La Jornada 16 de noviembre de 1998

Programas de la UNAM, en riesgo por el ajuste en el gasto: Malo

María Esther Ibarra Ť Al informar que la Universidad Nacional Autónoma de México solicitó como mínimo 8 mil millones de pesos de presupuesto para 1999 -``monto que será insuficiente''-, Salvador Malo Alvarez, secretario de Planeación, advirtió que la reducción del gasto público afectará severamente a la máxima casa de estudios, pues no habrá recursos para inversión, lo cual implica que se dejará de adquirir equipamiento e insumos para laboratorios y aulas, construcción de infraestructura y la cancelación del programa entre la UNAM y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Por ello, hizo un llamado al Congreso de la Unión para que los legisladores ``se den cuenta de que la reducción es muy seria y que las universidades requieren apoyos para continuar prestando de manera eficiente sus servicios a miles de jóvenes que demandan educación superior, en donde el país tiene un retraso en relación con otros países''.

Ante la gravedad de la reducción, indicó que las autoridades universitarias han pensado en mecanismos para allegarse recursos extraordinarios por medio de donativos, pero consideró que será difícil obtenerlos, pues la crisis financiera del país afecta a todos los sectores.

Y aunque puntualizó que hasta el momento no se tiene considerado un incremento a las cuotas universitarias, planteó que es un tema que deberá ser analizado, porque un aumento ``afectaría a los estudiantes y la economía de sus familias.''

Especificó que, de aprobarse en esos términos el presupuesto, para la universidad significará una reducción de aproximadamente cinco por ciento en términos reales en relación con el del presente año, que por subsidio del gobierno federal recibió cerca de 7 mil millones de pesos. De tal suerte, indicó, en términos reales habrá ``una reducción, y esta sería la primera vez que sucede en la UNAM, pues regularmente su presupuesto ha crecido a la par o por arriba de la inflación''.

Manifestó que desconoce cuál será el presupuesto definitivo para la UNAM, pero ``las necesidades de la institución rebasan los 8 mil millones de presupuesto, lo cual hicimos saber a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por lo que habrá que esperar la información que nos proporcione la Secretaría de Educación Pública y ver qué pasa en el Congreso de la Unión''.

Tampoco, dijo, ``podemos hablar de cifras precisas, porque nos dieron sólo grandes rubros y únicamente se especificó que habrá un incremento de 17 por ciento al capítulo mil, referente a toda la cuestión de gastos o pagos para los salarios del personal académico, con lo cual la UNAM aparentemente no saldría afectada en ese rubro''.

Informó también que en el gasto corriente el incremento sólo es de 11 por ciento. Aunque manifestó que ese porcentaje implica un decremento importante en relación con la inflación que se anticipa, ``lo más terrible y lo que más nos preocupa es que los gastos para inversión se reducen en 100 por ciento, es decir, simplemente no hay partida prevista para este rubro en los presupuestos presentados al Congreso de la Unión''.

En otras palabras, puntualizó, ``por primera vez no tendremos el apoyo federal ni recurso alguno para invertir en equipamiento, obras civiles y distintos insumos que se requieren para las tareas sustantivas de la universidad''.

Consultado sobre si el fondo presidencial -en meses pasados el rector Barnés lo propuso al jefe del Ejecutivo para apoyar con recursos extraordinarios a las universidades públicas--y la campaña Unamos Esfuerzos podrían ayudar a enfrentar la crisis, puntualizó que esas acciones no pueden suplir ni resolver los problemas del gasto operativo de la UNAM ni de las instituciones públicas de educación superior. Del fondo citado, indicó que se está analizando, así como otro especial para investigación en ciencia y tecnología.

Refirió que en 1997 la institución no recibió los 200 millones de pesos que ofrecieron otorgar el gobierno federal y el BID -50 por ciento cada uno- para completar obras y otras actividades para las cuales ya se habían comprometido recursos. ``Eso implicó que hiciéramos reducciones'' para no cerrar el ejercicio presupuestal con déficit, manifestó.