La Jornada 11 de noviembre de 1998

Para lograr la paz se necesita justicia, y ello requiere de cambios, señala

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 11 de noviembre Ť Para lograr la paz en el conflicto de Irlanda del Norte, y de otros similares en el mundo, ``se necesita la justicia, y eso requiere el cambio'', afirma el líder nacionalista norirlandés, Gerry Adams.

En el contexto de Irlanda y de otros procesos de negociación de paz interna, los obstáculos no son las armas sino la solución de la raíz de las condiciones del conflicto, afirmó, en entrevista exclusiva con La Jornada, el presidente del Sinn Fein, ala política del Ejército Republicano Irlandés (ERI).

En vísperas de comenzar una visita a México, Adams resumió que en esta coyuntura en su país la paz está en jaque por la violación de los acuerdos firmados hace cuatro meses por parte del liderazgo de los unionistas y miembros del gobierno británico.

Comentó que su movimiento tiene una afinidad natural con las luchas indígenas, como la de Chiapas, y también habló de su orgullo al conocer la historia del Batallón de San Patricio y el vínculo que representa entre el pueblo irlandés y mexicano.

Adams llegará este jueves a México para participar en la inauguración de una exposición y la presentación de un libro sobre el domingo sangriento, se reunirá con Cuauhtémoc Cárdenas y la canciller Rosario Green y presentará una ponencia en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Sus giras, explicó, tienen el propósito de informar de la actual situación del proceso de transición en su país, y ganar apoyo internacional para la solución del conflicto en Irlanda y para ``la causa de la independencia y libertad'' de ese pueblo, y también viene a México a ``aprender de su situación''.

``Tenemos una afinidad natural con los pueblos indígenas y vemos que toda marginalización de pueblos, de su exclusión, o abusos de derechos humanos son asuntos que deben ser resueltos'', dijo Adams.

El propio presidente Ernesto Zedillo, indicó, ha reconocido que en Chiapas hay problemas graves de deficiencias e injusticias acumuladas durante muchos años, y que era bienvenida la noticia de que los zapatistas y grupos de la sociedad civil celebrarán una reunión el 20 de noviembre.

``Nuestra experiencia, y de los procesos de solución de conflictos de todo el mundo, es que es a través del diálogo, la inclusividad, y del trato de iguales se encuentra la manera de resolver estos problemas, una manera para llegar a acuerdos de paz democráticos. Por lo tanto les deseo o mejor a todos los que genuinamente están intentando resolver estos asuntos en México'', comentó.

Al evaluar la coyuntura en el Ulster, dibujó una situación en la que el proceso de solución ha avanzado en algunos rubros y nada en otros desde que se firmó el Acuerdo del Viernes Santo, hace cuatro meses, y que hay ``una creciente preocupación de que los unionistas no han abrazado en forma plena el compromiso que hicieron''.

Los unionistas ``claramente han violado el acuerdo, no hay duda de esoÉ y lo que ha creado esta dificultad es el hecho de que elementos tanto dentro de los unionistas como del gobierno británico temen el cambio''.

``Para obtener la paz --subrayó--, se necesita la justicia y eso requiere el cambio'', y comentó que los unionistas han detenido el proceso para establecer las nuevas instituciones políticas acordadas al utilizar el tema del decomiso de armas como traba.

Los procesos de negociación de paz, consideró Adams, ``no tienen que ver con las armas'', sino sobre abordar ``lo que causó el conflictoy remover, o tratar de remover, estas causas y remplazar una situación de conflicto con una democrática y abierta''.

Subrayó que el intento de solución de un conflicto requiere de un marco muy diferente al que se utiliza para la guerra, ``porque en la guerra hay un solo resultado, y es que un lado derrota al otro''.

Pero en ``un proceso de resolución de conflicto --señaló-- se convoca a la gente sin que un lado tenga que derrotar al otro, sin que un bando tenga que rendir sus posiciones y se busca abordar los temas de forma inclusiva sin precondiciones, con un diálogo honesto y con las partes tratadas sobre sus propios términos y en igualdad''.

