Limón Rojas: son insuficientes los fondos para mejorar escuelas y salarios
Claudia Herrera Beltrán Ť El secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas, advirtió ayer que la educación nacional carece de los recursos financieros que necesita para otorgar mejores salarios y dotar de infraestructura y equipamiento suficiente a las escuelas. Por ello, se manifestó porque los programas compensatorios que ayudan a las familias más pobres, como el Progresa, no se pongan en riesgo en el futuro.
Al inaugurar el segundo Coloquio Internacional de Educación en el Siglo XXI -organizado por el Fondo Mexicano para la Educación y el Desarrollo, que encabeza el senador Fernando Solana-, dijo que persisten tendencias que en materia educativa continúan reforzando las desigualdades sociales entre los estados del norte y del sur de nuestro país.
Señaló que el proceso de federalización educativa ha sido positivo, aunque existe el reto de la Federación de hacer valer sus atribuciones normativas a los estados. Dijo que la condición esencial para alcanzar esta eficacia es colocar a la autoridad por encima de la lucha política partidista.
En presencia de autoridades del sector educativo -como el rector de la UNAM, Francisco Barnés; el director del Instituto Politécnico Nacional, Diódoro Guerra, y de investigadores como Pablo Latapí- el funcionario además de referirse a los obstáculos económicos para el avance de la educación, habló de los problemas con el gremio de los trabajadores de la educación.
Como muestra, aseguró que el quehacer de la Universidad Pedagógica Nacional no se ha podido recuperar ni reencauzar hacia la calidad de desacuerdos con la organización gremial.
En el auditorio Jesús Silva Herzog del Fondo de Cultura Económica, afirmó que la estabilidad en las relaciones laborales es un factor determinante para el mejoramiento de la calidad; sin embargo, señaló que dar concesiones en exceso para mantener la tranquilidad en el sector educativo inmoviliza o resta competencia y eficacia a la autoridad.
Dijo que la democracia de México dependerá de que sea capaz de dar educación a los mexicanos durante su vida, y que las nuevas necesidades educativas, que implican vivir en el aprendizaje permanente, no podrán ser atendidas con los mismos enfoques que han permitido el avance de la enseñanza popular.
Una estrategia que no debe ser interrumpida, añadió, es la que se propone ``romper el círculo vicioso entre pobreza e ignorancia'', mediante acciones que aseguren la asistencia, permanencia y buen desempeño de niños y jóvenes de clases pobres.
En ese punto, insistió en que los llamados programas compensatorios aún son insuficientes para atacar las diferencias. Por ello, enfatizó que el programa que vincula educación, alimentación y salud (en alusión al Progresa) deberá ser extendido y mejorado, pero de ninguna manera deberá ponerse en riesgo su permanencia y sus posibilidades de crecimiento.
Limón Rojas aseguró que es necesario buscar la igualdad en las oportunidades para que la pobreza, la dispersión de las comunidades, la desnutrición, la enfermedad o la condición de mujer no impidan a los niños y niñas tener posibilidades de acceso a la escuela.
También expresó que en el proceso de federalización las autoridades locales deben ver como una prioridad la educación, y al mismo tiempo respeten las atribuciones normativas de la Federación en la diversidad ideológica y política.
Para dar una mayor atención a los más de 950 mil profesores del sistema educativo nacional, dijo que las autoridades educativas de los estados deben tener un mayor empeño y eficacia.
``Es absolutamente innegable que la educación nacional, en todos sus ámbitos, necesita contar con más y cuantiosos recursos financieros. Mejores salarios, infraestructura y equipamiento exigen una suma de la que hoy no disponemos'', admitió.
A fin de conseguir un mejor presupuesto, dijo que se requiere contar con una economía sana y un acuerdo social que asegure una distribución congruente con esta prioridad en el país. Sin embargo, dijo que no existe una relación directa y automática entre recursos financieros y eficacia en el alcance de los objetivos educativos. Por lo que -dijo- además es indispensable contar con estrategias claras y continuar acciones referentes a la buena organización y fortalecimiento de la gestión escolar.
Más allá de las limitaciones, Limón expuso los avances en el terreno educativo: el impulso de la capacidad de ``aprender a aprender'' en los alumnos, nuevos contenidos que promuevan una cultura ecológica y conductas democráticas en todos los ámbitos de la vida social, y que revaloren a la mujer con los mismos derechos y oportunidades que los hombres.