La inflación estimada para este sexenio será 75.7% superior a la de 1988-1994, muestran reportes oficiales
Roberto González Amador y César Martínez Ť En el sexenio de Ernesto Zedillo el producto interno bruto (PIB) crecerá, en el mejor de los casos, a una tasa promedio anual de 3.06 por ciento, inferior a la registrada durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1998-1994), cuando fue de 3.73 por ciento.
Según se desprende de estimaciones y documentos oficiales, este avance será insuficiente para generar los empleos que demanda la población y para avanzar en el combate a la pobreza.
La inflación --considerada en círculos oficiales el impuesto más dañino para la población--, será en esta administración 75.7 por ciento superior a la registrada el sexenio pasado.
Adicionalmente, el crecimiento económico proyectado por el gobierno para los próximos dos años estará supeditado a que no empeoren las condiciones internacionales.
Según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y del Banco de México, en 1995 el PIB cayó 6.2 por ciento; un año después creció 5.1 por ciento; en 1997 repuntó siete por ciento y para 1998 se estima que crecerá 4.5 por ciento. Para los próximos dos años, según cálculos oficiales, la economía crecerá tres y cinco por ciento, respectivamente.
De tal forma, el avance del producto interno bruto al término de este sexenio estará apenas 1.26 puntos por arriba de la tasa de crecimiento demográfico (1.8 por ciento anual) y será menor en 67 centésimas de punto al promedio anual reportado entre 1988 y 1994.
En tanto, la inflación, que en los seis años del gobierno pasado aumentó 139 por ciento, crecerá entre 1995 y el año 2000 en 244.3 por ciento, según la información actualizada hasta octubre y las proyecciones para el resto del sexenio contenidas en la encuesta mensual que el Banco de México realizó entre especialistas de 31 grupos privados.
El crecimiento económico será insuficiente para atender las necesidades de empleo de un millón de personas que cada año se incorporan al mercado de trabajo. Según cálculos oficiales, por cada punto de incremento del PIB se generan 200 mil puestos de trabajo.
Por lo tanto, si las previsiones económicas del gobierno se cumplen, en el próximo año habrá un déficit de 400 mil empleos, aunque en el último año del sexenio sí se cubriría la demanda de trabajo.
Según investigaciones recientes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), los países de la región necesitan crecer de manera sostenida a una tasa de cuatro por ciento anual para avanzar en el combate a la pobreza.
La combinación de menor crecimiento económico y aumento de la población resultó en una caída de 7.5 por ciento del PIB per cápita entre diciembre de 1994 y este año, de 4 mil 558 dólares a 4 mil 213 dólares.
Este retroceso contrasta con un aumento de 90 por ciento del PIB per cápita durante el sexenio pasado, que creció de 2 mil 379 dólares en 1988 a 4 mil 558 dólares en 1994.