Un ``buen reglamento'' de circulación de capitales evitaría accidentes: Jacques Chirac
Rosa Elvira Vargas Ť Frente a la evidencia de que hoy se vive en un ``mundo perturbado'', México y Francia se manifestaron por encontrar nuevas formas de funcionamiento del sistema financiero internacional, mediante la revisión de los acuerdos de Bretton Woods y la elaboración de un buen ``reglamento de tránsito'' para la circulación de capitales. El mandatario francés, Jacques Chirac, precisó sin embargo que ante la crisis en los mercados debe evitarse hacer de la globalización ``la causa de todos nuestros males'', y recurrir de nuevo al proteccionismo, con el cual ``todos saldríamos perdiendo''.
Ernesto Zedillo, por su parte, pidió trascender la atención de los asuntos de corto plazo en la economía mundial y avanzar hacia el encuentro de nuevas formas para responder a los retos que imponen fenómenos como la globalización y la muy rápida movilidad e inestabilidad de los flujos de capital. Tenemos, dijo, la responsa- bilidad de hacer oír nuestros puntos de vista y contribuir con nuestras propuestas en la determinación de las nuevas reglas que deberán guiar el funcionamiento del sistema financiero.
Su colega francés, explícito en este punto, dijo que en el marco de un sistema de intercambios que hará que los acontecimientos se aceleren, ``debemos tener un mínimo de reglas, como un reglamento de tránsito, para evitar accidentes''.
Otro acuerdo entre ambos políticos, y sobre todo ante los problemas de seguridad internacional que hoy se viven en diversas latitudes, fue el de hacer valer el derecho internacional y la solución pacífica de los conflictos entre naciones.
Chirac fue puntual al establecer que la globalización sólo logrará éxito pleno si se realiza en beneficio de todos, porque la actual crisis debe combatirse con firmeza y sin permitir que se agrave la pobreza en el mundo. Las reformas económicas imprescindibles, indicó entonces, sólo podrán lograrse si se cuenta con la adhesión de la población y, por tanto, ``aplicando medidas de apoyo social importantes''.
Ceremonias de gala
Hubo ceremonias de gran gala para la recepción al presidente de Francia y su esposa, Bernadette, quienes por primera vez llegan a suelo mexicano. Ernesto Zedillo la definió ayer mismo como una ``visita histórica'' y con la cual, aseguró también, se reanimarán vínculos que en cierta medida habían permanecido aletargados.
Un año después que el mandatario mexicano recibiera los honores correspondientes a una visita de Estado en el Palacio del Elíseo, en París, que las banderas de ambos países adornaran los Campos Elíseos, y que en el Arco del Triunfo, Zedillo realizara una guardia en honor a los héroes de la Francia eterna, el gobernante francés, con su enorme comitiva -se estima en más de 150 personas, entre funcionarios y hombres de empresa-, tuvo ayer una de esas recepciones que sólo se ofrecen a los visitantes distinguidos del país, en el Campo Marte de esta capital.
En mañana fría y nublada, la ceremonia de bienvenida en las instalaciones del Estado Mayor Presidencial se cumplió casi con exactitud. Los himnos de ambas naciones, los discursos de los dos mandatarios, la presentación de las comitivas y el pase de revista a la Guardia de Honor, transcurrieron sin novedad y con la solemnidad del caso. Vino luego el desfile de los cadetes del Heroico Colegio Militar, la Escuela Naval y el Colegio del Aire, precedidos de escoltas y bandas de música y guerra. Sin embargo, al paso de la artillería y el escuadrón de caballería, uno de los equinos salió del control de su jinete, a unos metros de los presidentes.
El trance duró pocos minutos, y el militar a punto estuvo de ser derribado por el animal. Desde el graderío no se advirtió alguna situación de riesgo para los mandatarios, aunque ciertamente el incidente no ocurrió en un punto donde hubiese pasado inadvertido y, además, dio pie para no pocas especulaciones sobre las dimensiones que podría haber alcanzado el hecho.
