La Jornada 12 de noviembre de 1998

Llama el mandatario a renovar la ONU, porque ``ya no refleja la realidad actual''

Mireya Cuéllar y Ciro Pérez Ť En su presentación ante el Congreso, el presidente de Francia, Jacques Chirac, se manifestó por renovar la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en especial el Consejo de Seguridad, pues su composición ``ya no refleja la realidad actual'', y por ``organizar el manejo planetario de los riesgos mundiales'' de la globalización, que México ya padece y que el pueblo ``en su totalidad tuvo que pagar muy caro''.

Además de reformar a la ONU -``única con legitimidad para hablar y actuar en nombre de todos'' (los países)-, el presidente francés habló de intercambios con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para ello propuso al presidente Zedillo convocar a una cumbre de jefes de Estado y de gobierno de los países miembros del Comité Provisional del Fondo Monetario Internacional, ``para adoptar solemnemente todas las reformas en preparación''.

Chirac se centró en los problemas de la globalización, que si bien ``suprime el espacio y reduce felizmente las distancias entre los hombres, lleva en sí el germen de sus propias desviaciones; las agresiones contra el medio ambiente, la mafia, la droga y el terrorismo, ya desconocen fronteras''.

Sentado a la derecha de Juan Cruz Martínez (PT), presidente en turno del Congreso, en lo más alto de la tribuna parlamentaria, Jacques Chirac expresó que ``el peligro radica en la homogeneización, la asfixia de nuestra identidad, la pérdida de la memoria, la extinción del diálogo, el ocaso de las civilizaciones''. Hizo un recuento de los avances en la unificación de Europa y ofreció que Francia ``les ayudará en el camino que les llevará a Europa''.

Chirac es el primer jefe de Estado que visita la presente Legislatura y el cuarto mandatario francés que visita el país.

Si bien los diputados cumplieron todos los pasos que les marcó el protocolo francés, cuando los representantes del PRI, del PAN y del PRD fueron a la tribuna para dar la bienvenida a Chirac afloraron las diferencias. El bronx priísta chifló, como si de una quinceañera se tratara, a Porfirio Muñoz Ledo, mientras éste caminaba hasta la tribuna. Y en desagravio, la bancada perredista le aplaudió de pie cuando bajó del estrado. Para no quedarse atrás, los priístas también aplaudieron de pie a la senadora María de los Angeles Moreno. Sólo los panistas se salieron del esquema, pues nunca se levantaron para ovacionar a su coordinador, Carlos Medina Plascencia, aunque algunos se acercaron a felicitarlo cuando concluyó su participación y se disponía a ocupar su curul.

La sesión solemne de Congreso general, sirvió para que el perredista Porfirio Muñoz Ledo hablará en nombre ``del partido de la izquierda mexicana'', cuestionara ``los términos abusivos'' en que fue suscrito el Tratado de Libre Comercio para América del Norte, ``cuya urgente revisión exigimos desde este Congreso'', y reconociera el respaldo de Francia al acuerdo entre México y la Comunidad Europea.

También Carlos Medina Plascencia sacó a relucir las prendas del PAN; ``es el partido opositor con mayor tradición histórica en México''. Recordó la importancia que para la doctrina panista ha tenido el pensamiento de Jacques Maritain.

El de la senadora priísta María de los Angeles Moreno fue el discurso más formal. Incluyó una larga lista de bienvenida, a Chirac, al embajador Bruno Delaye, a la embajadora Rossana Fuentes-Beráin, a los legisladores franceses... Refirió frases expresadas por Charles de Gaulle, ``el héroe de la Resistencia y la libertad'', cuando en marzo de 1964 visitó México. Y repitió en largas parrafadas los principios que animan la política exterior mexicana.

Cuando Chirac entró al salón de sesiones, el perredista Marcelino Díaz de Jesús se le acercó para entregarle una carta en la que le plantea que la situación de los pueblos indígenas de México está muy alejada de los principios mencionados en los diferentes instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos. ``Puedo afirmar que los pueblos indígenas de México viven una situación caracterizada por la violación grave, sistemática y reiterada de los derechos humanos y libertades fundamentales'', señala el diputado Díaz de Jesús en su carta, que acompañó de un informe de la ONU donde se plantea la situación y evolución del trato a las minorías en México.