SE REFUGIAN EN MEXICO DAMNIFICADOS GUATEMALTECOS POR MITCH
Angeles Mariscal, corresponsal, comunidad Mollejón, Ocosingo, Chis., 9 de noviembre Ť Debido a la devastación que el huracán Mitch provocó en su nación, más de 2 mil guatemaltecos cruzaron la frontera para refugiarse en las comunidades limítrofes con México. Las autoridades de la zona informaron que la llegada de estos damnificados ha incrementado las enfermedades y la escasez de alimentos, por lo que demandaron ayuda humanitaria, para lograr el regreso de los afectados y no acrecentar la problemática política y social de la zona.
Distribuidas en las comunidades mexicanas denominadas Mollejón, Suspiro, San Antonio, Pico de Oro y El Cedro, pertenecientes a la región de Marqués de Comillas, unas 300 familias guatemaltecas cruzaron en canoas el río Usumacinta, luego de que éste subió dos metros su nivel e inundó los poblados guatemaltecos asentados en su rivera.
A cinco días de su llegada, según informó Carmen González Hernández, comisariado de la comunidad Mollejón, la ayuda de los gobiernos de Guatemala y México aún no ha llegado, por lo que los refugiados ``han tenido que comer pura tortilla'', porque no pudieron salvar nada de sus comunidades.
``Todo lo inundó el río Salinas; es como si hubiera puro río; no hay casas; se murió el ganado'', señaló Jaime Enríquez Chiquín, recientemente asentado en Guatemala, luego de varios años de exilio en México.
El, su familia y 400 personas más llegaron a Mollejón abordo de canoas y se instalaron en los predios que los mexicanos les prestaron momentáneamente, pero ahora las autoridades de su país los urgen a retornar, aunque los damnificados consideran que aún no existen condiciones para ello.
``El río aún no baja de nivel; aquí en el lado mexicano tiene como medio mero de altura todavía; peor en Guatemala'', sostiene Enríquez Chiquín, mientras señala la corriente que aún corre por entre lo que fueran caminos vecinales.
Instalados en el interior de viviendas hechas con palma y naylon, mujeres niños y ancianos esperan pasivos la visita de los médicos venidos de Guatemala. Atención médica no les ha faltado; sin embargo, según declaró el teniente del Ejército Mexicano Fabián Flores, la exposición al agua contaminada ha incrementado el paludismo, el dengue y las enfermedades gastrointestinales.
Algunas mujeres y una menor permanecen recostadas en improvisados camastros; se quejan de ``dolor de cuerpo'', producto del paludismo; aún no les han proporcionado el medicamento necesario para la enfermedad, pese a la visita de dos médicos.
Según trascendió, autoridades de México ofrecieron ayuda humanitaria para los damnificados, y a cambio solicitaron a sus homólogos de Guatemala que atiendan pronto el retorno, a fin de no acrecentar los problemas de la zona ubicada en plena selva chiapaneca, donde persisten el conflicto de la guerrilla zapatista y el narcotráfico que llega de Centroamérica.
Después de cinco días de permanecer casi a la intemperie, el pasado domingo 8 llegó Mayín Cifuentes, alcalde de la provincia guatemalteca de Sayalchicten, para visitar a los refugiados ``y hacer una inspección ocular de los hermanos guatemaltecos que están refugiados en terrenos mexicanos; venimos a sacar un censo para conseguir ayuda, como alimentación, ropa y calzado''
Serían más los damnificados que cruzaron la frontera
El funcionario de Guatemala, acompañado por un comandante del ejército de su país, dijo tener conocimiento de la llegada de más de 2 mil personas; sin embargo, los refugiados señalan que un número mayor de sus compañeros salió rumbo a México, aunque desconocen su destino.
Mayin Cifuentes subrayó que las autoridades militares de Guatemala mantienen vigiladas las comunidades afectadas, ``porque hay gente que se está aprovechando de la situación''.
Los ejércitos de Guatemala y de México -este último instaló un puesto en el cruce que colinda con las comunidades donde se refugiaron los damnificados- aseguraron que la asistencia viene en camino y llegará en cuestión de horas, pero continúan demandando la ayuda internacional.
``Sería importante y le agradeceríamos a la comunidad internacional su ayuda, el apoyarnos quizá en el techo mínimo para estas personas, cuando ya la cuestión se normalice, porque ellos tienen que regresar a su lugar de origen'', precisó el alcalde de Sayalchicten''.
