Jesús Martínez Saldaña*
Los consulados y el espionaje político

A mediados de noviembre presentará su informe la Comisión de Especialistas designada por el Instituto Federal Electoral (IFE) para estudiar las modalidades del voto de los ciudadanos mexicanos radicados en el extranjero (la gran mayoría en Estados Unidos). Posteriormente, el Poder Legislativo lo utilizará para decidir la viabilidad de ejercer este derecho cívico en las elecciones del año 2000.

Un punto importante, que necesariamente será abordado en el informe de los especialistas y en las tareas de los legisladores, es el papel que tendrán en todo el proceso electoral los consulados mexicanos en el vecino país. Es prudente esperar el informe del IFE para analizar las opciones que nos presentarán.

Sin embargo, al evaluar la información disponible, también hay que tomar en cuenta el contexto político contemporáneo. También hay que incluir la persistente oposición del Ejecutivo federal al voto de los emigrados, las recientes revelaciones (oficiales o a título personal) en torno al espionaje político en el Consulado de Los Angeles, a favor del partido de Estado. Tampoco hay que perder de vista que la Comisión Nacional de Asuntos Internacionales -creada por el PRI-, tiene como principal objetivo el trabajo político entre las comunidades mexicanas al norte del Bravo; curiosamente, está integrada por ``los secretarios de Hacienda, Relaciones Exteriores y del Trabajo, así como embajadores, cónsules y hasta el subprocurador de Asuntos Legales Internacionales de la PGR'' (La Jornada, 3/07/1998).

Todos estos sucesos minan considerablemente la credibilidad de los consulados como dependencias gubernamentales neutras o apartidistas, crean serias dudas sobre las tareas que podrían realizar en caso de concretarse el voto para el 2000, y nos invitan a examinar con mayor cuidado la relación entre las representaciones diplomáticas y las comunidades migrantes. Asimismo, provocan una serie de interrogantes que, considero, merecen respuestas del Ejecutivo federal y de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

1. ¿Realiza el gobierno mexicano tareas de espionaje político en las comunidades mexicanas establecidas en Estados Unidos? De ser afirmativo, ¿cuáles son los objetivos del espionaje, bajo qué criterio se seleccionan los blancos, y qué papel tienen los consulados?

2. Más específicamente, ¿se espía a organizaciones e individuos que simpatizan con los partidos mexicanos de oposición? De ser cierto, ¿qué tareas han realizado esos agentes hasta la fecha?

3. ¿Se realiza espionaje político en torno a las actividades de migrantes que luchan por conseguir el derecho a votar en las próximas elecciones presidenciales?

4. ¿Cuántos agentes de Inteligencia hay en cada uno de los consulados mexicanos de Estados Unidos?

5. ¿Hay algún integrante del cuerpo consular en Estados Unidos que no sea priísta?

6. Aparte de José Angel Pescador Osuna en Los Angeles, ¿cuántos otros cónsules en Estados Unidos son informantes del PRI?

Hay muchas más que deben considerarse, pero con respuestas adecuadas a las que aquí hemos presentado podemos iniciar un diálogo serio sobre esta dimensión de la política mexicana. Dados los tiempos políticos, entre más pronto, mejor.

* Integrante de la Coalición de Mexicanos en el Exterior Nuestro Voto en el 2000.