Su abandono contrasta con la riqueza biológica y cultural; en riesgo, la existencia del Inifap

Investigación forestal en México

Carlos H. Avila Bello

México es considerado el tercer país del mundo con megadiversidad, es decir, presenta una gran heterogeneidad de especies, hábitats y un gran número de endemismos. Esa gran diversidad de recursos naturales permitió y permite el desarrollo de diferentes culturas nativas, especialmente en la zona denominada Mesoamérica.

La riqueza forestal del país ha sido y es aprovechada de diferentes maneras por las comunidades poseedoras de los recursos. Es importante mencionar que 80 por ciento de los recursos se encuentran en manos de ejidatarios y comunidades indígenas, cuyos aprovechamientos se concentran especialmente en leña, material para construcción, recolección de plantas alimenticias, medicinales y ornamentales, así como la cría de ganado ovino, caprino y vacuno.

Esa riqueza biológica y cultural contrasta enormemente con el abandono en el que se encuentra la investigación forestal en México. Esto último fue mencionado por Miguel A. Musalem S. en su discurso de bienvenida al instalar la 21 Asamblea Anual y Celebración de la Toma de Posesión del octavo Consejo Directivo de la Academia Nacional de Ciencias Forestales; algunos puntos merecen destacarse:

1) El apoyo económico para llevar a cabo investigación es prácticamente nulo.

2) El número de investigadores forestales ha disminuido alarmantemente.

3) Los programas de investigación forestal están totalmente desviados del objetivo primario de la actividad silvícola, y debe agregarse que también se encuentran muy desvinculados de los problemas de los productores y su realidad.

4) La actividad productiva del país ha dejado de lado la investigación forestal.

5) No existe liderazgo nacional ni en los diferentes centros regionales.

Necesario, un consenso

Si bien lo anterior es de suma importancia, otros aspectos merecen atención, ya que guardan estrecha relación con la descripción que se presentó inicialmente y con buena parte de la situación de la investigación forestal en el país.

El espíritu poco crítico tanto de los investigadores forestales como de las autoridades, especialmente en el actual Inifap, les ha impedido hacerse preguntas fundamentales para la orientación de la investigación, tales como ¿para qué investigar?, ¿por qué investigar?, ¿para quién investigar?, ¿qué investigar? y ¿dónde investigar? Es de trascendental importancia que esas preguntas se hagan en un foro abierto, resolutivo, crítico, constructivo y que posibilite el intercambio horizontal de opiniones para finalizar en un consenso de hacia dónde debe ir la investigación forestal en el país, particularmente en el Inifap.

Lo anterior debe llevarnos a discutir y dar respuesta a las preguntas anteriores en las dos realidades del campo mexicano: la de los campesinos indígenas orientados fundamentalmente al autoconsumo y la de los agricultores capitalistas. En el primer caso, la investigación debe orientarse a satisfacer las demandas primarias de los productores, algunos temas interesantes son:

-Leña: de donde pueden surgir varias interrogantes de investigación como, de acuerdo con los productores, ¿cuáles son las mejores especies para leña en las diferentes regiones del país? Bajo pruebas de laboratorio, ¿se comprueban las hipótesis de los productores? ¿Cuánto tiempo se emplea en la obtención de la leña y quiénes participan? ¿Cuáles son las épocas de mayor consumo? ¿Cuál es la reserva de leña en las diferentes regiones del país? ¿Cómo afecta el consumo de leña a la biodiversidad y la estabilidad del sistema?, entre otras.

-Material para construcción: algunas preguntas importantes pueden ser: ¿qué especies son las más usadas y para qué? ¿Cuál es el tiempo de vida de esas especies? ¿Las especies usadas pueden utilizarse en la industria?

-Desde el aspecto ecológico (cuantitativo y cualitativo): ¿cómo se encuentran los recursos y cómo se encontrarán en el futuro?

-¿Se emplean para el aprovechamiento de esos recursos los métodos silvícolas más adecuados, de acuerdo con el uso al que están sometidos?

