Mantiene el SNTE su postura de no reconocer al comité disidente
Claudia Herrera Beltrán Ť El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Tomás Vázquez Vigil, reprobó la toma del Senado por parte de maestros disidentes capitalinos y de varios estados, y dijo que ese órgano legislativo ``no puede ser rehén'' del profesorado inconforme, con el que ayer se reunió en varias ocasiones sin llegar a un acuerdo sobre sus peticiones.
Por su parte, Blanca Luna, secretaria general de la sección nueve del Distrito Federal --perteneciente a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación--, expresó su extrañamiento por la denuncia de hechos que presentó el Senado en contra de los profesores, y en especial, negó que éstos hayan sustraído el discurso del senador Belisario Domínguez.
Las diferencias entre las dos partes -institucionales y disidentes-- continuaron ayer después de más de cuatro meses de protestas de los miembros de la sección novena (que agrupa a 58 mil maestros de primaria del DF), porque el SNTE no reconoce a sus líderes sindicales. Según Blanca Luna, Vázquez Vigil insistió en que los docentes incorporen a su comité ejecutivo seccional a profesores que no simpatizan con la actual dirigencia.
En tanto, el Comité Ejecutivo Nacional del sindicato magisterial trasladó temporalmente las oficinas de su edificio sede a un hotel del centro histórico y a la Casa del Maestro. Sus instalaciones se encuentran resguardadas por centenares de vigilantes y decenas de policías.
La ocupación violenta del recinto legislativo, que duró casi 10 horas, provocó la condena de las dos agrupaciones nacionales de padres de familia, que calificaron como deplorable la actitud de los maestros; incluso, la Unión Nacional de Padres de Familia culpó a funcionarios públicos y a líderes políticos de ``manipular'' a los organismos representativos de los maestros.
A su salida de un hotel capitalino, adonde Vázquez Vigil acudió en la madrugada de ayer para dialogar con los profesores, el líder magisterial reprobó las acciones de los miembros de la sección nueve por tratarse del Senado, ``la máxima tribuna e institución del país''.
En el transcurso de los sucesos de ayer no fue posible localizar al dirigente del SNTE. La sede del Comité Ejecutivo Nacional, ubicada en la calle de Venezuela --en el centro de la ciudad--, estaba cerrada y rodeada por autobuses, en los que ``pernoctaron 300 vigilantes'', según informó Armando Colín, que se identificó como el jefe de guardias del sindicato magisterial.
En un ambiente de tensión se mantuvo esa zona del centro histórico, y particularmente las instalaciones del sindicato magisterial, que se encontraban como un bunker, con sus grandes puertas de metal cerradas y la tienda sin dar servicio.
Por otra parte, el dirigente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Ricardo Esponda Gaxiola, consideró que lo sucedido en el Senado ``demuestra los intereses de facciones, camarillas y partidos políticos por tener acceso al poder a través de controlar los destinos de la educación en México''.
Al calificar a los profesores de vándalos, Esponda aprovechó para defender su postura de la libre asociación sindical, con la que surjan nuevas agrupaciones de maestros, ajenas a las influencias e intereses de los partidos políticos, que tengan como fin promover mejores condiciones de vida para el gremio magisterial.
A su vez, la presidenta de la Asociación Nacional de Padres de Familia, Pilar Casado de Gil, hizo un exhorto a los docentes a que asuman su responsabilidad, cumplan con su obligación y sean ejemplo de civilidad, respeto y concordia.
La organización que representa a los padres de familia de escuelas públicas aceptó que tanto el magisterio como todos los mexicanos tienen derecho a mejores condiciones de vida, pero que éstas deben gestionarse a través de las vías adecuadas.