La Jornada 17 de noviembre de 1998

Reiteran México y Chile su negativa a la liberación comercial por sectores

Rosa Elvira Vargas, enviada, Kuala Lumpur, Malasia, 18 de noviembre Ť Con apremiante insistencia, los jefes de Estado y de gobierno reunidos aquí en la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) harán un urgente llamado con miras a reactivar los flujos de capital privado a través de ``instrumentos financieros innovadores'' y la aplicación de ``sistemas de alerta'' que les permitan reducir el impacto desestabilizador de los fondos de corto plazo.

Para ello han acordado reforzar los sistemas bancarios nacionales y la infraestructura de mercado, e impulsarán la coordinación e inclusión del sector privado en la prevención y ordenada solución de las crisis financieras internacionales.

Los líderes de las 16 economías del organismo, que participan en el ejercicio de liberalización sectorial voluntaria, instruyeron a sus ministros de Comercio para poner en marcha la liberalización de nueve sectores y que se continúen trabajos al respecto en seis sectores remanentes. México y Chile no participan debido a que prefieren una liberalización que incluya a todos los sectores de la economía en la Organización Mundial de Comericio.

La APEC --en lo que parece coincidir con el discurso oficial mexicano-- recomienda a las naciones ``más directamente afectadas'' por la crisis, que continúen y aceleren sus reformas estructurales con políticas macroeconómicas ``responsables'' tendientes al crecimiento. Y es que si bien no se conoce que pueda tratarse de una postura que presentaría en las sesiones plenarias privadas, el presidente Ernesto Zedillo, como lo hiciera desde Japón, ha reiterado aquí que sólo la aplicación de políticas económicas y presupuestarias prudentes permitirá hacer frente a la inestabilidad financiera internacional.

De este modo, con el primer ministro de Singapur, Goh Chok Tong, y siempre según los trascendidos oficiales, el Presidente mexicano habría indicado que todas las medidas que ha propuesto al Congreso en materia presupuestaría están orientadas a proteger las expectativas de crecimiento, así como los programas sociales.

De manera similar se habría manifestado con la primera ministra de Nueva Zelanda, Jenny Shipley, con quien habría incluido la necesidad de profundizar y continuar los planteamientos globales de liberalización comercial, bis a bis, de carácter sectorial que desde el año pasado han apoyado algunas naciones, sobre todo de Asia.

Nueva Zelanda será la sede de la cumbre del APEC en 1999 y a la ministra le interesa conformar desde Malasia los puntos de la agenda a tratar en la próxima cita.

La posición mexicana, coincidente con la postura de Chile, otro de los miembros de APEC, quedó hoy una vez más de manifiesto durante el encuentro entre los dos jefes de gobierno. Luego de reunirse, ambos explicitaron su compromiso de abogar por la liberalización comercial de manera total y no sectorial, así como dar mayores cauces a los flujos de inversión.

Sin embargo, Zedillo y Eduardo Frei apoyaron de manera abierta la recomendación de APEC de establecer una nueva regulación para vigilar de manera más estrecha las transacciones bancarias porque ello, subrayaron, daría mayor certidumbre y seguridad a cada uno de los sistemas financieros nacionales y, por ende, a las operaciones a escala internacional.

Pidieron además que el foro Asia-Pacífico sea un instrumento privilegiado para un comercio mundial más fluido y de mayor volumen, por lo que debe promoverse una nueva ronda de negociaciones comerciales internacionales.

La declaración final del encuentro regional está prácticamente terminada y sus puntos centrales tienen el consenso de los mandatarios.

Tras ratificar su confianza ``en los fundamentos económicos de la región'', los líderes gubernamentales admiten que la crisis financiera en esta parte del mundo ha tenido efectos económicos y sociales ``más severos de los que inicialmente se había previsto''.

Aunque plantean que varias naciones afectadas han recibido apoyos financieros sin precedentes y que hay avances en la aplicación de programas de ajuste para resolver los problemas más inmediatos, se asume que el mayor desafío consiste en lograr una recuperación pronta y sostenida, basada en políticas que alienten el crecimiento. Por ello, precisan, se requiere un programa integral para fortalecer los sistemas financieros, restaurar el financiamiento al comercio y acelerar la restructuración del sector corporativo.

Aquí nadie expresa ni una mínima posibilidad de retorno al proteccionismo. Todo lo contrario, se insiste en que la recuperación financiera sólo podrá acelerarse si cada economía de la región adopta políticas sólidas que en conjunto contribuyan a crear un ambiente externo de confianza, ``manteniendo abiertos los mercados''.

El APEC también saluda en su documento de resolutivos la propuesta de Estados Unidos y Japón para integrar un paquete financiero por 30 mil millones de dólares en auxilio de la recuperación económica de los otrora tigres asiáticos.

Pero como no todo está concluido, los líderes de este foro precisan que la restructuración del sistema financiero y corporativo puede lograrse a través de mecanismos que movilicen apoyo adicional para respaldar la reforma acelerada del sector financiero y corporativo, incluyendo el uso de garantías de la banca multilateral de desarrollo y otros mecanismos innovadores; incrementen la disponibilidad de capital de trabajo y financiamiento al comercio, y respalden los esfuerzos para movilizar importantes montos de capital e inversión del sector productivo.

En el plano de los compromisos hacia el siglo XXI, los líderes de APEC destacan en el documento final que es importante avanzar en el fortalecimiento de las condiciones económicas para asegurar el establecimiento de un ritmo de crecimiento sostenido y acciones concretas para crear empleos, mantener el acceso a la educación y a los servicios de salud.