Jerarcas católicos examinan cuál será su participación en comicios del 2000
José Antonio Román Ť Aunque pareciera estar lejos la sucesión presidencial del año 2000, la jerarquía católica ya piensa en ella. Durante la 65 asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano, inaugurada anoche en la Basílica de Guadalupe, el pleno de obispos definirá su papel en ese proceso electoral, e incluso consideran ya la ``conveniencia'' de entrevistarse, en su momento, con cada uno de los aspirantes a la Presidencia de la República.
Los obispos Ricardo Watti Urquidi y Javier Navarro, coordinadores de los trabajos de la asamblea, señalaron que en los últimos años la democracia en el país ha registrado importantes avances, pero aún presenta graves deficiencias, y por ello es ``perfectible''. ``Creo que el no permitir ni un paso hacia atrás en las elecciones del 2000 es una tarea de todos'', dijo Watti, obispo de la diócesis de Nuevo Laredo.
En conferencia de prensa, ambos prelados informaron de algunos detalles de la asamblea episcopal, en donde el pleno de obispos escuchará a representantes de organizaciones campesinas, indígenas, obreras, empresariales, y a dirigentes políticos, así como a líderes en el campo educativo, entre otros.
Hasta ahora han confirmado su asistencia al encuentro con los obispos el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gerardo Aranda Orozco, el ex banquero Rubén Aguilar, campesinos chiapanecos de la cooperativa Ixmán, dirigentes de los trabajadores ferrocarrileros y representantes de diversas etnias del estado de Oaxaca.
Asimismo, ambos obispos señalaron que la Iglesia no puede permanecer ajena al acontecer actual del país --pues se enfrentan serios problemas en todos los niveles-- ni menos aún a la próxima sucesión presidencial, normalmente un tema que ``enfrenta'' a los mexicanos. Aquí, dijeron, la Iglesia quiere ser un factor de unidad y reconciliación.
Watti Urquidi dijo que en este proceso democrático los mexicanos estamos aprendiendo a vivir en pluralidad y a respetar la voluntad popular. Debemos aprovechar estos años para seguir avanzando con firmeza por este mismo camino, agregó. Sin embargo, sostuvo que en el derecho a la información deben propiciarse avances más importantes, con el fin de que el electorado pueda elegir a su candidato después de analizar sus planteamientos y propuestas políticas.
A pregunta expresa, el obispo de Nuevo Laredo se refirió también a los enormes recursos económicos que se destinan a las campañas políticas de partidos y candidatos, situación ofensiva en las actuales circunstancias de pobreza del pueblo. Durante la conferencia de prensa se abordó también el grave problema del narcotráfico y la migración de millones de mexicanos que cruzan anualmente la frontera norte en busca de mejores niveles de vida, y cuyos derechos humanos y laborales son violados sistemáticamente.