Tres mil soldados de EU parten al Pérsico; Hussein intenta conciliar
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Bagdad, 13 de noviembre Ť El presidente iraquí, Saddam Hussein, dijo hoy que no tiene intención de crear una crisis con la Organización de Naciones Unidas (ONU) ni de dejar de colaborar con la comisión del organismo mundial para el desarme de su país (Unscom), y aseguró que su decisión de suspender una vez más su cooperación con los inspectores fue una medida que sólo pretendía que la ONU atendiera a las demandas de Bagdad.
Indicó también el gobernante que aceptaría ``cualquier iniciativa'' que ponga fin a las sanciones económicas que desde hace ocho años pesan sobre su país, impuestas por Naciones Unidas luego de la invasión iraquí a Kuwait.
Sin embargo, la secretaria de Estado estadunidense, Madeleine Albright, afirmó que Saddam Hussein debe revocar públicamente su decisión de suspender la cooperación con los inspectores de la Unscom, si quiere evitar una agresión armada de los aliados contra su país.
El presidente estadunidense, Bill Clinton, dijo que el mandatario iraquí tiene el ``fin de la crisis en sus manos'', y reiteró su intención de comenzar un ataque contundente porque ``no podemos tolerar a un Irak libre de desarrollar con impunidad armas de destrucción masiva''.
Unos 3 mil soldados de la tercera división de infantería del ejército estadunidense recibieron hoy la orden de viajar al golfo Pérsico para participar en un eventual ataque contra Irak.
Fuentes castrenses indicaron también que Washington enviará a Israel baterías adicionales de misiles Patriot, en tanto que hoy los gobiernos de Gran Bretaña, Canadá y Argentina ratificaron su apoyo a Estados Unidos, en caso de que decida lanzar un ataque contra Irak.
En lo que fue su primera declaración pública desde que se suspendió la cooperación con la Unscom, Saddam Hussein aseguró que la postura de su gobierno tiene el único objeto de ``lograr respuestas a los reclamos legales de Irak''.
Recalcó que el país árabe ``aceptará positivamente cualquier iniciativa que cumpla con los justos y razonables reclamos'' de su gobierno.
El gobierno iraquí sostiene que la Unscom tiene órdenes de Washington de perpetuar el embargo económico que pesa sobre esa nación desde hace ocho años, y que fueron impuestas por la ONU tras la agresión a Kuwait.
Irak insiste en que ya ha desmantelado sus arsenales de armas de destrucción masivas y asegura que no tiene ya medio de producirlas, pero el titular de la comisión de desarme, Richard Butler, insiste en que Bagdad oculta aún arsenales con armas químicas y bacteriológicas.
Saddam Hussein formuló sus declaraciones conciliatorias en un encuentro con el embajador ruso Nikolai Kartuzov, quien reiteró que Moscú está en contra de que se lleve a cabo una agresión armada occidental contra Irak.
Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, han instado al organismo a impedir un ataque contra Irak y a considerar el levantamiento de las sanciones.
El Consejo de Seguridad se reunió hoy para discutir un proyecto de carta dirigida al gobierno iraquí, en el que se ofrece a Bagdad la perspectiva de levantar las sanciones económicas siempre y cuando vuelva a permitir el trabajo de los inspectores de la Unscom.
Así las cosas, fuentes de la ONU dieron a conocer hoy un comunicado emitido por el director de la Oficina del Programa para Irak, Benon Sevan, quien informó sobre la suspensión de operaciones de la compañía británica Lloyds Register, encargada de certificar la entrega de ayuda humanitaria de Naciones Unidas destinada a Irak.
En el comunicado se informó que la empresa, sin consultar previamente al organismo, retiró al personal que certificaba la llegada de alimentos y medicinas a Irak.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, instó este viernes a Irak a reanudar su cooperación con los inspectores de armas para que el Consejo de Seguridad acepte considerar el levantamiento de sanciones a la nación.
El dirigente mundial, quien anteriormente logró contener una crisis similar mediante un acuerdo con Bagdad, se ha negado a involucrarse en la presente situación, a pesar de habérselo solicitado Irak.
Albright, por su parte, declaró que la única manera de detener un ataque estadunidense contra Irak es que Saddam Hussein se retracte públicamente de su decisión de suspender su cooperación con la Unscom.
Señaló: ``Durante meses hemos dicho que todas las opciones estaban sobre la mesa. Desafortunadamente, una por una se han ido desechando las opciones diplomáticas. Irak tiene una elección sencilla: cambiar de curso o enfrentarse a las consecuencias''.
No obstante, Madeleine Albright admitió que el fin último de estados Unidos no es la reanudación de los trabajos de la Unscom sino, mas bien, ``trabajar con un régimen posterior a Saddam e ir a colaborar más rápidamente con los grupos de oposición. Es nuestra política''.