La Jornada 17 de noviembre de 1998

Se dispararon los precios de básicos por el incremento en las gasolinas

En menos de una semana los precios de los principales productos de consumo básico aumentaron más de cien por ciento en mercados públicos y tiendas de autoservicio, con el pretexto del incremento de 15 por ciento en la gasolina.

Azúcar, arroz, frijol, frutas y verduras se dispararon inmediatamente, a pesar de que estos productos no reciben directamente el impacto del alza de la gasolina, pues la mayor parte de ellos ya se encontraba en existencia en las bodegas de los almacenes y de la Central de Abastos.

Un ejemplo es el tomate, que hace una semana se vendía a cinco pesos el kilogramo y ahora está a 10. Javier Aguilar, locatario del mercado de Tacuba, explicó que a él se lo vendieron a dos pesos la semana pasada y ahora lo compró en la Central de Abastos a seis.

No sólo afectan los bolsillos de comerciantes los repentinos incrementos, pues ahora será también más caro transportarlos a sus locales. ``El problema es que aumentaron las tarifas de los fletes: si antes pagaba un peso por bulto, ahora está a 2.50''. A la semana, precisa, gastaba un promedio de 200 a 250 pesos en flete y ahora pago 500 pesos.

Otros casos: el kilo de limón pasó de 2.50 a cuatro pesos y el jitomate de ocho a 12 pesos, mientras que en los principales centros comerciales, como Gigante, Superama, Tiendas G, Sam's Club y Carrefour, productos ya retiquetados se ofrecen más caros incluso de ``oferta''.

Así, una bolsa de arroz de 100 gramos que costaba 6.50, ahora su precio es de 12 pesos, con 30 por ciento de descuento en cajas. Es decir, usted pagará finalmente 8.40 pesos, por lo que lleva implícito ``tramposamente'' un incremento de casi tres pesos, según explicó la señora Hilda Ugalde, dueña de una tiendita que también tendrá que aumentar sus precios, ``pero qué puede hacer uno''.

En estas tiendas, dijo el auxiliar de frutas y verduras, ``los precios aumentan como mejor les parece. Por ejemplo, la papaya estaba ayer a 6.90 y ahora está a 9.50. Si nadie la compra y se va haciendo fea la bajan a seis pesos''. Mientras los empleados insisten en que no hay aumento de precios, los clientes se quejan de que con la misma cantidad de dinero que hace una semana adquirieron su despensa, ahora sólo les sirvió para comprar la mitad de productos.

Algunos locatarios de mercados como el de Tacuba, Progreso Nacional y Coyoacán se enfrentan al dilema de subir los precios o asumir ellos el costo del aumento al energético. ``La gente está mal acostumbrada y si le vende uno más caro ya no compran'', dice Heriberto Galván García, vendedor de flores. ``Nos dieron una puñalada fea. Si antes no compraban ahora menos, porque la gente piensa en comer y yo los entiendo'', añadió.

Lorenzo Andrade expende pescado en el mercado de la colonia Progreso Nacional, en Gustavo A. Madero. Su producto de mayor demanda es el filete tilapia, que antes del sábado vendía a 18 pesos y ahora lo tiene a un precio de 24. El pretexto nuevamente es el flete, ``porque viene de lejos y por las mordidas que piden los policías''.

En el caso de otros productos, como el pollo, casi no se ha reflejado el incremento de 15 por ciento en la gasolina, asegura Mario Vargas detrás de su mostrador en el mercado de Tacuba. Pero cada día, o a veces cada cuatro, aumenta 20 centavos ``porque la temporada buena es en diciembre''.

Mientras tanto, en la Procuraduría Federal del Consumidor uno de los empleados advierte, vía telefónica, que las tiendas de autoservicio se rigen por la ley de la oferta y la demanda, por lo que en estos casos no hay nada qué hacer. Recomienda: ``Si quiere comprar más barato, diríjase a las tiendas del ISSSTE, el Seguro Social o la UNAM''. O si quiere consultar costos, ``compre la revista Quien es quién en los precios'', pero de poco le servirá. (Josefina Quintero y Angel Bolaños)