La Jornada 13 de noviembre de 1998

Para sanear bancos, 225% más recursos que contra la pobreza

Roberto González Amador y César Martínez Ť El gobierno federal propuso ayer ejercer un gasto neto total de un billón 40 mil 935.7 millones de pesos el próximo año, 5.6 por ciento mayor al de 1998, aunque el crecimiento se debe al mayor pago de intereses de la deuda, ya que la partida global destinada al gasto corriente y de inversión se mantiene estancada.

En el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 1999 (PEF), el Ejecutivo solicitó a los legisladores que el gasto no programable -que incluye el pago de intereses de deuda, transferencias y adeudos fiscales de ejercicios anteriores- sea de 341 mil 665.9 millones de pesos, con un incremento en términos reales de 19.4 por ciento respecto al de este año.

En particular, los recursos destinados a cubrir los intereses de la deuda pública ascienden a 185 mil 958 millones de pesos, que significan un aumento real de 30.7 por ciento con relación a los previstos para 1998. Medido como porcentaje del PIB, el gasto para pagar el costo financiero de la deuda aumentará de 3.15 a 4 por ciento en el próximo año, de acuerdo con el proyecto presentado por el gobierno.

Dentro de los recursos destinados a financiar la deuda pública, el presupuesto incluye una partida de 25 mil 145 millones de pesos para los programas de saneamiento financiero de los bancos y programas de apoyo a deudores. Esta cantidad es 225 por ciento superior a los 7 mil 724.4 millones que el gobierno propone gastar el próximo año en Progresa, el principal programa oficial para combatir la pobreza en el país.

Mientras, la propuesta de gasto programable -que incluye el presupuesto de las dependencias del gobierno, poderes Legislativo y Judicial y órganos electorales- alcanza 699 mil 269.8 millones de pesos, un nivel similar en términos reales al ejercido este año, que ya tuvo tres ajustes a la baja. Sin embargo, este rubro pasaría de representar 15.49 por ciento del PIB en 98 a 15.04 por ciento el año próximo.

Del total de gasto programable, 60 por ciento se destinará a gasto social que, en su conjunto, tendrá un aumento de 3.2 por ciento en términos reales.

En la clasificación administrativa del gasto programable, se establece que las dependencias del Ejecutivo que tendrán las mayores reducciones de recursos serán: secretarías de Reforma Agraria, con una disminución de 27.3 por ciento; Agricultura, con una baja de14.6; Desarrollo Social y la de Turismo, cuyos gastos bajarían 10 por ciento.

El gasto destinado a la Secretaría de Defensa disminuye 5.2 por ciento; el de Gobernación, uno; Educación, 1.3, mientras que los fondos propuestos para la Presidencia fueron reducidos en 6.4 por ciento.

Las únicas secretarías a las cuales se les incrementaron las partidas fueron: Salud, 16.4 por ciento; Energía, 5.1, y Relaciones Exteriores, 2.6 por ciento.

La distribución de los recursos públicos indica que 32.8 por ciento del presupuesto total se destinará al gasto no programable, y 67.2 al programable. A su vez, del primer rubro 54.4 por ciento se destinaría al pago del costo financiero de la deuda -17.8 por ciento del gasto total-, 41.6 a las participaciones a estados y municipios, y 4 por ciento restante a adeudos de ejercicios anteriores.

Dentro del programable, 55.2 por ciento del gasto va a la administración pública descentralizada, 43 a organismos y empresas paraestatales, en tanto que 0.9 se dirige al Poder Judicial, 0.9 al Legislativo y otro 0.9 por ciento al IFE. De los 699 mil 269.8 millones de pesos a que ascenderá el gasto programable del próximo año, 565 mil 249.4 millones (80.8 por ciento) corresponderá a gasto corriente -básicamente sueldos y salarios-, y los 134 mil 020.4 millones restantes se destinarán a gasto de capital, principalmente inversiones físicas.

Asimismo, el análisis por grandes funciones del gasto público muestra que, de los 699 mil 269.8 millones de gasto programable, el desarrollo social pasa de representar 57.4 por ciento del total en 1998, a 59.2 en 1999; los recursos destinados a la actividad energética pasan de 21.4 por ciento del gasto a 20.9; el gobierno, fuerzas armadas y la procuración de justicia aumentan su participación en el total de 8.3 a 9 por ciento; el desarrollo agropecuario baja de 5 a 4; medio ambiente y recursos naturales se mantiene en 1.3, mientras que otras funciones pasan de 2.7 en 98 a 2.5 por ciento en 1999.*

Por otra parte, el gasto en inversión física de la administración pública centralizada es de 66 mil 300.6 millones de pesos y disminuye 7.7 por ciento en términos reales respecto a 1998. Las únicas secretarías en las que se propone aumentar este rubro es en Comunicaciones y Transportes, que tiene asignado en el presupuesto una inversión de 11 mil 51.8 millones y significa un crecimiento de 11.2 por ciento, a Sagar con mil 186.2 millones y un aumento de 11.2 por ciento y a Segob con 2 mil 308.7 millones, 0.3 por ciento mayor que este año.

Dentro de las entidades paraestatales, el gasto presupuestal en inversión física de Petróleos Mexicanos (Pemex) caería 4.4 por ciento en términos reales y sería de 34 mil 711.6 millones de pesos, en la Comisión Federal de Electricidad se prevé una partida de 16 mil 695.7 millones con un aumento de 6.6 por ciento, mientras que en el promedio del total de empresas de este tipo bajo control directo del gobierno las inversiones llegarían a 60 mil 430.7 millones de pesos y bajarían en 2.2 por ciento.