Los próximos dos años serán ``tranquilos, sin crisis'': Gurría
Antonio Castellanos Ť El Presupuesto de Egresos para 1999 es cauteloso e incluye medidas que no son populares ni agradables, afirmó ayer el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, y aceptó que tendrán un costo político. No obstante, agregó: ``No se actuó para ganar popularidad, sino para garantizar la transición política en el 2000, sin crisis ni sobresaltos'', y reiteró que en la agenda del gobierno federal no está modificar el sistema de libre flotación.
Y abundó: ``En 1999 vamos a tener un año tranquilo, sin crisis, y en el 2000 vamos a tener un cambio de gobierno tranquilo, sin crisis y con crecimiento. Entonces los mexicanos se darán cuenta de por qué fue necesario en 1998 tomar decisiones difíciles. Enfrentamos, con costo político, una situación adversa, pero vamos a seguir con inflaciones bajas y sin crisis de fin de sexenio'', subrayó
Admitió que los impuestos a la gasolina y al servicio telefónico requerían consensos muy cuidadosos con partidos, sindicatos y cámaras, pero el Fondo Bancario de Protección al Ahorro consumió la mayor parte de las discusiones y ``no hubo tiempo para los grupos de menores ingresos. El primero será más inflacionario que si se hubiera aumentado el IVA'', precisó.
El funcionario dijo que los tiempos son difíciles. Un reflejo es el cierre del crédito para los países en desarrollo. Ahora el gobierno, el sector privado, incluidas empresas triples A y Petróleos Mexicanos, no pueden pedir dinero en los mercados internacionales. Esos fenómenos que no se preveían han complicado mucho el escenario, y habrá que ``ajustar otros rubros del gasto público''.
Reconoció también que las tasas de interés bancarias son altas y negativas para la inversión. Por ello, uno de los propósitos para 1999 es lograr una inflación menor que la de 1998, y debe haber tranquilidad de que ``se hace lo que hay que hacer y sobre todo cuando hay que hacerlo''.
Indicó que el gasto social se mantendrá como el rubro más importante del presupuesto. ``Se va a privilegiar, pero habrá que ajustar otros renglones. Tenemos que hacer un esfuerzo no sólo de reducir el gasto, sino también de aumentar los ingresos como se propuso ya a la Cámara de Diputados''.
La propuesta económica, explicó el funcionario, es congruente con lo que ocurre en otras partes del mundo, que es gravar más el consumo y bajar los impuestos a la inversión productiva para generar empleo. Expuso que no se incorporó el IVA a medicamentos y alimentos porque se consideró que tenía un impacto sobre los grupos más vulnerables, los de menores ingresos.
Subrayó que se trabajó para presentar una reforma fiscal integral que incidiera sobre el consumo, pero con algunos elementos de compensación para los grupos más desprotegidos. ``Para los grupos de menores ingresos no hubo tiempo'', reiteró durante una entrevista para un programa de televisión.
``El Fobaproa -agregó- consumió la mayor parte del tiempo de los legisladores y del propio gobierno. Esto hubiera requerido consensos muy cuidadosos con los distintos partidos políticos, con los sindicatos, con las cámaras, en fin, y entonces se optó por esos dos tipos de impuestos: el de la gasolina y el del servicio telefónico.''
Gurría explicó que ya ha existido en México un impuesto al servicio telefónico. No tiene, subrayó, incidencia sobre los grupos de mayor vulnerabilidad. Se concentra en los grupos de mayor ingreso y aseguró que se trata de impuestos relativamente menos inflacionarios. ``El telefónico menos; el de la gasolina un poco más de lo que hubiera sido un aumento al IVA''.
Estableció que las medidas implican que el secretario de Hacienda no sea muy popular; ``nunca lo es, pero ahora menos'', y destacó que los impuestos siempre son difíciles. ``Nunca son bienvenidos. Lo importante -destacó- es para qué se usan y cómo se usan. Por ello el gobierno está dejando de gastar''.
El gasto corriente, indicó Gurría, se reducirá a su mínima expresión y quizá durante el año concluyan las funciones de Conasupo, simplemente porque está terminando su razón de ser. ``Estamos haciendo más pequeñas las estructuras de las distintas dependencias, estamos descentralizando el gasto y ya no se necesita la intermediación de las dependencias. Se va directo a los estados y a los municipios'', concluyó.