Los procesos de solución de conflictos han sido exitosos cuando las partes asumen ``el compromiso, y eso es lo que está faltando ahora (en Irlanda del Norte), y la voluntad política para superar los obstáculos, sea en Sud o Centroamérica, o en el País Vasco, o en Sudáfrica, lo que se requiere es la voluntad política para continuar avanzando, resolviendo todos los asuntos, todos los obstáculos, para llegar a un acuerdo democrático''.

Adams señaló que la posición internacional progresista de su movimiento nace en la larga tradición del nacionalismo irlandés.

``Supongo que (surge de una solidaridad entre) gente que llega de situaciones coloniales comunes y generalmente está luchando en (movimientos) antimperialistas, de liberación, y por la descolonización'', por eso el Sinn Fein ha apoyado a movimientos en Sudamérica, en El Salvador y Nicaragua, al pueblo de Sudáfrica y en el Medio Oriente, como también al pueblo del País Vasco.

Dijo estar ``muy intrigado'' con la historia del Batallón de San Patricio, ``esa idea de que expulsados de Irlanda u obligados a salir por la represión tomaron el lado de quienes luchaban para la causa mexicana durante la invasión estadunidense de 1847''.

Que esos irlandeses optaron por el lado de los reprimidos, que murieron por los que luchaban por su libertad, ``no sólo es un asunto de una herencia compartida entre el pueblo de México y el pueblo de Irlanda, sino que también, tal vez, es una celebración de nuestra humanidad común''.


Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 11 de noviembre Ť El acuerdo de paz en Irlanda del Norte no existiría sin Gerry Adams: fue el presidente del Sinn Fein quien hizo una visita en secreto al primer ministro de Irlanda, iniciativa que según muchos analistas marcó el arranque del proceso que llevó a la firma de un acuerdo de paz firmado este año.

Fue una apuesta riesgosa para Adams, quien enfrentó la oposición tanto de los protestantes unionistas pro británicos, que creen que él es un terrorista no arrepentido, como dentro de las filas del ERI, donde algunos lo acusaron de traidor a la causa.

Pero para Adams la iniciativa por la paz fue un acto consistente con su larga historia de pasos audaces para llevar adelante la causa republicana nacionalista de una eventual reunificación de Irlanda.

Adams nació en 1948, y es el hijo mayor de una familia prominente republicana de West Belfast con vínculos profundos con las causas del ERI y los republicanos.

Trabajó como cantinero durante los 60, mientras continuaba su trabajo político, y estuvo entre los fundadores de la Organización de Derechos Civiles de Irlanda del Norte, a fines de esa década.

Para entonces ya era una estratega clave del movimiento republicano y, de acuerdo con informes, para principios de los 60 ya era comandante de las operaciones del ERI en Belfast y, según historiadores, fue quien reorganizó a esa fuerza clandestina en una estructura de células que permitió reconstruir un grupo armado mucho más eficaz.

Adams fue detenido y encarcelado en 1972 en el buque británico Maidstone, que era conocido por sus condiciones infrahumanas y brutales; como dirigente de su movimiento fue liberado brevemente para participar en negociaciones políticas, pero fue arrestado nuevamente y encarcelado sin juicio desde 1973 a 1977.

Fue electo presidente de Sinn Fein en 1983 y también fue elegido miembro del Parlamento británico por West Belfast, pero se negó a asumir su escaño al rehusar la obligación de todo legislador de jurar lealtad a la reina de Inglaterra.

Se han realizado múltiples intentos para asesinar a Adams, incluyendo un bombazo contra su casa que casi mató a su esposa y su hijo, y un ataque en Belfast, donde fue balaceado con un rifle automático.

Fue la iniciativa de paz de Adams, en 1993, que llevó al anuncio de un cese del fuego del ERI el siguiente año, y continuó promoviendo una paz justa después de que esa iniciativa fracasó en 1996.

A pesar de repetidos intentos para marginar políticamente al Sinn Fein durante la última etapa de este proceso, Adams y 16 de sus compañeros fueron elegidos este año a la nueva Asamblea del Ulster.