Desde este momento, la empatía que a ojos vistas existe entre Chirac y Zedillo se manifestó por los numerosos cumplidos que se dedicaron en sus primeros mensajes. El Presidente mexicano definió a su colega como un estadista que ha sabido honrar los ideales de Francia y que está siempre atento a anticipar los tiempos nuevos. Además, lo calificó como un gobernante que ha impulsado, con visión y firmeza, la edificación de un mundo más justo, donde prevalezcan la paz y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
A su vez, Chirac dijo que mexicanos y franceses quieren, juntos, llegar lejos y entablar una relación fuerte y ejemplar para el siglo próximo. Desde ese momento, delineó lo que más tarde se confirmaría como un hecho: que Francia desea ser un interlocutor privilegiado dentro de la Unión Europea para velar por la concreción del acuerdo comercial con México. De hecho, acordaron más tarde establecer un mecanismo informal flexible y de carácter permanente para dar cumplimiento a esa labor de diálogo bilateral.
Más tarde y en algo que se recuerda sólo con motivo de la visita del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, Zedillo acompañó a su invitado a la colocación de una ofrenda floral en el monumento a los Niños Héroes, en Chapultepec.
De ahí, regresaron a Los Pinos, donde sostuvieron conversaciones privadas en la residencia Miguel Alemán; más tarde se encontraron con sus comitivas y, para cerrar, en el salón López Mateos fueron testigos de la rúbrica de instrumentos internacionales de cooperación. Tales docu- mentos se componen por un acuerdo sobre promoción y protección recíproca de inversiones; Declaración conjunta relativa a la cooperación en materia de seguridad pública; Acuerdo de cooperación técnica en materia de seguridad pública; Declaración conjunta México-Francia sobre la diversidad cultural; y Declaración conjunta sobre las negociaciones comerciales entre México y la Unión Europea.
Luego de la cancelación de una estampilla postal alusiva a la visita, los presidentes dirigieron un mensaje en el que además de expresar sus coincidencias en el diagnóstico y estrategias para enfrentar la crisis internacional, hicieron manifiestos otros puntos en común.
De ellos, uno que resalta sobre todo ante la nueva situación de conflicto en el Medio Oriente, trata del interés permanente de la humanidad para que prevalezcan el derecho internacional y la solución pacífica de las controversias.
Punto central de las conversaciones, plantearon también, se refirió a la negociación para un Acuerdo de Concertación Política, Asociación Económica y Cooperación entre México y la Unión Europea, sobre todo en el renglón comercial. El presidente Chirac, aseguró Zedillo, ha expresado gran entusiasmo y esperanza en las negociaciones para lograr ese instrumento, luego de que hace apenas cuatro días aquéllas dieron inicio.
El jefe del Ejecutivo refirió también que expuso a su visitante los detalles del programa nacional de seguridad pública y la necesidad que hay de capacitar recursos humanos y adquirir nuevas tecnologías.
Luego de la visita del presidente francés al Congreso de la Unión, Zedillo y Chirac volvieron a encontrarse en un almuerzo con empresarios de México y Francia, en el que previamente hubo detalladas exposiciones sobre los potenciales de intercambio de ambos países. Ahí, en breves entrevistas, el secretario de Comercio, Herminio Blanco, consideró que la inversión extranjera directa para el próximo año disminuirá, pero que no obstante ello, el país se mantendrá como uno de los lugares más importantes y exitosos para la captación de recursos externos.
También fue abordado el titular de Energía, Luis Téllez, quien adelantó que en breve podría enviarse una iniciativa para modificar el esquema fiscal de Pemex, porque el vigente le impide disponer de los recursos suficientes para reinvertir en su propia infraestructura.
Con la presencia de los presidentes, representantes empresariales firmaron una serie de acuerdos. Ya en su mensaje, Jacques Chirac hizo alusión de nueva cuenta al contexto internacional, pero también dedicó largo espacio a ponderar los resultados que México ha obtenido en sus procesos de reforma económica.
La comunidad internacional tiene confianza en México y en sus dirigentes, en la nueva sociedad mexicana moderna, democrática y solidaria, y aprecia la lucha tenaz contra la inflación y la administración ``con cordura'' de los fondos públicos.
Fue claro que tanto Zedillo como Chirac tienen interés en impulsar un mayor dinamismo en los niveles de intercambio entre los dos países, sobre todo ante la evidencia de que mientras el comercio global mexicano alcanzará este año 240 mil millones de dólares, la cifra del intercambio con Francia apenas se situará en cerca de mil millones de dólares.
De nuevo, por la noche los dos presidentes se encontraron, esta vez en Palacio Nacional, para una cena de Estado. Hoy viernes, además, almorzarán en privado.