La Jornada 15 de noviembre de 1998

DISQUERO Ť Pablo Espinosa

DISQUERO Ť Pablo Espinosa

Nuevos horizontes

En el ámbito de la música de concierto, la más reciente adquisición de la melomanía internacional tiene nombre y apellido: Gyorgy Kurtág, compositor húngaro cuya obra -así como lo han sido consecutivamente Arvo Part, Henryk Nicolaj Gorecki y Alfred Schnittke- causa furor en los círculos de iniciados. Nacido el 19 de febrero de 1949 en Lugos (hoy Rumania), el maestrísimo Kurtág es autor de una música irresistible, que empieza apenas a difundirse, en tanto quienes gustan aparentarse como muy acá en cultura musical en las reuniones suelen añadir a los nombres de Part, Gorecki y Schnitte, el de Kurtág, en pleno ejercicio de snobismo. Quien desee, en cambio, disfrutar de una música bellísima, sin hacer caso de detalles extramusicales (``observa un cuadro como escucha una sonata: sin preguntar por los amores y jodederas del músico'', decía Carpentier), puede hallar en Song Cycles (Sony, que reproduce en su portada el óleo/oro Die Musik, de Gustav Klimt) un manantial de gran música. El Ensemble Modern, dirigido por Peter Eotvos, pone en vida, con la soprano Christine Whittlesey, tres partituras de Gyorgy Kurtag: Mensajes de la difunta dama R.V. Troussova (canciones para soprano y conjunto de cámara a partir de poemas de Rimma Dalos), ...Quasi una fantasía, y Escenas de una novela. Texturas, borbotones tímbricos, mucho humor, ironía filosa incluso. Un ejemplo grandioso de música de nuestro tiempo.

Nuevos panoramas

Un autor que ya es bastante conocido no sólo en el ámbito de la música ``clásica'' sino, oh fortuna, entre la masa juvenil es el maestro inglés don Michael Nyman (1944), aclamado por los espíritus jóvenes y, por supuesto, denostado por los de alma de viejito (es proverbial la envidia de muchos músicos de conservatorio ante el éxito mundial de Nyman). Entonces: para alegría de muchos y coraje de unos cuantos, he aquí el nuevo disco de Miguelito Nyman: The Suit and the Photograph (El traje y el fotógrafo, EMI), que contiene el cuarteto de cuerdas número cuatro, ejecutado por el Camilli Quartet y otros tres cuartetos, en versión de la Michael Nyman Band. En su reciente cuarteto cuarto, Nyman recupera temas de obras anteriores (la titulada Yamamoto perpetuo y material para el soundtrack El Piano, por ejemplo), además de recurrir a materiales folclóricos intensos. La portada de este disco reproduce una foto tomada por el maestro alemán August Sander, quien intentó crear un archivo de fotos de representantes de todas las clases sociales a principios de este siglo. Por lo pronto, Michael Nyman la reproduce en un ejercicio de nostalgia de la primera conformación de la Michael Nyman Band, en la que ya no están, por ejemplo, ni Georges Ballanescu ni John Harle. El ejercicio de Sander y el de Nyman, en este disco conjugados, tiene que ver con los significados ulteriores: ¿dime qué música escuchas y té diré cómo te vistes? (Pablo Espinosa)