La Jornada jueves 19 de noviembre de 1998

Astillero Ť Julio Hernández López

Las reacciones del Grupo Galileo y de la fracción senatorial priísta, en apoyo del senador Pablo Salazar Mendiguchía, a quien el mariscal Roberto Albores Guillén pretendía fusilar políticamente, muestran una nueva conformación de fuerzas en el PRI que no puede pasarse por alto este viernes en San Cristóbal de las Casas, cuando se reúnan zapatistas y Cocopa en busca de nuevos caminos para la paz.

Las muestras de disidencia que ha dado una franja priísta organizada, respecto a la línea dura presidencial, son una parte mínima y matizada de la inconformidad creciente que hay entre los priístas por el manejo del asunto de Chiapas, en el que advierten impericia, frivolidad y visceralidad. Otro punto igualmente criticado es el económico que, a juicio de algunos miembros del tricolor, les encamina a catástrofes electorales en el 2000.

Por ambas cosas -Chiapas y la economía-, hay priístas dispuestos a irse colocando en terrenos ajenos a los que les marcan la directiva formal priísta y la real que está en Los Pinos. Por ello, la actitud de Pablo Salazar Mendiguchía no ha caído en terreno infértil ni ha sido acompañada por el desentendimiento o la falta de solidaridad. Al contrario, varios de quienes no pueden, no quieren o no se atreven a dar pasos tan amplios como los del chiapaneco, apoyan su postura y la defienden de los enojos superiores.

Tal circunstancia debe ser adecuadamente medida por los estrategas gubernamentales. El tiempo político del presidente Zedillo se agota, y su capacidad de influir va a ir decreciendo en razón de ese tiempo político en fuga y del número de conflictos que tenga sin resolver. El caso Chiapas puede, así, convertirse en una extraordinaria oportunidad de realineamiento político para priístas que saben que en el 2000 enfrentarán una extraordinaria competencia electoral (por lo cual requieren desde ahora crearse espacios alternos, como el de la oposición por conveniencia).

En la balanza fría y exacta con la que los políticos deben sopesar sus decisiones, puede resultar cada vez más atractivo el barniz de la disidencia. En ese mismo esquema de pragmatismo, la causa chiapaneca podría comenzar a recibir nuevas adhesiones antes impensadas. Tomando como causa la convicción genuina de Salazar Mendiguchía, algunos otros personajes priístas que no pasarían las pruebas de la honestidad y la congruencia podrían comenzar a enfilarse hacia terrenos imprecisos que, acaso, les llevasen a dejar más tarde el priísmo y sumarse a la pista alterna que es el PRD.

El tiempo de la política formal es distinto, y los intereses electorales -pragmáticos- de los partidos también. Será importante no perder tales circunstancias de vista este viernes en San Cristóbal.

El panismo con sentido social

La fracción panista asumió una actitud de avanzada política al censurar ayer, en el Senado, las irregularidades con las que se han puesto en peligro o escamoteado los recursos de los trabajadores en el esquema de las Afore.

El senador Francisco Xavier Salazar, quien ha tenido experiencia sindical como dirigente de asociaciones de profesores universitarios, demandó que el presidente de la Consar comparezca ante el Senado para que explique los pasajes oscuros que se han detectado en el manejo de esas cuentas de ahorro para el retiro.

No está de más recordar que el senador José Angel Conchello desarrollaba una tarea política cercana a ciertas posturas sindicalistas, como las de los ferrocarrileros inconformes con la salvaje privatización del sistema ferroviario, al igual que el diputado Xavier Paz Zarza.

Orejas y nueva policía nacional

El siempre polémico senador priísta Salvador Rocha Díaz ha advertido sobre el riesgo de que tras la cortina de la nueva policía nacional federal pudiesen encubrirse las tareas de espionaje político que tanto éxito tienen actualmente entre los hombres del poder y que indudablemente se incrementará conforme se acerquen las fechas de decisiones políticas mayores como serán las del 2000.

Antes, en esta misma columna, se ha mencionado la evidencia de que oficinas de gobierno no identificadas reclutan personas para que mantengan su vida común y corriente y, al mismo tiempo, actúen como informantes encubiertos, reportando lo que de interés político suceda en su entorno cotidiano.

Malabarismos ofensivos

José Angel Gurría sintetiza varias de las características distintivas de la clase en el poder. De entre ellas destacan la ligereza de juicios y el inextinguible sentido del humor. Moviendo el pulgar hacia arriba o hacia abajo, según se trate en el primer caso de salvar la vida a banqueros o empresarios o, en el segundo caso, de condenar a muerte a asalariados o desempleados, el actual secretario de Hacienda salta con ligereza por cuanto tejado se le atraviesa. Todo se arreglará, todo es explicable, no hay por qué dramatizar, pareciese su lema.

Ayer, por ejemplo, visitando a los domesticados grillos urbanos que se hacen pasar por líderes campesinos priístas, Gurría pronunció una de esas frases que hacen a los hombres trascender. El gobierno federal, explicó a la audiencia seudoagrarista, ha dado un ``trato privilegiado'' a los campesinos en la elaboración del presupuesto para el año en puerta. Usando cifras y datos como un malabarista lo haría con bolos y pelotas, el ex secretario de Relaciones Exteriores les dijo que nunca antes se había asignado tanto dinero a los programas sociales dirigidos a los campesinos. Pero, agregó, si a esos recursos se sumasen los correspondientes a los subsidios correspondientes a consumo de energía eléctrica y de agua, lo que reciben de apoyo los campesinos sería un mundo.

Ya días atrás el subsecretario Martín Werner mostró la alegría que cabe en un funcionario que cumple con cuidado sus tareas depredadoras de la economía popular. Ahora su jefe Gurría hará que los pobres y miserables del país corran con pavor cada vez que alguien les anuncie que recibirán un ``trato privilegiado''.

Astillas: Los proyectos se pueden calificar por los aliados que consiguen. Por ello resulta notable la actitud de la cúpula priísta de Yucatán (es decir, de Víctor Cervera Pacheco, el gran dinosaurio del sureste) al apoyar con entusiasmo la postura del PRI nacional de retirarse del IFE en protesta porque los consejeros electorales desean investigar más sobre el financiamiento de las campañas priístas de 1994. Es más, don Víctor (es decir, el PRI de Yucatán) amenaza con retirarse también de donde sea necesario, con tal de apoyar los desplantes hechos por sus colegas en la ciudad de MéxicoÉ Continúan los enfrentamientos entre integrantes de las mafias políticas, de tal manera que los hermanos Adriana y Sergio Salinas de Gortari han pedido el amparo de la justicia federal para evitar la eventual detención que se les dictase para encausarlos por enriquecimiento ilícito. Los hermanos señalados son la hebra local del embrollo que se vive en Dublín, La Habana, Almoloya y Los Pinos. La sucesión presidencial y las turbulencias económicas son piezas maestras en estas batallas cupularesÉ Pronto comenzarán a cruzar la frontera miles de mexicanos que, cargados del producto de su esfuerzo, se convierten en botín ferozmente peleado por las diversas corporaciones policiacas. Como muchas otras cosas en nuestro país, hay un programa oficial de protección a esos migrantes, denominado Paisano que, además de la publicidad que factura, pocos resultados verdaderos logra en salvar a nuestros hermanos de la voracidad del aparato policiaco mexicanoÉ

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