él puede tratar a su marido como paciente privado y que le salva la pierna'' (¿negociazo?). Ante tamaño cinismo mi esposa realizó trámites para trasladarme a Médica Sur, donde ingresé a punto de un shock séptico y de la amputación de mi pierna.
Semanas después, cuando se acudió al Darío Fernández para tramitar mi incapacidad laboral, se les dijo que mí expediente clínico había desaparecido del archivo, pero un residente nos comentó que lo tenía escondido el médico Zacarías Velázquez por miedo a una demanda de parte nuestra, conducta que raya en lo delictivo pues me creó graves problemas legales.
Como desembolsé más de 400 mil pesos en gastos hospitalarios, en febrero de esta año pedí al ISSSTE un reembolso de dichos gastos, pero se me negó con el argumento falaz de que el tratamiento había sido el adecuado. Tan no lo fue que tengo evaluaciones y resúmenes clínicos en los que se constatan las graves condiciones de salud con las que ingresé a Médica Sur.
Ante dicho abuso presenté una queja ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médica, en la cual personal del ISSSTE me comunicó que ``como ya se me había negado el rembolso de gastos médicos'' sólo me ofrecían rehabilitación para mi pierna. Contra los acusados: nada.
Ante tanta impunidad, el 26 de agosto presenté ante la Secodam otra queja-denuncia que canalizó a la Contraloría en el ISSSTE, a cargo de un ingeniero Alor Terán, quien sistemáticamente se niega a contestarme el teléfono.
Hoy, un año y dos meses después, mi caso nuevamente será enviado a la Conamed para su ``dictamen'', razón por la cual le mando esta carta con el fin de ver si usted, con su reconocida sensibilidad, le encuentra solución a mi queja, que es un problema de la impunidad y viejos vicios del ISSSTE, los cuales usted está tratando de erradicar.
Doña Socorro: sólo pido que se castigue a estos médicos conforme a derecho y se me restituya lo que injustamente erogué, tanto durante mi internamiento en el Darío Fernández como después, cuando en un hospital privado me tuvieron que curar de todos los estropicios causados en el ISSSTE. ¿Es mucho pedir? ¿Hasta cuándo seguirán impunes?
Efraín Pérez Espino
Exigen la liberación de activista universitario
Señora directora: Solicitamos la publicación de esta carta en El Correo Ilustrado.
Los atropellos cometidos desde hace seis meses contra un grupo de activistas políticos han llegado a su punto más crítico con la violenta detención y la infame acusación de ``delitos contra la salud'' en contra de cinco miembros del Comité por la Memoria Histórica de nuestra UNAM.
Las autoridades universitarias, así como la Procuraduría General de la República, culpan a los grupos políticos de la comunidad universitaria de ser ``bandas organizadas dedicadas al tráfico y comercialización de drogas'' e implementan sus estrategias represivas bajo la denominación de ``programa de prevención y seguridad para, entre otros fines, erradicar de sus instalaciones la venta y consumo de drogas'' (La Jornada, 3 de noviembre de 1998).
Nos preguntamos por qué si nueve personas fueron detenidas por ser presuntos narcos, actualmente sólo Roberto Espinoza Rocco, de reconocida trayectoria cultural y política, se encuentra preso ``por delitos contra la salud''. Manifestamos que Roberto es un preso político y no un narco, como lo quiere hacer parecer el comunicado de prensa de la UNAM.
Llamamos a los investigadores, profesores, estudiantes, trabajadores y a todos los sectores de la sociedad civil a repudiar este y cualquier otro acto represivo y violador de los derechos humanos.
Exigimos la inmediata e incondicional liberación de Espinoza Rocco, así como el esclarecimiento de las condiciones en que se suscitaron los hechos.
Atentamente
Alejandra Salas, Alicia Gómez, Oscar Carrillo, Santiago Rincón Gallardo, Rocío Ruiz, Félix Domínguez, Paco Ignacio Taibo II, Antonio García de León, Jesús Escamilla, Jefferson King, Luis Antonio Gómez Ortiz, Vladimir Montes, Linda Lagier Aguiar, Javier Elorriaga y 268 firmas más
Piden garantías para asistentes al encuentro EZLN-sociedad civil
Señora directora: Le solicitamos tenga la amabilidad de incluir el siguiente texto en El Correo Ilustrado.
Por este medio, los secretarios de relaciones exteriores o generales de los sindicatos agrupados en la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios y de la Educación Superior e Investigación, CNSUES, hacemos un llamado a las autoridades civiles y militares para que otorguen garantías a todos los asistentes al encuentro entre el EZLN y la sociedad civil; que se realizará 20, 21 y 22 del mes en curso, en San Cristóbal de las Casas. Manifestamos nuestra aspiración a que los participantes en el diálogo logren los acuerdos y los consensos necesarios para propiciar una paz justa y digna, y nos mantendremos atentos al cumplimiento de los mismos.
Asimismo, reiteramos nuestra exigencia por la libertad inmediata e incondicional para los compañeros Luis Menéndez, de trabajo social, y Sergio Valdés Ruvalcaba, académico de la UAM Xochimilco.
Miroslava Castelán, Norma Edith Cubillas y Elvia Ramírez, del IPN, Isabel Cepeda del SIT-Conacyt, Gabriela Bulnes, STUIA, Bernardino Cruz, STUACH; Víctor Huerta, STUACH; Héctor Santana, INAH Académicos; Federico Orduña, INAH ATM; Bulmaro Villarruel SITUAM; Eudoxio Hernández y José Juárez, SUTIN; Emilio Reza, STSANUIES, José Luis Martínez, Sintaconalep; Juan Manuel Herrera, INBA, Miguel Angel Buendía, Leonardo Morales , Mauro Fortaney, Jorge Ríos, Javier Ríos, Javier Díaz, Gerardo Nava y Oscar Rivera, IPN, José Alfredo Vergas, Sutcolmex, Carlos García, del SINTIMP