Exiguo gasto este año; en 1999 será aún menor: Gurría
Roberto González Amador Ť Después de los tres recortes al presupuesto federal realizados este año, el gasto gubernamental de 1998 será el más bajo en la historia moderna de México, y en 1999 será incluso menor, anticipó ayer José Angel Gurría, secretario de Hacienda y Crédito Público.
El funcionario admitió que el gobierno federal no tuvo ``la suficiente atención de los interlocutores'' para proponer al Congreso una reforma integral del sistema fiscal, un tema que, dijo, se revisará el próximo año.
En un discurso pronunciado durante la novena Convención del Mercado de Valores, inaugurada ayer por el presidente Ernesto Zedillo, el titular de Hacienda informó que en el presupuesto federal para 1999, que se entregará a la Cámara de Diputados el próximo viernes, se incorporarán acciones para que el gasto dependa menos de los ingresos petroleros.
Sobre este punto, mencionó que los tres ajustes al presupuesto federal derivados de la caída de los precios de el petróleo y que ascienden a unos 36 mil millones de pesos, provocarán que el gasto público de este ejercicio ``sea el más bajo en la historia moderna de México''.
Una vez aplicados los recortes presupuestales, apuntó, el gasto programable del gobierno --que incluye todas las erogaciones menos las destinadas al pago de deuda-- sea de alrededor de 15.5 a 15.7 por ciento del producto interno bruto (PIB), estimado en unos 420 mil millones de dólares.
Sin embargo, advirtió, la determinación del actual gobierno de mantener la disciplina fiscal se reflejará en que el gasto público programable del próximo año ``será todavía más bajo que el nivel posterior al tercer recorte presupuestal de 1998''.
De esta forma, anticipó, el Poder Ejecutivo solicitará al Congreso, en el proyecto de presupuesto federal que se entregará el viernes, un gasto equivalente a 15 por ciento del PIB.
``Lo que estamos planteando es un esfuerzo de reducción del gasto público y también un aumento de los ingresos para poder llegar a un objetivo de déficit (fiscal) bajo, manejable y financiable que no comprometa las finanzas públicas de México durante 1999'', el año previo al término de la actual administración federal, consideró.
El Secretario de Hacienda señaló que con el déficit fiscal de 1999 (en 1998 será cercano a 1.60 puntos del PIB) y el esquema fiscal para el próximo año el gobierno buscará dar confianza ``a propios y extraños, para que confirmen que aun en las actuales condiciones del entorno internacional México mantiene la dirección''.
Aseguró que el gobierno tendría ``un elegantísimo pretexto'' para pensar en déficit más altos o en objetivos de menor disciplina de las finanzas públicas. ``Pero no vamos a usar esa salida fácil; vamos a irnos nuevamente por el lado de la disciplina fiscal, por el lado de la seriedad, por el lado de lo que creemos que a la postre será premiado por los mercados, aunque hoy, para la frustración de muchos de nosotros, el mercado no parece distinguir qué países tienen mejores condiciones objetivas y cuáles no''.
La reforma fiscal integral, uno de los principales objetivos de política económica que se había planteado el gobierno para este año, quedará pospuesta, según dejó entrever en su discurso el titular de Hacienda.
``Hubiéramos querido ahondar más en la discusión sobre el sistema tributario de México, pero las circunstancias no lo permitieron; no se dieron ni el tiempo ni la atención de los interlocutores, en virtud de que el tema de las reformas al sistema financiero ocupó la mayor parte del tiempo y de la atención de los partidos políticos y del propio Ejecutivo'', admitió.
La reforma del sistema tributario, señaló, deberá esperar a que concluya la discusión sobre el presupuesto para 1999.