La Jornada 16 de noviembre de 1998

Se retira el PRI del IFE al reabrirse la discusión sobre los comicios de 1994

José Gil Olmos Ť El PRI abandonó ayer de manera indefinida el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), en el momento en que se discutía el proceso que seguirá la queja administrativa presentada por el PRD para que se investigue el origen de los recursos financieros que usó el tricolor en las campañas de 94.

En una sesión acalorada en la que estuvo presente como observador el dirigente nacional perredista, Andrés Manuel López Obrador, el diputado priísta Enrique Ibarra anunció con un gesto colérico y desencajado que su partido abandonaba los trabajos del máximo órgano del IFE, luego de que se decidió por seis votos a favor, uno en contra del presidente consejero José Woldenberg y la abstención de la consejera Jacqueline Peschard que la queja administrativa sería incluida como un punto de discusión en asuntos generales.

Ibarra salió intempestivamente de la sesión, a grandes pasos y seguido por un numeroso grupo de reporteros, ante quienes improvisó una conferencia en la que acusó a los consejeros electorales de ser influidos por ``los espíritus beligerantes'' de López Obrador, al aceptar que el punto de la queja administrativa del PRD en contra del PRI fuera incluido de última hora en la agenda de la sesión extraordinaria del Consejo General del IFE.

Argumentó que los consejeros que votaron a favor de la inclusión del punto mencionado violaron el reglamento, pues se había llamado a sesionar sólo para conocer el informe de los especialistas sobre el voto de los mexicanos en el extranjero y el cambio de estatutos de Cruzada Democrática Nacional.

Anunció que el PRI llevará el asunto de la queja administrativa perredista al seno del Congreso de la Unión y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife). ``No tenemos nada que esconder ni nada oculto ni nada ilegal'', dijo en referencia a las presuntas aportaciones del ex banquero Carlos Cabal Peniche a las campañas del PRI en 1994.

-¿La sombra de Carlos Cabal no los atemoriza?

-Nosotros no tenemos nada que ver en el asunto de ese señor ni es algo de preocupación ni nos quita el sueño.

Antes de tomar su determinación, Ibarra tuvo una conversación telefónica con un interlocutor desconocido, a quien informó molesto del desarrollo de la sesión. Sin embargo, aseguró que como representante del PRI en el Consejo General tenía discrecionalidad para tomar esas decisiones.

La molestia del priísta se había manifestado desde la llegada de López Obrador a la sesión del IFE. El político tabasqueño había dicho que llegaba para seguir el curso de la queja administrativa de su partido en contra del PRI, ya que el fin de semana pasado el secretario ejecutivo del organismo, Fernando Zertuche, había anunciado que la Junta General Ejecutiva se declaraba incompetente para ver el asunto y lo turnaba a la Comisión de Fiscalización. Ello provocó la protesta del PRD, que pidió se discutiera ese punto en la agenda del día.

Antes de abandonar la sesión, el priísta explicó: ``No podemos convalidar irregularidades en lo que debe ser el órgano que irradie confianza, certidumbre y vista sus actos en la ilegalidad''. Según el legislador, ese tipo de acciones podría perturbar el desarrollo de las elecciones del 2000.

Momentos después, López Obrador aseguró que el abandono de los trabajos del Consejo General representaba el ``miedo'' del PRI de llegar al asunto de las aportaciones de Cabal a las campañas de 94.

Dijo que su partido ya aportó pruebas de que el ex banquero entregó 30 millones de dólares a las arcas priístas, además de una remesa de 50 millones de pesos. Aseveró que el PRI no debe actuar de esa manera y que el propio presidente Ernesto Zedillo debe aclarar el asunto. ``No es creíble, no es aceptable el alegato de que ya es cosa juzgada, de que ya no hay nada que investigar'', manifestó, tras añadir que para el PRD ese caso aún no concluye.

En la sesión del consejo se discutió la decisión del secretario ejecutivo Fernando Zertuche de enviar la queja a la Comisión de Fiscalización y no continuar con la actuación de la Junta General Ejecutiva, donde se recibió la queja el 10 de septiembre pasado.