-En el aspecto industrial sería importante conocer el estado actual en que se encuentran los recursos forestales aprovechados por ese sector.

-¿Los métodos silvícolas empleados son los adecuados para el uso sostenible de los recursos, según sus características?

-¿Qué especies nativas de las zonas tropicales, templadas, frías y desérticas del país tienen potencial para las industrias del aserrío, papelera y de la construcción?

Si a lo anterior le damos el calificativo de prioridades, éstas contrastan enormemente con las actuales en la investigación forestal: producción de palma africana y hule. Varias interrogantes surgen al respecto: ¿quién estableció esas prioridades y con base en qué? ¿Por qué es más prioritaria la investigación en dos especies introducidas y no en la gran cantidad de especies nativas potenciales que tiene el país? ¿Existen intereses económicos particulares detrás de esas prioridades?

Merece especial atención el caso del Inifap. ¿Por qué? Hacia finales de 1985 se decidió fusionar a los tres institutos que realizaban investigación científica en el país en las áreas agrícola, pecuaria y forestal. La idea era que los investigadores entendiéramos que la actividad agrícola en sentido amplio se realiza en el país de manera integral e involucra a la agricultura como tal, los aprovechamientos forestales y los pecuarios. Empero, esa propuesta no prosperó por diversos motivos, pero debe ser retomada por gente con más visión científica y menos ambición política, ya que tiene las siguientes ventajas:

1) Se ve a la agricultura como un sistema formado por subsistemas principales, de los que se derivan otros que explican el funcionamiento del todo.

2) Se fomenta el trabajo interdisciplinario.

3) El constante intercambio de ideas y enfoques enriquece las posibles soluciones a los problemas observados.

En los 14 años de existencia del Inifap se han presentado seis cambios de vocal ejecutivo. Ello ha cobrado su precio, ya que no hubo continuidad ni en programas ni en líneas de investigación, se ha cuestionado fuertemente la labor científica del Inifap y se ha llegado al punto de imponer a un ¿director en jefe? que no es un científico de carrera y ha llevado al instituto a su actual estado de indefinición e indefensión, a un enorme desánimo entre la mayoría de los investigadores y al desmantelamiento o abandono de colecciones (el Herbario Nacional Forestal, la Xiloteca Nacional, la Biblioteca Nacional Forestal, el Banco de Germoplasma Forestal) que tomaron años de esfuerzo a renombrados investigadores.

¿Qué solución encontrar a esos graves problemas que ponen en riesgo la existencia del Inifap, particularmente de la investigación forestal, así como de los pocos investigadores honestos y dedicados que siguen activos en esa actividad científica?

1) Se puede empezar con la autonomía del instituto respecto de la Sagar, pues las decisiones políticas rara vez coinciden con las científicas; en ese sentido, el Inifap debería depender del sistema SEP-Conacyt.

2) El director en jefe o vocal debe ser un investigador de carrera, honesto, con prestigio nacional o internacional; pocos reúnen esas características, y su designación debe ser consensada con la comunidad científica del Inifap.

3) Convocar a un Foro Nacional para la Reforma del Inifap, para discutir, con base en razonamientos científicos, la mejor manera de hacer funcionar al instituto y dar respuesta a las preguntas planteadas.

4) Llevar a cabo auditorías técnicas y administrativas que permitan tener la seguridad de que la gente encargada de los centros regionales, direcciones, jefaturas, proyectos, etc., sean honestas, identificadas con la verdad científica, sin compromisos de grupo y con amplio criterio como para saber aceptar la capacidad y trabajo de otros y establecer relaciones horizontales.

5) Estimular el trabajo en equipo (para ello también debe reformarse el actual tabulador que evalúa a los investigadores.

6) Aumentar el salario de los investigadores y estimularlos con becas de productividad, sometiendo siempre su actividad a una evaluación anual escrupulosa.

7) Renovar los cuadros de investigadores ya que, como en la ciencia nacional en general, se corre el peligro de tener sólo cuadros científicos viejos.

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