Por lo pronto, en el camino que comunica estas comunidades con la ciudad de Palenque, 200 kilómetros de camino, se encuentran instalados cinco retenes mili- tares, a fin de detener el tránsito de los guatemaltecos que intenten adentrarse más en el país.
Los damnificados manifiestan su interés por retornar y ver el destino de sus bienes; muchos de los varones, que intentaron el regreso para analizar la situación que prevalece en su país, coinciden en señalar que aún no hay condiciones.
Para los mexicanos de esta región de la selva de Chiapas, el contacto con los guatemaltecos que cruzan la frontera natural que forma el río es cotidiano; sin embargo, subrayan que el préstamo de sus terrenos es momentáneo, ``pues nosotros también tenemos poco para vivir'', advirtió Alberto Domínguez, ejidatario de Mollejón.
Rosa Elvira Vargas Ť La unión de todos debe servir para evitar que la catástrofe que ha impuesto la naturaleza a Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador se convierta en una tragedia humana de dimensiones inimaginables, y para ello urge la más extensa y pronta acción internacional, coordinada con eficacia, planteó en Los Pinos el presidente Ernesto Zedillo en un nuevo llamado a apoyar a las naciones centroamericanas.
Al mismo tiempo, también en la residencia presidencial, el director general del DIF, Mario Luis Fuentes, precisó que la organización de una colecta nacional por parte de la actual administración es un ``esquema inédito'', que se decidió realizar por medio de una dependencia plenamente descentralizada y que se quiso mantener ``dentro de los espacios que son dependientes del gobierno federal, el cual es además el responsable de impulsar la política pública de asistencia social''.
Indicó que independientemente de que la tragedia en Centroamérica ``no tiene adjetivos'', México actúa en colaboración con aquellos países por reciprocidad, ya que también ha recibido su ayuda en momentos difíciles. Hay razones, además, de profunda solidaridad y busca convocar y asociar a las personas en una actitud de acompañar la tragedia humana que se vive en aquella región.
Si los centroamericanos se enteran de que el país se está moviendo, ello les servirá también como un impulso anímico y moral; les hará sentir que no están solos y que aquí hay gente que hace algo para manifestarles que hay conciencia de lo que están viviendo. ``Yo creo que esa parte no material, sino moral, de solidaridad, de compromiso, también tiene un valor muy importante'', resumió el funcionario.
Por su parte, en reunión con los directivos de la Central Latinoamericana de Trabajadores, Zedillo indicó que solidaridad y apoyo mutuo son los imperativos que hoy, más que nunca, han de mover a los pueblos y a los gobiernos del mundo para tender la mano a los países con mayores dificultades. Naciones, precisó, como las cuatro repúblicas de Centroamérica que hoy viven un doloroso trance a raíz de los fenómenos meteorológicos que recientemente los han afectado.
Asimismo, durante la conferencia de prensa, Mario Luis Fuentes reiteró que la colecta que se inicia mañana miércoles y concluirá el domingo busca allegarse dinero por tres vías: la cuenta número 88 de Banamex identificada con el nombre Unidos por Centroamérica, sucursal 870; por medio de alcancías que debidamente foliadas y supervisadas se pondrán en manos, sobre todo, de estudiantes de los niveles medio-superior; y a través de la emisión de bonos de 50 y 100 pesos, que se distribuirán en diversos lugares para su adquisición y serán, además, deducibles de impuestos.
El funcionario acotó también que esta colecta es independiente del puente aéreo que México ha establecido con Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador, así como del envío de técnicos, brigadistas y personal de diversas especialidades que participan en las labores de reconstrucción.
Fuentes reiteró al hecho de que el gobierno federal tiene -por medio del DIF- la responsabilidad de coordinar la asistencia social, aunque admitió que el esfuerzo que hacen los grupos privados ``independientemente de su conformación'' seguirá siendo muy importante para muchas familias, niñas, niños y ancianos en el país.
En ese sentido, subrayó que en entidades como Chiapas y Guerrero que han sufrido tragedias similares, el gobierno ha tenido la capacidad para hacerles frente, aunque la dimensión de los fenómenos dista mucho de lo que se vive en América Central, donde se habla de una población damnificada que supera un millón 600 mil personas.
Esta acción gubernamental, destacó entonces, se está haciendo sin menoscabo y sin restar ningún recurso gubernamental dedicado a los graves problemas de bienestar que tienen las familias de esos estados. ``Se buscó una opción adicional que no fuese a costa del esfuerzo que se está realizando'' en esos lugares.